Durante mucho tiempo se ha creído que ser introvertido es una desventaja, especialmente en el ambiente laboral en donde es común asociar el sobresalir con ser visible a través de participaciones constantes en reuniones o estar presente en convivencias, y no necesariamente a partir de acciones relacionadas con el trabajo.
Sin embargo, se han hecho diferentes investigaciones que demuestran que, contrario a lo que se piensa, ser introvertido tiene múltiples ventajas a nivel personal y que tienen un impacto a nivel profesional.
Según Susan Cain, conferencista y autora del libro El poder de los introvertidos en un mundo incapaz de callarse, más de un tercio de la población se puede considerar perteneciente a este grupo, pero ¿qué significa serlo?
Comúnmente confundida con la timidez, entendida ésta como una sensación de miedo o inseguridad al momento de relacionarse con otras personas, la introversión, como lo define Psychology Today, es “un estilo de personalidad básico que se caracteriza por la preferencia de la vida interna de la mente por encima del mundo exterior de otras personas”.
Contrario a los extrovertidos, un perfil altamente valorado especialmente en la cultura occidental, los introvertidos:
Esta etiqueta que suele acompañar a muchas personas se ha demostrado no ser tan mala como se creía y, en su lugar, viene acompañada de varios aspectos positivos, mismos que pueden tener repercusiones notables en el ambiente laboral, tales como:
Para aprovechar al máximo a este tipo de personas dentro de un equipo, el emprendedor británico Chris Donnelly, recomienda:
El talento introvertido puede traer grandes beneficios para tu compañía, aprende a reconocerlo y tratarlo para así lograr la dinámica óptima para ambas partes.
