Este sábado 11 de marzo se cumplen tres años desde que se hizo la declaratoria de pandemia de Covid-19 en México. En aquel momento pensamos que solo estaríamos en cuarentena un par de semanas, sin embargo el distanciamiento social se extendió por meses.
Durante esta crisis sanitaria, enfrentamos grandes pérdidas de seres queridos, empleos, crisis económica y el trastorno de nuestra forma de vida para dar forma a la “Nueva Normalidad”. No obstante, los últimos años también nos dieron muestras de solidaridad, innovación y resiliencia.
Le preguntamos a algunos de los emprendedores más exitosos qué aprendizajes les había dejado la pandemia y si tendrían algún consejo para su yo antes del Covid-19 que pudieran compartir con nuestros lectores.
Estas fue la respuesta de Juana Ramírez, fundadora de la empresa de acompañamiento de salud Sohin y presidenta actual de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM).
“Aprendimos que la salud debe estar siempre en un lugar prioritario. Antes de la pandemia, para la mayoría saber si los médicos y enfermeras contaban con los insumos mínimos de protección (cubrebocas y jabón antibacterial) no era de nuestro interés. Los síntomas iniciales de un resfriado o de cualquier otro padecimiento eran usualmente ignorados, minimizados y automedicados, razón por la cual en México diagnosticamos tarde las enfermedades, incrementando los costos de atención y reduciendo las expectativas de vida.
En la pandemia, el más mínimo estornudo o una pequeña picazón de garganta nos alarmaba como nunca antes. Sin importar en cuál de los sectores económicos trabajamos, todo fue alterado e incluso paralizado por un problema de salud pública. Antes de la pandemia imaginábamos que aquello sólo era posible por una guerra o un desastre natural.
Ellos literalmente arriesgan y muchos perdieron su vida para salvar las nuestras y los científicos que en tiempo récord desarrollaron vacunas que literalmente reactivaron el mundo.
El 70% de los empleos perdidos en la pandemia eran de ellas. Porque la violencia contra las mujeres se quintuplicó al punto que algunas ciudades prohibían la venta de bebidas alcohólicas durante los fines de semana. Ellas, cuidadoras de los niños en home school, del 97% de los enfermos y de los adultos mayores.
Porque reinventaron sus negocios, aceleraron su digitalización y mantuvieron el mayor número de empleos posibles en ausencia de apoyos, plazos y ningún tipo de ayuda del Estado”.
