



Lo que parecía una apuesta excéntrica sobre Volodymyr Zelensky en Polymarket, el sitio más popular de mercados de predicción cripto, terminó convirtiéndose en un drama internacional con 215 millones de dólares en juego. El centro del escándalo es el mismísimo presidente de Ucrania y su sentido de la moda: ahora, lo que usó (o no usó) durante la cumbre de la OTAN en junio, es asunto de mercados.
La pregunta lanzada en Polymarket era simple en apariencia: ¿Zelensky usará un traje antes de julio de 2025? La fecha llegó, el evento ocurrió, y el presidente ucraniano apareció con lo que muchos identificaron como un atuendo formal, aunque no exactamente un traje tradicional.
En un inicio, la plataforma de análisis cripto resolvió a favor del “Sí”, apoyándose en expertos como el influencer de moda Derek Guy y hasta en el diseñador del atuendo, quienes aseguraron que sí era un traje.
Sin embargo, los apostadores que habían votado por el “No” no se quedaron de brazos cruzados. Acusaron a la plataforma de manipular el resultado y escalaron el conflicto al oráculo descentralizado de UMA, el árbitro de última instancia en este tipo de disputas.
Y aquí fue donde todo se complicó: la apuesta, que en sus inicios parecía una broma, se convirtió rápidamente en el mercado con mayor volumen en la historia de Polymarket, superando los 215 millones de dólares en valor apostado.
De pronto, el corte del saco, la tela y determinar si los pantalones combinaban, dejaron de ser detalles triviales y pasaron a ser cuestiones económicas de alto riesgo.
El sistema de resolución de UMA funciona a través de un mecanismo de verificación en cadena, donde quienes tienen tokens UMA pueden apostar por el resultado que consideran correcto. Pero con tanto dinero en juego, la preocupación es que ballenas —grandes poseedores de tokens— puedan inclinar el resultado, sin importar si el atuendo era o no un traje.
Lo irónico es que, según datos de UMA, menos del 2% de sus resoluciones históricas son impugnadas. Pero claro, la mayoría de esas apuestas no involucran centenares de millones de dólares ni la chaqueta de un jefe de Estado en guerra.
El veredicto final arrojó un “No”, desatando la ira entre usuarios y comentaristas del espacio cripto. Esto reanimó preocupaciones sobre los mecanismos de resolución de conflictos en protocolos descentralizados.
Kalshi, uno de los competidores de Polymarket, tuvo que salir a negar estar metido en la disputa, luego de que circularan rumores —aparentemente falsos— sobre su supuesta participación en las apuestas.
Mientras tanto, la comunidad cripto está aprendiendo una lección importante: cuando todo puede apostarse, hasta un saco puede generar un terremoto financiero. Y aunque parezca un capítulo de Veep o una escena eliminada de The Big Short, este caso pone sobre la mesa un debate serio: ¿pueden los sistemas descentralizados manejar decisiones subjetivas cuando hay millones en juego?
Porque a estas alturas ya no se trata de si Zelensky llevaba un traje. Se trata de si el ecosistema cripto está listo para afrontar las consecuencias de lo que él se puso.