Debido a los bajos salarios, algunos empleados, imposibilitados a pagar una renta, tienen que vivir en sus autos.
En las últimas semanas, los verdaderos creadores de la magia en los parques de Disney, los trabajadores infelices, amagaron con iniciar una huelga debido a las malas condiciones laborales que enfrentan día a día. Sin embargo, la armonía parece haber regresado al “lugar más feliz del mundo” debido a un histórico acuerdo.
¿Cómo viven los “trabajadores infelices” de Disney?
Hace algunos días, cientos de trabajadores se manifestaron a las afueras de Disneyland Park ubicado en Anaheim, California. Con consignas como “Mickey querría un salario justo” y cartelones que mostraban un puño con el tradicional guante blanco del emblemático ratón, los empleados exigían aumentos salariales y mejores condiciones laborales, de lo contario, iniciarían una huelga.
Este hecho atrajo las miradas a la situación que enfrentan los colaboradores de aquellos parques temáticos. Según los representantes sindicales, 1 de cada 10 empleados de Disney se quedaron sin hogar mientras trabajaban en el parque, mientras que un 73% de la fuerza laboral aseguraba no ganar lo suficiente para cubrir sus gastos básicos mensuales.
Vivir en los alrededores de aquella zona puede ser muy costoso, algunos cálculos estiman que una persona soltera y sin hijos necesita ganar, como mínimo, $30.48 dólares por hora para poder habitar en la región. Sin embargo, hay quienes reciben $19.90 dólares, un sueldo mínimo que estableció el gobierno local.
Bajo este panorama, muchos empleados han optado por vivir en sus autos pues no tienen la posibilidad de pagar una renta que puede superar los $2,000 dólares mensuales. Además, afirman que para satisfacer sus necesidades básicas como bañarse, tienen que entrar a escondidas a los vestuarios del parque, pues en caso de ser vistos, pueden ser sancionados.
Por si no fuera suficiente, los trabajadores que se manifestaron, entre los que se encontraban talento, operadores de las atracciones, limpieza, restaurantes y más, aseguran que a quienes deben dormir en sus autos no se les permite pasar la noche en el estacionamiento, por lo que se ven forzados a buscar lugares seguros para estar.
Acuerdos para librar la huelga en Disney
Además de las manifestaciones, los empleados comenzaron a usar pines que tenían la imagen de un puño con guante blanco cerrado, asemejando al de Mickey Mouse. Esto provocó que los dirigentes amenazaran con represalias a quienes lo portaran dentro de las instalaciones de Disneyland.
Para calmar las aguas y evitar la huelga, la compañía inició negociaciones con los representantes sindicales de los trabajadores, quienes ya habían votado a favor de iniciar el paro y habían interpuesto una queja ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales por prácticas injustas.
Las negociaciones llegaron a buen término pues se lograron acuerdos históricos como:
- Aumento al salario mínimo en 2024 el cual pasaría a ser de $24 dólares por hora.
- Aumentos salariales anuales equivalentes a $6.10 más por hora durante la vigencia del contrato y durante los tres años siguientes.
- Compensaciones para empleados con mayor antigüedad.
- Políticas de asistencia flexibles para los trabajadores.
La mayor huelga de Disney
La última huelga que enfrentó Disney fue en 1984, cuando, de acuerdo con el semanario de Orange County, cerca de 2,000 integrantes del elenco (como llaman a sus trabajadores) pusieron en jaque a la compañía.
Los empleados estaban inconformes ante la nueva propuesta de contrato que eliminaba prestaciones de salud para ciertas personas, congelar el salario por dos años, y que avalaba el recurrir al outsourcing para poder reducir costos de plantilla.
Además, inicialmente buscaban reducir en un 17% el salario pues, de acuerdo con una investigación realizada por ellos mismos, Disney pagaba más que el promedio de la industria.
Ante esto, cerca de 18,000 personas se fueron a huelga, pero adelantándose a la situación, la compañía había capacitado a otros trabajadores para que cubrieran a aquellos que protestaban. La gerencia lanzó amenazas a quienes estaban manifestándose y varios de ellos decidieron regresar a trabajar; sin embargo, otros tantos siguieron defendiendo sus derechos durante 22 días.
A 40 años de aquel episodio, la historia amagaba con repetirse; sin embargo, en esta ocasión las negociaciones exitosas lograron detener lo que sería un fuerte golpe para la compañía y sus parques temáticos.