



TikTok, Instagram, YouTube, blogs y newsletters: ser multiplataforma no es opcional para los creadores de hoy. Cuando en enero pasado se vivió un pánico digital ante la amenaza de que unos 170 millones de estadounidenses se quedaran sin acceso a TikTok por una prohibición de la Corte Suprema, fuimos testigos del riesgo que supone para los creadores de contenido apostar básicamente por una sola plataforma social.
Según datos de la misma plataforma china, si TikTok se hubiera apagado en ese momento en Estados Unidos, el impacto financiero hubiera sido devastador: 2 millones de creadores hubieran enfrentado pérdidas de 300 millones de dólares en tan solo un mes. Sin contar con las repercusiones financieras en otros países.
Vimos cómo la reacción de los creadores de contenido ante la amenaza de prohibición transitó de la rabia y la desesperación al desconcierto y la tristeza: los sentimientos de toda una generación de creadores que han construido sus comunidades y sus carreras en TikTok.
En un mundo digital en constante evolución, los creadores de contenido enfrentan el desafío de construir una presencia sólida y sostenible en un ecosistema volátil. Lo que pasó en enero con TikTok fue solo un atisbo de lo que puede ocurrir si los creadores dependen exclusivamente de una única plataforma.
El caso de TikTok no es el único. La historia de las redes sociales es el recuento de plataformas estrella que pasan al olvido (MySpace, Tuenti, Vine, etc.). Más recientemente hemos visto cómo Twitter ha perdido aproximadamente una cuarta parte de su base de usuarios desde 2022.
Los creadores que apostaron todo a estas plataformas sufrieron pérdidas significativas en visibilidad, monetización y conexión con sus audiencias.
La lección es clara: la diversificación no es solo una estrategia inteligente, sino una necesidad para la supervivencia digital.
Al distribuir tu presencia entre varias plataformas, reduces el impacto de los cambios algorítmicos, cierres de servicios o modificaciones en las políticas de monetización.
Cada plataforma atrae diferentes perfiles demográficos. Instagram puede ser ideal para audiencias visuales, mientras que LinkedIn conecta con profesionales. Esta diversificación amplía naturalmente tu alcance.
Diferentes formatos (video, texto, audio) permiten expresar tu mensaje de formas variadas, alcanzando personas con distintas preferencias de consumo de contenido.
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Desarrollar canales propios como sitios web, newsletters, podcasts o comunidades privadas proporciona un activo digital que nadie puede quitarte. Estos canales pueden convertirse en tu principal fuente de ingresos y conexión con tu audiencia.
La presencia en múltiples plataformas permite experimentar con diferentes estrategias y estilos; con esto aprendes y evolucionas como creador.
Diferentes plataformas ofrecen distintas oportunidades de monetización: publicidad, membresías, venta directa, patrocinios o colaboraciones.
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La clave está en encontrar el equilibrio entre expandir tu presencia y mantener la calidad y coherencia. Tampoco se trata de replicar a lo loco el mismo contenido a través de diferentes plataformas, sino conocer cómo se comporta y qué busca tu audiencia en cada una de ellas.
En mi experiencia como CEO de una agencia internacional de marketing de influencers, mi recomendación es que cuando se busque la diversificación, tengas en cuenta:
En un ecosistema digital caracterizado por el cambio constante, mi experiencia me dice que los creadores más exitosos son aquellos que entienden que deben adoptar una mentalidad de diversificación estratégica.
Construir una presencia multiplataforma no solo reduce riesgos, sino que multiplica oportunidades.
El futuro de la creación de contenido no está en la exclusividad de plataformas, sino en la capacidad de adaptarse y evolucionar en un ecosistema en constante evolución.