



Además de limitar su patrimonio, la dificultad para ahorrar impacta el bienestar emocional de las mujeres, elevando sus niveles de ansiedad y estrés financiero. La inclusión financiera y laboral es clave para cerrar esta brecha de género.
Un estudio de Banco Sabadell y el ITAM revela que solo el 36.6% de las mujeres con cuenta bancaria en México reporta tener ahorro, frente al 45.1% de los hombres. La falta de oportunidades laborales y educación financiera siguen siendo barreras clave.
De acuerdo con el estudio “Entendimiento de las decisiones de ahorro de los consumidores mexicanos”, elaborado por Banco Sabadell en conjunto con el ITAM, el 48% de las mujeres que no logran cumplir sus metas financieras identifica la falta de ahorro como el principal obstáculo. En el caso de los hombres, este porcentaje baja al 40%.
Además, solo el 36.6% de las mujeres con cuenta bancaria logra ahorrar, en contraste con el 45.1% de los hombres. Esta brecha de casi 9 puntos porcentuales evidencia una disparidad estructural que aún limita la autonomía financiera femenina.
Uno de los factores detrás de esta diferencia es la menor participación laboral femenina: solo el 49.4% de las mujeres en México está empleada, frente al 79% de los hombres, según la OCDE. Esta desigualdad restringe su capacidad para generar ingresos estables y, por ende, ahorrar.
La falta de oportunidades laborales afecta al 29% de las mujeres entrevistadas, lo que se traduce en una dependencia económica prolongada y menor acceso a herramientas de planeación financiera.
Más allá de los números, el estudio revela un efecto colateral importante: las mujeres que logran ahorrar reportan menores niveles de ansiedad y estrés financiero. Sin embargo, este beneficio es mucho menor en los niveles socioeconómicos bajos, donde la falta de recursos hace más difícil cualquier tipo de previsión económica.
Brenda Najar, Directora Territorial de Banca Empresas en Banco Sabadell, asegura que el sector financiero debe asumir un papel activo:
“El acceso al ahorro es una herramienta clave para la estabilidad financiera de cualquier persona. Las mujeres enfrentan desafíos adicionales debido a la brecha sistémica en el acceso al mundo laboral. Fomentar la educación financiera y el acceso a instrumentos con tasas preferenciales es fundamental”.
Una de las propuestas del banco es el desarrollo de productos sin condiciones ni comisiones, como su cuenta de ahorro digital “La Incondicional”, diseñada para ofrecer rendimiento desde el primer peso y disponibilidad inmediata.
Estas soluciones buscan eliminar barreras y fomentar la participación de las mujeres en el sistema financiero formal.
Cerrar la brecha de género en el ahorro requiere más que buenas intenciones. Implica crear oportunidades laborales, acceso justo a productos financieros y educación que empodere a las mujeres para tomar decisiones económicas informadas. Apostar por ellas no es solo una cuestión de equidad: es una inversión en el desarrollo del país.