Fue una de las figuras más icónicas e importantes del cine, teatro y televisión en México, reconocida por su extensa y variada carrera.
¡Descanse en paz! Esta tarde, a los 94 años de edad, falleció la diva del cine mexicano Silvia Pinal. La actriz se encontraba hospitalizada desde el pasado 22 de diciembre por neumonía. Aunque se reportó una mejoría en su salud, lamentablemente esta tarde se confirmó a través de Televisa y las redes sociales de las hijas de la actríz.
Silvia Pinal fue una de las leyendas del cine mexicano, en vida recibió una gran cantidad de reconocimientos por su trabajo actoral. Nació el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora. Su madre fue María Luisa Hidalgo, quien se embarazó de Silvia a los 15 años. Su padre fue Moisés Pasquel, director de orquesta de la XEW que no reconoció a Silvia hasta la edad de once años.
Pinal tuvo una vida modesta durante su infancia temprana, ya que su madre trabajaba en una pescadería cerca de la XEW. Sin embargo, sus condiciones mejoraron cuando su madre contrajo matrimonio con Luis G. Pinal «El Caballero Pinal», militar, político y periodista que reconoció a Silvia como su hija.
Gracias a Luis G. Pinal, Silvia tuvo una buena educación, mostrando desde niña su interés por la poesía y el mundo del espectáculo. Educada en colegios privados de la Ciudad de México, Silvia inicialmente se formó como mecanógrafa, ya que su padre quería que aprendiera algo de utilidad. A la edad de catorce años Pinal entra a trabajar como secretaria en Kodak.
Sin embargo, los sueños artísticos de Silvia no se truncaron, ya que decidió iniciar sus estudios de ópera con el maestro Reyes Retana. Asimismo, la joven Silvia destacó en certámenes de belleza, ganando el primer lugar del certamen Princesa Estudiantil de México. Fue durante su coronación que se amistó con los actores españoles Rubén Rojo y Manolo Fábregas.
Silvia Pinal, una carrera en ascenso
Intercalado con su trabajo como secretaria, Silvia inició sus estudios actorales en Bellas Artes, asistiendo a clases de renombrados maestros como Salvador Novo, Carlos Pellicer y Xavier Villaurrutia. Finalmente debutó como extra en la obra Sueño de una noche de verano.
Aún trabajando como asistente de oficina, Pinal comenzó a grabar radionovelas para la estación de radio XEQ. Posteriormente, participó en una compañía experimental dirigida por Rafael Banquells, con quien posteriormente contraería matrimonio. La primera obra que protagonizó fue Un sueño de cristal para la compañía Teatro Ideal de Isabelita Blanch. Tan sólo quince días después del estreno de la obra, Silvia recibió un pequeño papel en la cinta Bamba, protagonizada por Carmen Montejo.
En 1949, Silvia conoció a Pedro Infante, con quien trabajó en la cinta La mujer que yo perdí. Un año más tarde comparte protagónico con Tin Tan en la película El rey del barrio, consagrándose como una artista popular. Tras varios trabajos co-estelares, Pinal gana su primer premio Ariel por su participación en Un rincón cerca del cielo (1952), donde trabajó de nuevo con Pedro Infante.
Sin embargo, el trabajo que finalmente catapulto a Silvia Pinal a la fama internacional fue su participación en la película Un extraño en la escalera (1954) de Tulio Demicheli. Tras este éxito en taquillas, Pinal trabajó con Tito Davison y Rogelio A. González.
La hazaña con Luis Buñuel
En 1961, Silvia Pinal protagonizó el filme Viridiana, dirigido por Luis Buñuel, que se convirtió en su trabajo con mayor trascedencia. La película se hizo acreedora a la Palma de Oro del Festival de Cannes, sin embargo, contó con la censura del Vaticano y del gobierno franquista. Un año más tarde nuevamente trabajó para Buñuel en El ángel exterminador, película que está catalogada como una de las mejores de todos los tiempos por el New York Times.
Su tercer trabajo para Buñuel fue en Simón del desierto, filme en el que Pinal se convirtió en pionera del desnudo en México. Dos de los trabajos que quedaron truncados con Buñuel fueron las películas Diario de una camarera y Divinas palabras. Pinal finalmente pudo realizar la segunda película de la mano del director Juan Ibañez.
Silvia Pinal y el PRI
Otra de las facetas poco recordadas de Pinal fue su paso por la política mexicana, inicialmente como primera dama de su cuarto esposo, Tulio Hernández, quien gobernó Tlaxcala de 1981 a 1987. Durante su gestión, Pinal impulsó el DIF estatal y restauró el Teatro Xicohténcatl. Posteriormente oficializó su militancia en el Partido Revolucionario Institucional, siendo electa como diputada federal por el mismo. Más tarde Pinal se convertiría en senadora, cargo desde el que impulsó la Ley Cinematográfica. Asimismo participó en movimientos laborales del gremio artístico.
Con más de veinte filmes, Silvia Pinal se ha consagrado como una de las artistas más renombradas del cine mexicano. Asimismo, ha participado en una gran cantidad de obras de teatro y telenovelas. También ha destacado por su trabajo como conductora y productora de la serie «Mujer, casos de la vida real», misma que nació para ayudar a las personas desaparecidas durante los sismos de 1985. La serie expuso tomas novedosas para la sociedad mexicana, tales como la homosexualidad, maltrato físico, feminicidio, secuestro, VIH, entre otros.
A Silvia Pinal le sobreviven cuatro hijos: Silvia Pasquel, Alejandra Guzmán, Viridiana Alatriste y Luis Enrique Guzmán.