Mientras crecían en su natal León, Guanajuato, los primos Jorge Lizardi y Juan Succar supieron que compartían una pasión y un objetivo: los negocios sustentables y potenciar la industria alimentaria en México y el mundo. Así, decidieron fundar Verde compacto, una startup de tecnología agrícola (agrotech) dedicada a diseñar e instalar innovadores invernaderos hidropónicos. Estos factores se conjugaron para atraer el colmillo de dos tiburones de Shark Tank México, que ahora se suman como socios a la empresa sustentable.
“Toda la vida hemos estado en la naturaleza, en el rancho. Nos encanta el campo y, pues, nuestro sueño siempre fue emprender en la industria agrícola”, cuenta Jorge, quien estudió negocios en el Tec de Monterrey, en entrevista para Emprendedor.com.
La startup inició con el objetivo de transformar la cadena de producción de alimentos hacia una más sustentable.
“Buscamos revolucionar el plato a través de la seguridad alimenticia, usando innovación y tecnología para producir más alimentos con menos recursos. Diseñamos sistemas que nos permiten producir alimentos durante todo el año, sin importar la temporada ni el clima, libres de pesticidas y tóxicos, con cero desperdicio de agua y cerca del consumidor final”, detalla Juan, también egresado del ITESM en la carrera de Mecatrónica.
Los primos comenzaron a trabajar juntos “como hobby” en 2014, produciendo composta y lombricomposta para jardines y siempre buscando mejorar sus procesos. “Aunque estudiamos cosas diferentes, lo que nos ha unido es la pasión por la sustentabilidad y por hacer negocios. En Verde Compacto podemos combinar esas pasiones y explotarlas”, dicen.
“Empezamos a manejar otras ecotecnias para el aprovechamiento de residuos orgánicos en el campo y en las comunidades rurales”, explica Succar. Tras implementarlas para el Gobierno del Estado y conocer a fondo cómo funciona el campo y la industria alimentaria, se propusieron hacerla más sustentable.
Su proyecto fue seleccionado en 2016 para entrar a una incubadora de negocios en su alma mater. Ahí descubrieron que existían métodos como el cultivo de hidroponía y la agricultura vertical urbana, dos tecnologías con muy poca presencia en México y Latinoamérica.
“Pivotamos para enfocarnos en la agricultura hidropónica, pero ahora de manera vertical y en espacios cerrados. Es decir, hidroponía vertical en ambiente controlado. Conseguimos la inversión para la primera etapa del proyecto a través de un crowdfunding y arrancamos”, detalla Lizardi.
Verde Compacto se dedica a construir granjas e invernaderos con sistemas de hidroponía vertical en ambiente controlado. Además del diseño y la instalación, la startup brinda toda la capacitación, soporte y asesoría a sus clientes, “para que cualquier persona pueda empezar su negocio de producción de alimentos frescos”.
Hoy en día cuentan con dos modelos: el de forraje y el de vegetales. El primero está dirigido a la producción de alimento para ganado y son contenedores de 30 metros cuadrados, reciclados y adaptados para funcionar como invernaderos. Este puede producir al año lo mismo que media hectárea o 5,000 metros cuadrados, aseguran los emprendedores.
También ofrecen sistemas a la medida que se pueden adaptar a bodegas, laboratorios, hoteles, restaurantes o casas particulares que quieran producir sus propios alimentos o iniciar un pequeño negocio. Estos requieren un mínimo de 4 metros cuadrados y pueden producir vegetales, tubérculos, flores, hierbas y otros comestibles.
El siguiente paso es producir sistemas caseros para departamentos, que se pueda instalar en espacios desde un metro cuadrado. “En ese espacio puedes producir entre 150 y 200 plantas.
Desde sus inicios, los jóvenes leoneses se dedicaron no sólo a fortalecerse como negocio, sino también como una marca presente en el ecosistema emprendedor. Ese posicionamiento dio resultados, pues los llevó al estanque de tiburones de Shark Tank México.
Su preparación incluyó “ver todas las temporadas del programa, analizar a detalle los perfiles de cada ‘shark’, los pitches, qué evalúan. No queríamos que nos agarraran ‘en curva’, y sí sirvió”, cuenta Lizardi.
Jorge y Juan presentaron su pitch frente a Marisa Lazo, Alejandra Ríos, Marcus Dantus, Amaury Vergara y Bryan Requart. Los primos hicieron una oferta inicial de ceder el 5% de la empresa a cambio de una inversión de 2 millones de pesos.
Aunque tuvieron una oferta muy interesante de Marcus, finalmente, los fundadores de Verde compacto se quedaron justo con los dos tiburones que tenían en la mira desde un inicio: Ale Ríos y Amaury Vergara, quienes cerraron el trato por 2 millones a cambio del 10% de Verde Compacto.
La inversión estará destinada a seguir desarrollando tecnología para hacer la agricultura más sustentable, combatir la incertidumbre alimentaria y promover la producción local para negocios y autoconsumo.
