La búsqueda de “libertad”, mejores condicionales laborales y económicas o materializar un sueño son algunos de los motivos por los que muchas personas deciden emprender. Aunque varias de ellas inician su propio negocio con ayuda de socios y un sólido equipo que los respalde, hay otros tantos, conocidos como solopreneur, que se embarcan a este viaje totalmente solos.
Los emprendedores solitarios son aquellos que tienen un modelo de negocio en el que un solo empleado gestiona y opera todo lo relacionado con la empresa, por lo que los resultados y crecimiento dependen enteramente de lo que ellos mismos hagan.
Este tipo de emprendimiento tiene tanto ventajas como retos; te los contamos para que puedas decidir si ser un solopreneur es para ti.
Que todo el peso de una empresa recaiga en ti no es sencillo, por lo que este modelo de emprendimiento no es para todos. Estos son algunos otros de los obstáculos que te puedes encontrar en el camino y que debes considerar si piensas ser solopreneur:
Aunque seas muy independiente, en ocasiones puedes llegar a sentirte solitario al no tener a un compañero o equipo que esté viviendo lo mismo que tú y con quien puedas compartir alegrías o preocupaciones.
El trabajar con otras personas con diferentes experiencias, entornos y vivencias, suele aportar enfoques variados a un mismo problema; sin embargo, al trabajar solo puedes llegar a perder esta pluralidad de ideas.
Si emprendes por tu propia cuenta y sin apoyo de nadie, todo el funcionar de la empresa recaerá en ti, por lo que es probable que pueda haber momentos en los que se acumule el trabajo y tengas que destinar más tiempo del planeado.
Puedes tener una sólida red de contactos; sin embargo, al no tener un socio o compañeros, te puedes estar privando de otras oportunidades de negocio que ellos te podrían generar.
Posiblemente seas experto en la parte operativa, pero es probable que a lo largo de tu trayectoria no hayas tenido que enfrentarte a labores administrativas, por lo que tendrás que destinar el tiempo suficiente para conseguir las habilidades necesarias que te permitan gestionar tu negocio de manera correcta.
Tu negocio puede ir viento en popa, pero también atravesar por baches que, al saber que dependen enteramente de ti, pueden impactar de manera negativa en tu estado anímico.
Aunque haya varios retos que podrían causarte miedo, también hay muchos beneficios que pueden animarte a tomar este rumbo, entre los que podemos destacar:
Ver que tu negocio está funcionando de la manera esperada e incluso superando tus expectativas, puede producirte una importante sensación de realización y darle un empujoncito extra a tu autoestima.
Durante este trayecto enfrentarás muchos retos que, al ser superados, te convertirán en una persona resiliente, además, poco a poco irás superando tus miedos.
No tener que pagar una oficina o equipos de cómputo, así como ahorros de energía o en una nómina, son factores que influyen en que tus costos sean más bajos comparados con los de un emprendedor.
Las decisiones que tomes dependerán enteramente de ti y de tu visión de negocio, por lo que tendrás mayor control en los resultados, servicios, cambios y más.
Si bien puede que la carga de trabajo sea mayor, también es una realidad que tú tienes la posibilidad de establecer tus horarios y días de trabajo o elegir desde dónde trabajar, todo en función de la organización que más te sirva y contribuya a conseguir los resultados esperados.
Para gestionar enteramente tu negocio, deberás adquirir nuevos conocimientos que te ayudarán a tener un perfil mucho más sólido y contar con más herramientas para sacar adelante tu emprendimiento.
Si con toda esta información decides convertirte en solopreneur, deja atrás tus miedos y recuerda que la pasión que pongas en tu proyecto será clave para materializar y potenciar tus sueños.
