



En México, todo individuo o persona física, como los identifica el Servicio de Administración Tributaria (SAT), que perciba ingresos por sueldo u otras actividades económicas, debe pagar el Impuesto Sobre la Renta (ISR). Este se aplica a todas las percepciones del contribuyente y puede incluir el cobro de impuestos por depósitos bancarios, ya sea por transferencia o en efectivo.
El Articulo 1 de la Ley del ISR (LISR) detalla que las siguientes personas, tanto físicas como morales, están sujetas a este compromiso fiscal:
Todo el dinero que ingrese a tus cuentas bancarias puede ser considerado un ingreso ante el SAT, tanto los depósitos en efectivo como transferencias. En caso de no ser un ingreso, el contribuyente tendrá la oportunidad de demostrarlo para que no sea sujeto de gravamen.
La Secretaría de Hacienda (SHCP) puede solicitar una revisión de tus cuentas bancarias, si lo considera pertinente, para verificar el incremento en tu patrimonio. Con esta información, el organismo podría solicitarte el pago del ISR y del Impuesto al Valor Agregado (IVA) por el dinero recibido.
El SAT puede auditar los depósitos en efectivo superiores a 15,000 pesos mexicanos en un mes y determinar si deben pagar impuestos.
La medida es parte del Paquete Económico de la Ley de Ingresos 2022 de la SHCP, aprobado por el Poder Legislativo a finales del año pasado. En él se estipula que las instituciones bancarias deben presentar un reporte mensual al SAT de todas las operaciones en efectivo mayores a ese monto.