El ‘jabón chiquito’ es un ícono de la cultura mexicana desde los años 50 y cualquiera que haya amado conoce esta famosa marca. ¿Qué recuerdos tienes con él?
La historia del ya clásico Jabón Rosa Venus o como cariñosamente se le conoce en México, ‘el jabón chiquito’, es muy interesante y va más allá de la referencia popular y humorística al sexo casual. Rosa Venus es un jabón de tocador 100% mexicano que nació en la década de los 50. Al igual que varios de los productos de la fábrica La Corona, el pequeño jabón rosa es sinónimo de calidad, tradición y buen precio.
¿Quién hace el jabón Rosa Venus?
La fábrica de jabón La Corona fue fundada en 1920 por Esteban González Padilla, originario de Tepatitlán, Jalisco. Su producción cuenta con varios de los jabones mexicanos más populares como: Roma, Zote, Tepeyac y Rosa Venus.
Actualmente la fábrica se encuentra en Ecatepec, Estado de México, y produce alrededor de 72.6 millones de jabones chiquitos al año. Es decir, que el 80% de su producción en jabones de tocador corresponde a la marca Rosa Venus. La clásica marca mexicana ha trascendido fronteras y también es consumida en Centroamérica, Sudamérica y Estados Unidos.
El jabón “chiquito”
Su producción comenzó en 1950 y buscaba ofrecer un producto de calidad a un precio justo, una opción a las marcas extranjeras que inundaban el mercado. Por esa razón sus creadores pensaron en un eslogan que acompañara los principios de la marca: “Un jabón tan bueno como los demás, pero a un precio justo” .
Al principio Rosa Venus se vendía sin envoltura pues era exhibido en grandes bomboneras de vidrio sobre los mostradores de tiendas y farmacias. Esta forma de distribución abarataba aún más sus costos y lo volvía muy accesible para las familias mexicanas de clase media y baja.
La marca debió superar con calidad y precio a la competencia que gozaba de gran publicidad con artistas mexicanas y extranjeras de la época, como María Félix, Silvia Pinal, Silvia Derbez y Natalie Wood. Pronto Rosa Venus se volvió un jabón querido y preferido por todos los mexicanos.
Este clásico jabón tiene cinco tamaños diferentes: 25, 50, 100, 150 y 200 gramos. Y cuenta con tres presentaciones: rosa, blanco y antibacterial. Es importante aclarar que desde sus inicios, la fórmula del Rosa Venus sigue siendo la misma.
¿El jabón de los enamorados?
Aunque es conocido por ser utilizado en los hoteles de paso , cabe señalar que los principales consumidores de Rosa Venus no son los hoteleros sino las familias mexicanas. Para ser más exactos solo el 15% de la producción de jabones chiquitos está destinada al uso institucional (hoteles, escuelas, restaurantes, oficinas, etc.) mientas que el 85% es destinado a uso doméstico.
Sin embargo, el sentido del humor mexicano y el imaginario colectivo han colocado a este jabón como un referente sexual. Durante las fechas cercanas a la celebración del Día de San Valentín, el jabón Rosa Venus se vuelve viral en redes sociales . No pueden faltar los memes que hacen alusión al aumento de su producción por el exceso en la demanda. A pesar de todo esto resulta interesante saber que en estas fechas no se registra un gran repunte en las ventas como popularmente se piensa.
En el amor, en los viajes, en la vida cotidiana y en el hogar, no cabe duda que el pequeño jabón Rosa Venus es una de las marcas más emblemáticas y queridas por todos los mexicanos.
Por Tania Alemán Saavedra