No es novedad que el mundo atraviesa una transformación digital sin precedentes, que ha transformado radicalmente nuestras actividades, desde el ámbito económico en diversas industrias a nuestras actividades diarias: recreativas, sociales, hasta las educativas. Y aunque llevamos algunos años hablando de esta transformación, todo parece indicar que el proceso de transformación tecnológica seguirá profundizandose de manera acelerada, puesto que cada nuevo descubrimiento inaugura nuevas vías de experimentación y abona el camino para más innovaciones.
Sin duda, el campo de la tecnología es uno de los ámbitos más emocionantes y llenos de oportunidades para desarrollarse profesionalmente. No es de sorprenderse que mi socio y cofundador, Gerry Giacomán Colyer, coincidieramos en nuestra pasión por aquellas empresas que tienen a la tecnología como centro. Pensando en los jóvenes que están evaluando qué estudiar, en profesionistas que consideran cambiar de carrera, o incluso en adolescentes con curiosidad, me gustaría compartir algunas recomendaciones basadas en mi experiencia, para ayudarlos a incursionar con el pie derecho en el mundo de la tecnología e incluso invitarlos a ser parte de este apasionante mundo, si es que aún no lo han considerado.
Lo primero que hay que tener claro es que, si alguien piensa dedicarse a la tecnología, debe descubrir si realmente le apasiona el funcionamiento de las ciencias computacionales y si disfruta el proceso de desarrollar habilidades relacionadas. El mercado del talento es competitivo, con cientos de miles de amantes de la tecnología. Si su interés nace exclusivamente de una perspectiva de lucro, es muy probable que se desanimen en el camino, ya sea en esta industria o en cualquier otra.
Dicho esto, Roma no se construyó en un día. Ningún desarrollador de software nació conociendo lenguaje de programación o aprendió a dominarlo en un par de días. El proceso no será rápido. Sin embargo, si tienen genuina curiosidad y les gustan los retos de solución de problemas prácticos, el proceso de aprendizaje será enriquecedor, a pesar de sus inherentes dificultades.
Derivado de la disponibilidad de recursos prácticos y comunidades de interés en línea, que pueden proveer redes de apoyo mutuo y retroalimentación de alto valor, existe una cierta controversia respecto de si la educación formal universitaria es la mejor opción para desarrollar nuevos talentos en tecnología, o si el esquema de autoaprendizaje ha desplazado a las universidades.
En mi caso, soy una de las personas que no terminaron una carrera orientada al desarrollo de software en la universidad. Sin embargo, desde muy chico me interesé en los sistemas operativos, en particular Linux. Compraba revistas sobre el tema, empecé a hacer instalaciones y cuando tenía catorce años, me encontraba dando una conferencia con un grupo de usuarios de Linux donde había personas con estudios avanzados, algunas del CINVESTAV, de quienes aprendí mucho. A través de ellos, conocí a otras personas apasionadas que estaban dedicadas de lleno a la programación.
Hace apenas cuatro años volví a interesarme por estudiar ingeniería en sistemas, e inicialmente, varias universidades me rechazaron. SIn embargo,tras varios intentos logré ingresar a un programa en línea. Cursando este programa, e incluso antes de terminar, completé el proceso de registro de tres patentes de algoritmos en Estados Unidos, en el contexto de otro emprendimiento que estaba llevando a cabo.
Tal vez por estos antecedentes, anteriormente pensaba que la educación formal no era un criterio relevante. A la hora de revisar el curriculum de un candidato, no siempre daba importancia a la educación formal y me concentraba más en lo que el candidato sabía hacer, o en su experiencia laboral, lo cual sin duda tiene mucho valor. Sin embargo, debo reconocer que mi perspectiva ha cambiado al darme cuenta de que existen perfiles y habilidades específicas para los cuales las universidades manejan un estándar, lo cual es bastante útil para partir de una base sólida.
En todo caso, el autoaprendizaje y la educación formal son complementarios. No hay razón para descartar oportunidades para aprender bajo cualquier formato. Lo importante es continuar avanzando a pesar de los obstáculos y siempre buscar alternativas.
Desarrollar habilidades y emprender son actividades que se complementan. Así como es común pensar que es indispensable graduarse de una universidad para conseguir un buen empleo o iniciar un negocio, muchas personas creen que emprender en el sector de la tecnología es algo reservado para quienes han hecho un descubrimiento revolucionario.
La verdad es que emprender un proyecto de tecnología, incluso careciendo de un modelo de negocios bien estructurado y definido, nunca deja de ser una gran idea. Algunas de las empresas más exitosas actualmente no tenían un modelo de negocio definido al inicio, como TikTok o Facebook. La clave está en construir sistemas nuevos, de experimentar e ir creando una red de contactos con intereses similares. El mundo está lleno de necesidades reales, no se necesita inventar el hilo negro.
En el caso de Clara, nos han preguntado cómo es que la empresa logró crecer tan rápido en tan poco tiempo. En realidad, Gerry y yo estuvimos intentando desarrollar algunos otros proyectos en distintas ocasiones antes de encontrar el modelo de Clara. En este proceso, uno va descubriendo sus fortalezas y debilidades como emprendedor y cómo te puedes complementar con personas que sean mejores que tú en tus áreas débiles. La clave ha sido nuevamente, haber detectado una necesidad real, latente para nosotros como emprendedores en múltiples ocasiones, y a partir de ahí desarrollar un producto con bases tecnológicas sólidas.
Es importante recordar que cada nuevo proyecto de desarrollo en el ámbito de la tecnología, es potencialmente un nuevo proyecto de emprendimiento. No hay que sentir prisa por acertar en el primer intento por emprender, lo importante es iniciar proyectos que resulten interesantes para determinado público. Casi nadie acierta a dar con el modelo de negocio perfecto en su primer intento.
Algunas recomendaciones que cualquier persona podría tomar hoy mismo, para comenzar a explorar el campo de la tecnología y descubrir si su futuro profesional reside allí, son las siguientes:
Por último, considero que todo el mundo podría beneficiarse de aprender a programar a un nivel básico. La estructura lógica que el desarrollo de lenguaje de programación nos ayuda a desarrollar no sólo sirve para programar software, sino que nos ayuda a construir una disposición mental útil para resolver problemas y para analizar racionalmente cualquier situación. ¡Este es su momento, no lo desperdicien!
