Innovación y digitalización de emprendedores en el campo: clave para impactar en la vida de las zonas rurales
Ayudar a los pequeños y medianos agricultores de la región de América Latina no está sólo en la aprobación de mejores legislaciones y subsidios, sino, en el desarrollo de soluciones holísticas que les ayuden a superar sus retos productivos.
Por Manuel A. Richter, co-fundador de Luxelare, startup impulsada por Wayra Hispam
Don Silvano se siente afortunado de tener que levantarse a las 4:30 am para ir a trabajar al campo. A diferencia de sus vecinos, él tiene trabajo. Don Silvano vive en un pueblo al norte de Sinaloa en México, que depende casi por completo de la agricultura; sin embargo, con las recientes crisis, el desempleo se ha disparado en la región. Los pequeños y medianos agricultores siembran menos y tienen bajos rendimientos, por lo que las fuentes de empleo escasean. La fortuna de Don Silvano es más que eso, pues seguir trabajando a pesar de la situación regional no es cuestión de suerte, sino de innovación.
La empresa agrícola donde trabaja Don Silvano invierte en tecnología agrícola que les habilita un uso eficiente del agua, bajos costos operativos y mayores rendimientos por hectárea. En otras palabras, la razón por la que él aún tiene un trabajo estable es porque la producción de la empresa sigue siendo estable.
Cuando se habla de la innovación en el campo pensamos que únicamente grandes empresas la implementan. Hoy startups como Luxelare, impulsada por Wayra Hispam, el brazo de innovación corporativa de Telefónica Movistar, desarrollan soluciones digitales para la cadena agrícola de América Latina, acercando las oportunidades de la agricultura digital a productores de todos los tamaños, como: la adopción de nuevos conocimientos y prácticas agronómicas, acceso a herramientas que impulsan la innovación y acceso a servicios financieros digitales.
En el 2015, Luxelare fue una de las primeras en dedicarse a ofrecer servicios de consultoría agrícola asistidos con drones en la región del pacífico norte de México. El desarrollo de la empresa era estable, pero con poco impacto. En poco tiempo, mi cofundador y yo nos dimos cuenta de que necesitábamos hacer algo más si queríamos impactar en la vida de los agricultores que más lo necesitaban. El crecimiento del sector agropecuario es esencial para los trabajadores del sector, pero también para la recuperación económica de las zonas rurales, de acuerdo con el Banco Mundial. El crecimiento de este sector es entre dos y tres veces más efectivo para reducir la pobreza que un crecimiento similar en otros sectores, como la minería, la manufactura y los servicios.
Por otro lado, la ONU calcula que alrededor del 81.3 por ciento de los campos agropecuarios en el continente pertenecen a pequeños y medianos agricultores, los cuales, siguen enfrentando graves obstáculos y retos para salir adelante, como lo son sequías e inundaciones en donde los productores pierden la mayoría de sus cosechas. El bienestar de cerca de 500 millones de familias depende del desarrollo de la producción agropecuaria.
En este contexto, unos años más tarde, lanzamos Captum, una plataforma digital todo en uno para el monitoreo, registro y seguimiento de los cultivos. Captum, es una solución de agricultura inteligente que incluye sensores, drones, satélites, y otros activos agropecuarios para generar y transmitir datos sobre un cultivo, animal o práctica específicos para respaldar las actividades de los agricultores, por lo que utiliza la conectividad entre dispositivos compatibles con la IoT para optimizar los procesos de producción y las condiciones de crecimiento mientras se minimizan los costos y se ahorran recursos.
El despliegue de esta plataforma nos puso en contacto con nuevas problemáticas en la cadena de valor, tales como falta de acceso a un seguro justo y asequible, una baja interacción entre la industria y los agricultores, y el bajo dominio de la tecnología para el campo.
En 2019 añadimos otra plataforma digital a nuestro catálogo de soluciones, pero esta vez, orientada a las agro-aseguradoras con el fin de facilitar las operaciones diarias de los fondos de aseguramiento y habilitar las condiciones para ofrecer primas más accesibles al pequeño agricultor.
Y finalmente, este año, lanzamos un servicio de extensionismo digital. Una plataforma de mensajería por la cual brindamos información meteorológica y apoyo técnico a los agricultores que no tienen acceso a un teléfono inteligente o internet. Además que, actualmente, estamos trabajando en el lanzamiento de una aseguradora agrícola para ofrecer seguros paramétricos confeccionados a las necesidades particulares de los agricultores de cada región de México y América Latina y de esta forma a través de nuestros servicios contribuimos a cerrar la brecha digital en el campo.
El camino que hemos recorrido en Luxelare, es un buen ejemplo de que el mercado en México y América Latina necesita soluciones holísticas que agreguen valor en más de un área a la vez. Pues, aunque aún hay lugar para la hiperespecialización, la cadena agroalimentaria demanda este tipo de soluciones. La clave para ayudar a los pequeños y medianos agricultores de la región de América Latina no está sólo en la aprobación de mejores legislaciones y subsidios, sino en el desarrollo de soluciones holísticas que les ayuden a superar sus retos productivos.