La habilidad de las empresas en los próximos dos años será la capacidad de poder identificar y adaptarse a los cambios repentinos, que no significan crisis potenciales, sino más bien optimizar y desarrollar competencias que ya tenemos dentro de nuestro ámbito laboral, así como formar nuevas habilidades bajo nuevas metodologías como el smart working.
En Gympass anticipamos que una de las grandes adaptaciones será hacia el smart working: una metodología basada en brindar a los equipos las herramientas necesarias para que puedan alcanzar un nivel de rendimiento profesional máximo, sin importar desde dónde laboran.
Las empresas con este enfoque estarán mucho mejor preparadas para aprovechar los cambios, que pueden venir desde distintos aspectos: la evolución de la tecnología, apertura de nuevos mercados, aceleración de tendencias relacionadas con las políticas laborales, gestión y análisis de datos, adopción de enfoques de liderazgos más incluyentes, entre otros.
El smart working parte de la confianza en todo el proceso y se considera que el trabajo se realiza cuando se cumplen los objetivos establecidos, lo que implica toda una nueva forma de gestionar el clima laboral y también el liderazgo.
Considerar que tener las herramientas tecnológicas es suficiente para que sean adoptadas por los colaboradores es insuficiente. Siempre es necesario fortalecer el mensaje con las acciones y evitar brechas de comunicación, que han sido una de las preocupaciones más constantes en las empresas durante los últimos 24 meses. En el caso específico de plataformas de bienestar, por ejemplo, pueden ser un catalizador importante para que los equipos se conozcan en ambientes más lúdicos, ya sea en actividades físicas o de wellness, como entrenamientos de cardio, yoga o meditación.
Evaluar es la única forma de separar las percepciones de los hechos y poder tomar decisiones. En este sentido, la tecnología es un gran aliado para detecciones tempranas de hábitos que pueden convertirse en un factor de riesgo como un exceso de horas sedentarias o sin pausas saludables.
Ya no podemos hablar de una sola forma de trabajo porque cada vez habrá nuevos modelos y verticales. Lo que no podemos perder de vista son las capacidades y habilidades que necesitamos para poder responder a estos nuevos escenarios, que estarán impulsados tanto por las necesidades de los colaboradores, los objetivos de negocio y los propios cambios que traerá este año.
