¿Alguna vez te has puesto a jugar con tu celular para evitar hacer plática en una sala de espera o en el Uber? No estás solo. Una encuesta de la agencia de ciberseguridad Kaspersky Lab descubrió que el 72% de personas en México usan su teléfono móvil como una especie de escudo para no interactuar con el resto de la gente.
Las personas hacen esto para pretender estar ocupadas especialmente cuando no saben cómo comportarse en una situación determinada. Otros resultados del estudio arrojaron que 36% de los encuestados usan su dispositivo para perder el tiempo, mientras que el 42% lo aprovecha como un medio de distracción en situaciones aburridas.
Estos resultados no deben sorprender tanto si consideramos que la nomofobia es un padecimiento cada vez más prevalente en la sociedad. Su nombre viene del vocablo inglés “No mobile phobia” y se trata del temor generalizado de salir de casa sin el celular y quedarse desconectado del mundo.
Cifras de IAB México y Millward Brown señalaron que una persona ve su celular en promedio 150 veces al día. Tal vez no debería ser noticia que algunas esas de tantas consultas se utilicen para bloquear al mundo real y limitar las interacciones.
Los millennials son prácticamente una generación muda, pues un estudio reflejo que los nacidos entre 1981 y 1996 le tienen pavor o alguna especie de ansiedad por contestar y realizar llamadas por teléfono.
Según los resultados de la encuesta ‘Generation mute, millenials phone call statistics’ realizado a 1,200 personas por la compañía BankMyCell, el 81% de los millennials evita a toda costa hacer llamadas por teléfono o tienen que prepararse antes de marcar porque les causa ansiedad. De la misma manera, recibir una llamada les parece una intrusión a su vida personal pues prefieren interactuar vía WhatsApp.
