Para muchos emprendedores, entrar al mundo del comercio digital es todo un desafío. Uno de ellos es la enorme cantidad de canales que existen para vender online, cada uno con distintos requerimientos, procesos y logística. Por eso existe Olist, una plataforma que soluciona todos los problemas de gestión que implica el ecommerce para los negocios pequeños y medianos.
El unicornio brasileño tiene como misión empoderar a los emprendedores minoristas y simplificarles la vida. Ellos se encargan de colocar sus productos en diversos marketplaces, como Mercado Libre, Amazon, Coppel y Walmart, entre muchos otros. Además, asumen toda la logística de venta y postventa.
“Somos una store-in-store, un canal de venta que coloca los productos de pequeños productores, empresas y comerciantes en todos los marketplace posibles. Ellos solo cargan su producto en nuestra plataforma y nosotros nos ocupamos de todo, para que ellos no tengan que preocuparse por nada”, explicó Ezequiel Rubín, country manager de Olist México, en entrevista con Emprendedor.com.
En diciembre de 2021, Olist se sumó a la lista de unicornios latinoamericanos. La startup cerró una ronda de inversión Serie E por 186 millones de dólares y alcanzó una valoración superior a los 1,500 millones de dólares. En la inversión participaron SoftBank, Hedosophia, Corton Capital, Valor Capital, Goldman Sachs, Globo Ventures y Wellington Management.
Lo único que tienen que hacer los vendedores, es darse de alta en la plataforma y subir sus productos con toda la información necesaria: descripción, precio, stock y foto. Tras realizar un análisis de factores como el precio y los competidores, Olist publica los artículos en las páginas donde tengan más oportunidad de éxito. Además, garantizan que éste aparecerá en las primeras posiciones de búsqueda, gracias a la reputación de Olist.
Su servicio incluye ayudar al emprendedor a fijar precios competitivos para cada canal. “La clave es tener bien claro qué vas a vender, dar información precisa y clara en el catálogo, y estar consiente quiénes son los competidos. Porque puedes tener un producto muy bueno, pero si no tiene el precio correcto para ese marketplace, no se va a vender”.
Olist también coordina los envíos. Cuando alguien hace una compra, los vendedores “solo tienen que imprimir una etiqueta que les mandamos desde nuestra plataforma, pegarla en una caja y sale el producto. Ya no tienen que lidiar con qué servicio de paquetería elegir, nosotros lo hacemos según el que más le convenga”.
En la parte de postventa, la startup se hace cargo de resolver cualquier inconveniente con los compradores, como reclamos y devoluciones.
La historia de Olist comenzó en 2007, en Brasil, cuando el emprendedor Tiago Dalvi abrió una tienda física para apoyar artesanos y poco después la convirtió en una página de ecommerce. Sin embargo, el fundador detectó la necesidad que ahora cubren y cambió el modelo de negocio.
Olist nace oficialmente en 2015, como “una tienda dentro de los marketplace”, con un enfoque social además de comercial. “Queremos darle a los pequeños emprendedores, fabricantes y vendedores, la oportunidad de hacer cambios estructurales, tanto en su negocio como en su vida, mediante las ventas que generan a través de nosotros”, comenta Rubín.
La startup puso la mira en México como el primer mercado para expandirse fuera de Brasil. Comenzaron a habilitar la plataforma para vendedores mexicanos en agosto de 2021, y abrieron sus oficinas en el país en octubre del mismo año.
“Elegimos México porque es uno de los grandes mercados de Latinoamérica. Tiene demasiado potencial por la enorme cantidad de PyMEs que venden online y necesitan este tipo de soluciones”, apuntó Ezequiel.
Más de 45,000 tiendas y negocios minoristas ya son clientes de Olist y han colaborado con más de 100 mil emprendedores en sus dos sedes. Tienen más de 4.5 millones de productos registrados y han generado ventas superiores a los 7 millones de dólares. Para finales de 2022, esperan sumar 100 mil asociados más.
En México, trabajan con diversos segmentos como decoración, juguetes y bienestar, entre otros. Por el momento no manejan emprendimientos de venta de comida ni ropa en tallas o colores. En el caso de los electrónicos, solo los comercializan si se cuenta con la factura de la marca original.
