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04-01-2022, 9:01:37 AM

¡Ojo! 8 señales de que tu equipo quiere ‘comerte vivo’

Pocas veces los jefes son advertidos acerca de lo peligroso que resulta no prestar atención a las diferentes señales de alerta que su propio equipo le va dando, de su disconformidad. El riesgo de caer en tal ingenuidad podría llegar a costarte el puesto.

Entiendo que debe ser una costumbre un poco normal la de apostar por el más débil. Véase si no lo sucedido en la final del último Mundial de Fútbol, en el que había más hinchas croatas en Buenos Aires que en la mismísima Zagreb. O cuando hay algún otro evento deportivo en el que la diferencia se hace patente, seguro que las masas estarán a favor de quien va con todo en contra.

En esa línea, y trasladándolo al mundo laboral , la mayoría de las personas tiende a sentir más simpatía por el subordinado que por el jefe. Llámenle identificación, empatía o como prefieran. Incluso, existen cientos de bibliotecas en las que se aluden a los malos líderes . Hay miles de artículos sobre los principales rasgos negativos del jefe, el Síndrome de Cronos , al papel clave del jefe como causantes de distintas desgracias, etcétera. Sin embargo, no existe demasiada letra respecto a algunos grupos de empleados que se ponen de acuerdo para hacer caer a su jefe.

Me tocó ver de cerca en más de una ocasión cómo un supervisor era”cocinado lentamente a las brasas”, propiciando su salida veloz de la organización y por una puerta bastante más pequeña que por la que entró. Entonces, hoy quiero darte algunas señales a las que debes poner atención, porque si se repiten en tu equipo, estarás frito.

1. Nadie te dice dónde están guardados los archivos

Tal como se sabe, para poder trabajar hace falta información, y en este aspecto los registros virtuales son indispensables.  Al no poder contar con los datos suficientes será directamente imposible arribar a un buen resultado. O también puede suceder que pierdas demasiado tiempo intentando rastrear lo que buscas, restándote eficacia en la tarea.

Como dice el aforismo, “Información es poder” y aquí se comprueba una vez más. Llegar al final de este recorrido puede ser tan arduo como un laberinto del que ni siquiera puede asegurarse que tenga una salida. Solo el que navegó en un mar embravecido sin brújula, experimentó una sensación similar a la que atraviesan muchos líderes en este caso.

2. Te cuentan cosas que no son, dejándote en offside

No solamente con la idea de convertirte en un reproductor de rumores, sino más que nada haciendo lugar al dicho de “venderte pescado podrido”. Un ejemplo típico es cuando te encuentras dando argumentos ante un cliente o proveedor que no tienen razón de ser y te das cuenta cuando alguno de ellos te dice “¿Pero quien te dijo que nunca han aceptado cheques si he pagado así desde hace 20 años?” o “¿Desde cuándo te hacen falta 3 presupuestos para cotizar, si jamás se había hecho así?

Por un tercero te enteras que fuiste a negociar con espadas blandas, con una pistola sin balas o con unos guantes de papel.

3. Cumplen con las consignas que les das, pero a destiempo o incompletas

No podrás regañalos por no cumplir sus tareas porque te las entregan, pero lo hacen a partir de infinitos reclamos de tu parte, llegando tarde y brindando un trabajo final de escaso valor.

Un caso típico es lo que sucede con los supervisores de mantenimiento cuyos operarios no sueldan con atención por los detalles, o descuidan aspectos operativos que si bien no son cruciales, dañan la calidad del producto final. O también cuando le encargas a tu empleado una gestión de cobranzas, pero lo que consigue del proveedor está fuera de los plazos que, expresamente, le habías establecido.

4. Hablan con tu superior, por temas que podrían resolver perfectamente contigo

En Argentina llamamos a esto “puentear” o “ bypassear ” en alusión a la cirugía cardiovascular que evita una vía enferma en el paso de la sangre del corazón.
En el ámbito organizacional aplica a pedir un permiso, sugerir algo o reclamar alguna cosa. Saben a la perfección que en todos los casos eres el indicado jerárquicamente, sin embargo, la intención es transformarte en una persona invisible o directamente inexistente.

5. Te obedecen maliciosamente

Debo este concepto a Ricardo y Claudio , clientes históricos y ávidos lectores de temas vinculados al management . Consiste en hacer algo que se sabe va a estar mal, pero respetar la consigna al pie de la letra con la idea de dejarte como un estúpido (otra vez). Ejemplos: ajustan una máquina hasta que la rompen; exigen algo a un cliente de forma tan imperativa que decide abandonarnos; compran un insumo muy por encima de su valor, aduciendo que tú les pediste que adquieran “lo mejor”.

6. Nadie te cuenta las costumbres de la empresa

Por ejemplo, vestir informalmente los viernes. De esa forma, rápidamente podrías sentirte tan desubicado como quien va disfrazado de Batman a un bautismo. Una vez más la intención aquí es aprovecharse de tu desconocimiento, para hacerte quedar mal.

7. Te dejan solo en los espacios comunes

Es cierto que hay jefes que por norma (o vaya a saber qué cosa), prefieren evitar los espacios comunes para que sus colaboradores no se confundan, evitando así un que “se den malas interpretaciones o se crucen líneas de jerarquía”. Pero también hay que decir que existen situaciones en las que sucede lo opuesto, siendo los propios empleados quienes se niegan a estar junto a su líder durante el almuerzo restándole la oportunidad de establecer vínculos con los demás. Equiparable casi a la figura del muerto civil en la antigua Roma, debo decir que esto genera una de las circunstancias más difíciles de tolerar por el homenajeado.

8 y final. Cuentan rumores incomprobables sobre ti

Cito algunas  de las cosas más rutilantes que me ha tocado escuchar que han dicho empleados de sus jefes con tal de hacerles daño: “Me dijeron que en otro empleo se agarró a golpes con un compañero. Por eso lo echaron” o “Yo conozco a un vecino de su barrio. Dicen que le debe hasta al de la tiendita de la esquina”. Última: “Toma whisky todas las noches, por eso llega con la cara roja en la mañana. ¿No te has fijado que habla medio de costado, como para que no se note el aliento?”…

En resumen, se trata de estar advertido para poder tomar cartas en el asunto a tiempo, ya sea conversando con los colaboradores o bien, iniciando, en casos extremos, una búsqueda de empleo.

liderazgo Señales trabajo en equipo
autor Psicólogo especialista en empresas - Escritor - Agile Coach Certificado ITF - Facilitador en Metodologías Ágiles y en Experiencias de Design Thinking.