



Este fin de semana, el mundo fue testigo del esperado renacimiento de Notre Dame de París, uno de los monumentos más emblemáticos de Francia.
Tras el devastador incendio de abril de 2019, que casi destruye esta joya arquitectónica de más de 850 años, la catedral reabrió con una serie de ceremonias cuidadosamente orquestadas que combinan rituales religiosos, música y simbolismo.
La reapertura de Notre Dame comenzó el sábado 7 de diciembre con una ceremonia oficial encabezada por el presidente Emmanuel Macron, quien cumplió su promesa de restaurar la catedral en cinco años. El evento ocurre en un momento poco cómodo para el gobierno francés, pues esta semana, la Asamblea Nacional votó por la destitución del Primer Ministro, Michel Barnier.
Macron pronunció un discurso inicial antes de que el arzobispo de París, Laurent Ulrich, iniciara el ritual de reapertura de las majestuosas puertas de la catedral.
El arzobispo tocó las puertas con un bastón diseñado especialmente para la ocasión por Sylvain Dubuisson, utilizando madera de los restos del tejado original que sucumbió al incendio. Con cada golpe del bastón, el coro respondió cantando el Salmo 121 tres veces, marcando un momento cargado de simbolismo.
Una vez abiertas las puertas, los invitados —entre ellos mandatarios internacionales, donantes y ciudadanos parisinos— ingresaron al renovado espacio sagrado.
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El punto culminante del sábado llegó con el despertar del gran órgano de Notre Dame, cuya imponente voz lleva silenciada desde el incendio. Tras ser limpiado de polvo tóxico, el órgano volvió a sonar cuando Ulrich pronunció una serie de incantaciones para “despertarlo”. Cuatro organistas, incluyendo a Olivier Latry, improvisaráon respuestas musicales que resonaon en las alturas de la catedral.
El domingo 8 de diciembre, se celebró una misa inaugural para consagrar el altar principal, con la asistencia de 170 obispos y sacerdotes de París. Por la noche, tuvo lugar la primera misa abierta al público, marcando el regreso oficial de los fieles al espacio restaurado.
La restauración de Notre Dame fue un esfuerzo titánico que involucró a 250 empresas y alrededor de 2,000 trabajadores y artesanos. El proyecto, que costó cerca de 900 millones de dólares, fue financiado por 340,000 donantes de más de 150 países.
Desde limpiar las piedras calizas cubiertas de hollín y plomo, hasta reparar las vidrieras y reconstruir el icónico techo de madera conocido como “el bosque”, los trabajos se realizaron bajo estrictas medidas de seguridad para evitar la exposición a materiales tóxicos.
Uno de los momentos más polémicos del proyecto fue decidir si se añadiría un toque moderno al diseño. Aunque se sugirieron propuestas como un rayo de luz o una estructura de fibra de carbono, finalmente se optó por una restauración fiel al diseño original, incluyendo la aguja de madera y plomo que corona la catedral.
La reapertura de Notre Dame reunió a una amplia variedad de asistentes, desde líderes mundiales hasta ciudadanos comunes.
Aunque el Papa Francisco no estuvo presente, sí asistió la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, junto con el presidente electo Donald Trump y el presidente Volodymyr Zelensky de Ucrania. Además, los eventos incluyeron a las personas más desfavorecidas de París, quienes han sido invitados por asociaciones caritativas para participar en este momento histórico.
En el marco de las celebraciones, un concierto de la Orquesta Filarmónica de Radio Francia, dirigida por Gustavo Dudamel, contó con la participación de artistas como el pianista chino Lang Lang y la cantante beninesa-francesa Angélique Kidjo. La televisión francesa transmitió los eventos en vivo para una audiencia global.
@larepublica.pe ¡Increíble! Ovación de pie a bomberos que participaron en la extinción del fuego de la catedral de Notre Dame en 2019 🥹👏🏻 #NotreDame #paris #iglesia #loultimo #LaRepublica ♬ sonido original – La República
La reapertura de Notre Dame marca un nuevo capítulo en su historia, pero las labores de restauración continuarán en los próximos años. Cerca de 150 millones de dólares restantes se utilizarán para reparar otras partes del edificio, como la sacristía y los arbotantes. Estos trabajos de restauración tardarán otros años.
A partir del 9 de diciembre, la catedral estará abierta al público de manera gratuita, cumpliendo la misión de la Iglesia Católica de recibir a todos sin distinción de creencias o situación económica.
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Además, se llevarán a cabo misas especiales para honrar a los bomberos que salvaron el edificio, a los trabajadores que participaron en su restauración y a los donantes que hicieron posible este milagro arquitectónico.