Podría parecer abrumador iniciar un negocio de comida en casa o en un local. Generalmente se cree que la cocina es algo pesado y demandante. Pero hay una cosa innegable: es un giro rentable con flujo de dinero constante. Por lo que, si estás pensando en este negocio, ¿qué podrías hacer para que todo vaya bien?
Un buen consejo es que todo proyecto complicado puede ser resuelto si lo desmenuzas en partes y vas atendiendo una a una. Al final, juntas todos los pedazos y tienes tu proyecto resuelto. Otra cosa que hacen las personas exitosas es tener un sistema. Para ello, hay que tener claras tus prioridades (lo que es más importante para ti), definir actividades y enfocarte en ellas.
Oso Trava, uno de los emprendedores más relevantes en la actualidad, en su libro “Haz lo que importa”, comparte que, en su búsqueda de la excelencia, encontró que la única forma de mejorar es con un sistema. Un sistema es algo que haces regularmente y que aumenta tus probabilidades de tener éxito a largo plazo. Es un tema de compromiso y repetición.
“Tienes que tener un sistema. No hay que trabajar duro, sino inteligentemente. De lo que se trata es de crear un método que te ayude a establecer los fundamentos de tu trabajo para entonces comenzar a construir el éxito que queremos”, asegura Oso Trava que aconseja crear la vida que quieres enfocándote en lo que es realmente importante para ti.
Iniciar un negocio rentable de comida desde casa o en local, implica compromiso y pasión, pero con tu sistema puedes convertir tu cocina en una fuente de ingresos rentable y satisfactoria.
Lo primero es asegurarse de que realmente hay un mercado potencial en la zona en donde quieres vender tu comida. Tiene que ser un área en la que haya oficinistas, estudiantes, jubilados, deportistas, emprendedores y cualquier trabajador que busque comer rico a un precio justo.
Comida corrida o un menú saludable. Pizzas, hamburguesas, hot dogs, alitas, antojitos, tacos, tortas, tamales. Comida mexicana, china o japonesa. Gastronomía internacional, vegetariana, vegana o gourmet. Jugos, snacks, donas, churros o postres. ¿Cuál es la mejor? Quizás lo que cocines más rico.
Lo siguiente es desarrollar la imagen de tu negocio de comida. El nombre es lo más importante. Cuando es de una sola palabra o máximo tres, se recuerda fácilmente. Por ejemplo: El Cardenal, Balcón del Zócalo, Rosetta, Pujol, Contramar o Expendio de Maíz. Y, desde luego, crear un logotipo original. Debe ser simple, pero atractivo.
Entre los dueños de franquicias se dice recurrentemente una frase: “Ubicación, ubicación, ubicación”. El sitio donde estará tu negocio de comida es tan importante como voltear a ver el tamaño de mercado. Debe ser un lugar con la suficiente cantidad de clientes potenciales que caminen y transiten por la zona.
Si deseas abrir un negocio de comida en casa debes saber que muchos hogares tienen uso de suelo comercial, y es completamente viable legalizar tu negocio para evitar que te molesten cuando estás arrancando tu emprendimiento. Y, cuando es un local de hasta 80 metros en la Ciudad de México, la alcaldía no te cobra por los permisos para alimentos.
Ya sea que tengas tu negocio de comida en casa, local, foodtruck o cualquier negocio de alimentos, si realizas entregas a domicilio tendrás más ventas llegando a más clientes a través de las apps como Rappi y Uber Eats. El servicio a domicilio es imprescindible.
Si ofreces servicios de banquetes y bocadillos deberás contar con equipo básico como transporte, charolas, manteles, soporte para pasteles, ensaladera, tazón, etc. También podrías vender comida para fiestas o eventos corporativos. Algunas ideas: taquizas a domicilio, desayunos empresariales, box luch para niños o catering gourmet.
Crear tu página web proyecta profesionalidad; así como crear tus cuentas en redes sociales y subir contenido de valor constantemente. Es aconsejable invertir en marketing digital, relaciones públicas y publicidad desde el principio. También es provechoso participar en eventos de comida.
