Las mascotas han pasado a ser parte fundamental en los hogares y familias en el país, pues, de acuerdo con el estudio realizado por GfK Pet Ownership, México es uno de los lugares más “petlovers” a nivel mundial, demostrando la importancia y respeto que los peluditos representan para los mexicanos, especialmente para las generaciones más jóvenes. Mientras esta tendencia de tener perros o gatos sigue al alza, otro cambio de comportamiento ha comenzado a tomar fuerza para millennials y centennials en todo el mundo: No quieren tener hijos.
Tan solo en datos del país, el Registro Civil reporta que existe un decremento del 22.1% en los nacimientos, un número nunca antes visto y que se espera continúe a la baja. Entre muchas razones económicas, académicas y medioambientales, los jóvenes no quieren ser padres “tradicionales” por los esfuerzos mayúsculos que esto representa, optando por adoptar perros, gatos u otros animales de compañía para brindarles una vida de amor y lujos como nueva tendencia.
Esta tendencia no hará más que incrementar, pues ante un entorno socioeconómico poco alentador, los jóvenes prefieren adaptarse a una mascota que los acompañe sin la necesidad de invertir tanto tiempo como lo requiere ser responsable de una vida humana. Entre algunas de las razones por las que miles de personas eligen tener mascotas se encuentran:
Frente a un crecimiento exponencial en la tenencia de mascotas, los mexicanos también se han vuelto más conscientes, responsables y respetuosos en el cuidado de sus animales. Reconociendo que éstos tienen necesidades complejas que requieren cuidados especializados realizados por expertos y que tener una mascota no solo se limita a brindarle alimento y un lugar donde dormir.
Estas nuevas necesidades han logrado que surjan empresas enfocadas en los cuidados de animales de compañía, generen nuevos servicios enfocados en el bienestar holístico de los “peluditos”, tales como spa para canes; masajes relajantes con aceites esenciales, productos para mascotas menos tradicionales como caballos, minipigs o hurones; terapias de duelo ante la pérdida de las mascotas, e incluso meditación con cuencos para ayudar a perros y gatos con problemas de estrés, depresión, conducta o ansiedad, todo ello con el objetivo de transformar por completo la industria veterinaria, centrándose en el bienestar de los animales y adaptándose a las nuevas tendencias que millennials y sus mascotas requieren.
Lejos de ser una decisión precipitada o “egoísta”, millennials y centennials han creado nuevos caminos que se adaptan más a sus necesidades individuales en un mundo en constante cambio, optado por nuevas prácticas que no sustituyen las maternidades y paternidades, pero que sí les brindarán compañía y amor mediante una mascota con propósito a la cual podrán ayudar a mantener sana, feliz y emocionalmente estable.
