Grupo Xcaret reúne diferentes conceptos –como Xel-Há, Xoximilco, Xavage, Xenses y Xplor, además de tours a lugares como Chichén Itzá y Tulum– recibiendo a casi 50 millones de visitantes en toda su historia.
Los que hayan vivido en la Ciudad de México en los años 80 recordarán las tiendas Pali , un lugar en donde vendían productos de diseño y era famoso por sus lámparas, mientras que un chilango de los 90 recordará los anuncios espectaculares en diferentes avenidas que decían: “Cuando vayas a Xcaret, no dejes de visitar Cancún” .
Pues Miguel Quintana Pali es el fundador de ambos negocios y hoy es uno de los empresarios turísticos más innovadores y reconocidos en el país y en el mundo.
Se autodefine como “parquero”, ya que en 1991 decidió vender Pali para dedicarse de lleno, a lado de sus socios, al desarrollo del parque Xcaret , inaugurado oficialmente en diciembre de 1990 y que hoy es uno de los destinos más importantes de Quintana Roo.
Hoy, Grupo Xcaret reúne diferentes conceptos –como Xel-Há, Xoximilco, Xavage, Xenses y Xplor, además de tours a lugares como Chichén Itzá y Tulum – recibiendo a casi 50 millones de visitantes en toda su historia.
Tan solo en 2018, Grupo Xcaret recibió a 4 millones de personas con boleto pagado, además de que hoy se está expandiendo a otros negocios dentro de la misma industria del turismo, como el Hotel Xcaret México, inaugurado en 2017 y que actualmente registra una ocupación promedio anual de 85% con la llegada de más de 586,000 huéspedes.
Entre sus atracciones únicas, Xcaret tiene un espectáculo llamado “México Espectacular” que ha sido visto por 22.5 millones de personas en más de 10,000 presentaciones en las que participan voladores de Papantla, jugadores de juego de pelota, cantantes, mariachis, danzantes prehispánicos, jinetes, charros y amazonas .
Xcaret también lleva a cabo diferentes labores sociales, desde apoyo a las comunidades vecinas hasta el rescate de guacamayas rojas, tortugas, flamencos rosas y jaguares.
En sus parques hay atracciones únicas, como grandes tirolesas sobre la selva, ríos subterráneos y espectáculos nocturnos, todo con un importante éxito entre turistas nacionales y extranjeros, además de entre la gente que vive en Quinta Roo.
En todos estos años, Grupo Xcaret ha visto pasar crisis económicas en el país, devaluaciones, huracanes, cambios fiscales y capítulos como la influenza H1N1 que han afectado al turismo, pero esta empresa de capital mexicano continúa creciendo y recibiendo a 70% de turistas internacionales.
Quintana Pali cuenta muchas de estas cosas, además de anécdotas y consejos para emprendedores en su libro “ Xueños ”, editado bajo el sello Conecta México y en el que narra desde cómo inició de niño vendiendo pequeñas artesanías que él mismo elaboraba hasta cómo decidió que debía dejar el negocio que le había dado para vivir muy bien durante 20 años para dedicarse de lleno a Xcaret, que era un negocio muy poco conocido en el país hasta ese entonces.
“El arquitecto”, como suelen llamarlo sus allegados en Xcaret, no suele dar muchas entrevistas, pero en esta ocasión aceptó charlar en exclusiva con Emprendedor.
Crecimiento continuo
El mercado turístico tiene hoy más demanda que nunca, por lo que Xcaret está siempre en constante renovación para no ser conformistas y siempre mejorar en todo, asegura Quintana Pali.
“Yo siempre presumo que el parque Xcaret tiene 500 albañiles de planta, porque seguimos cambiando y agrandando todo, entonces no sabemos cuándo se va a terminar de construir”, asegura.
Por ejemplo, actualmente Quintana Pali tiene en mente la creación de un nuevo parque que esté dedicado a la sostenibilidad . “Que se opere con su propia energía eólica y solar, que tenga a la vaca, la leche, el queso, la abeja y la miel”, revela.
“Pero por ahora hay que buscar cómo llenar todos los huecos que presenta, como en qué se va a divertir el visitante y cuál va a ser la actividad que, dentro de toda esa parte cultural, sea entretenida; es ir inventando cosas nuevas”.
En sus parques más recientes, Xenses y Xavage, pueden apreciarse diseños arquitectónicos atrevidos y atracciones más elaboradas, como un recorrido en contra de la gravedad o un río rápido artificial, lo cual representa llevar la creatividad y la ingeniería al límite, pero siempre aprovechando los recursos con los que cuentan.
“Estamos locos pero cuerdos. Mientras sean realizables las cosas, pues las hacemos”, aclara. “Cuando empecé (a desarrollar el parque Xcaret), yo no sabía lo que era un compresor o una excavadora, pero al primer problema que se presentó, tuve que comprar un compresor, y para otro problema más grande, una excavadora. Así que vas aprendiendo”.
El empresario dice que los proyectos futuros de Grupo Xcaret comprenden grandes excavaciones para túneles y ríos. “Con la maquinaria que hasta el día de hoy hemos usado no nos es posible hacer esos parques, pero ya hemos investigado de nueva maquinaria, más eficiente y más rápida”, afirma.
Lo que hace la diferencia
Para Quinta Pali, el concepto del Grupo Xcaret continúa siendo un éxito porque se atrevieron a hacer cosas diferentes en un destino turístico tan importante como Quintana Roo.
“Todo el mundo se ha ido sobre lo mismo: hacer hoteles. ¿Pero quién va a divertir a la gente que llega? Nosotros decíamos que solamente éramos ‘parqueros’, pero al abrir los otros parques nos dimos cuenta que ya éramos ‘turisteros’”.
Así, su misión ahora era retener a los turistas que los hoteleros llevaban al destino. “Nosotros los comenzamos a divertir, y pues nos dejaron el camino franco, abierto y libre”.
El empresario asegura que en el mundo no hay nada igual a la oferta de Grupo Xcaret, como el concepto que bautizaron “ all fun inclusive ”, que incluye el hospedaje en el hotel y acceso a todos sus parques y tours.
Asimismo, han sido tan innovadores que, a lo largo de su historia, han sido promotores de legislación y trámites que no existían, como los referentes a la ecología.
“Cuando nosotros llegamos, no había normatividad, muchas cosas las tuvimos que hacer ‘a la viva México’, pero poco a poco se fue legislando; hicimos camino al andar y nacimos con la sostenibilidad”, afirma.
“Otros estuvieron atentando contra la naturaleza, cometiendo crímenes ecológicos, pero nosotros nacimos respetándola, utilizándola a nuestro favor, buscando la vocación del terreno, hacíamos lo que el terreno nos decía que teníamos que hacer, contrario a hoteles que usan el terreno y quitan la vegetación, hacen el edificio y luego hacen sus jardines”.
Quintana Pali dice que esta visión la tuvo gracias a su herencia familiar, ya que su madre nació en Hawái (lugar que visitaba con frecuencia) y vivió en Chile, que son lugares donde existe mucho contacto con la naturaleza.
Fue durante el sexenio de Ernesto Zedillo cuando Julia Carabias, titular de la entonces Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, empezó a promover la legislación en la materia y Xcaret se alineó a ella, inclusive teniendo que pagar algunas multas.
Cooperan con el desarrollo turístico
Xcaret es muestra de que en destinos como la Riviera Maya no todo debe ser el concepto de “sol y playa”, sino que hay cabida a otro tipo de experiencias.
“Desde el principio, muy ambicioso, yo dije: ‘si logro que el visitante se quede un día más en el destino, ya hice mucho por él’. Y creo que lo logramos con creces”, asegura.
“Los turistas, al llegar acá (a los parques de Xcaret), se quedan durante tiempos de vacaciones más largos, y pues eso ha desarrollado restaurantes, hoteles, discotecas y colaboradores, además de que viene gente de todo México a buscar trabajo acá (a la Riviera Maya); entonces ha traído un desarrollo económico grande”.
Xcaret también trabaja en el apoyo a los proveedores locales y de estados vecinos, lo cual también impacta en actividades como la agricultura local y la artesanía.
“Si Xcaret crece, llegan más hoteles, y más hoteles traen más gente a Xcaret; y si ya no caben, entonces hacemos otro parque. Vamos creciendo todos de la mano, es una bolita que está rodando continuamente y el chiste es mantenerla”, subraya.
Retomar las tradiciones mexicanas también ha sido una labor importante en Xcaret. “Cuando comenzamos a ponerle a nuestro personal motivos regionales, los usaban, pero antes de salir hacia sus casas se lo quitaban porque les deba pena; pero hoy en día lo usan como su ropa diaria porque están orgullosos. Y para mí es un orgullo haber logrado que eso se revierta”, destaca.
Miguel Quintana Pali / Imagen: Carlos Tomasini
Todos los problemas son aprendizajes
Uno de los años más difíciles que ha vivido Xcaret fue 2005, cuando dos huracanes impactaron la zona de la Riviera Maya, siendo “Wilma” el que más daños causó en el destino.
“El huracán nos tiró palapas, pero ya las construimos mejores, más fuertes, contra huracanes, más bonitas y más grandes. Lo mismo ha pasado, por ejemplo, con temes fiscales. Cada una de esas crisis nos ha fortalecido”, apunta.
“Todos los problemas son aprendizajes y nos hacen más fuertes para hacer nuevas cosas con más conocimientos”.
Salir adelante siempre ha sido una filosofía de Quintana Pali, como cuando decidió vender su negocio y mudarse de la Ciudad de México a Quintana Roo.
“Fue un cambio de vida total. Cuando vivía en la Ciudad de México yo decía ‘aquí me voy a morir’, pero salí de ahí, donde estaba mi familia y todo lo demás con el fin de emprender algo nuevo”, recuerda.
Cuando abrió Xcaret, el único antecedente que tenía Quintana Pali sobre un negocio similar era el de Xel-Há, parque que pertenecía al gobierno pero que era operado por uno de sus socios. “Yo ya tenía ‘medida el agua a los camotes’, veía cuánta gente entraba allá y qué es lo que le ofrecían, entonces yo veía qué era lo que les iba a ofrecer aquí (en el parque Xcaret)”, reconoce.
“Yo decía: ‘algún día vamos a ser más importantes que Xel-Há’. Después, Xcaret fue creciendo y les fue quitando clientela. Ellos fuero descuidando Xel-Há, al grado que los hicimos quebrar sin querer, y luego la autoridad propietaria del parque nos pidió que lo tomáramos”, afirma.
A seguir creciendo
El crecimiento de Grupo Xcaret no se detiene, y la muestra es que ahora están construyendo un segundo hotel con 63 habitaciones de concepto boutique.
“También estamos construyendo otro hotel de 900 habitaciones (la misma cantidad que tiene el que ya abrieron en 2017); y cuando ese funcione, vamos a hacer otro. Tenemos capacidad para llegar hasta 5,400 habitaciones”, adelanta.
Extenderse por la Península de Yucatán es otro de los objetivos que tienen en mente Quintana Pali y Grupo Xcaret.
“Estamos haciendo un parque que se inaugura en la segunda mitad del año en Yucatán, cerca de Valladolid”, revela.
“Es un conjunto de nueve cenotes que estamos uniendo entre sí, “¡nueve inmensos y bellísimos cenotes”; y posteriormente haremos más parques en Quintana Roo y en Yucatán”.
El secreto es arriesgarse
A los emprendedores jóvenes, Quintana Pala les recomienda arriesgarse aprovechando la situación irrepetible que viven.
“Que tomen riesgos ahorita que tienen tiempo y no tienen compromisos. Pueden darse el lujo de intentarlo varias veces, porque es verdad que nada les va a pegar a la primera”, advierte.
“Hay gente que tiene las ideas, pero no se avienta. A ellos les recomiendo que hagan una metodología para que se vuelvan realidad”.
Dice que los emprendedores deben hacer cosas diferentes, únicas y mejores para tener éxito, algo que es muy posible en la época actual. “Con todos los cambios de tecnología y todo lo que hay, yo creo que hay una cantidad inmensa de oportunidades”, recalca.
“Creamos en nuestro país, tenemos un país maravilloso, y sólo si nosotros lo empujamos, vamos a salir adelante. No esperemos que el gobierno nos solucione todo”, concluye.
Su libro “Xueños: La historia detrás de Xcaret, el mejor parque del mundo” está ya en las librerías y también en formato electrónico y audiolibro.