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Las 6 personas que nunca debes contratar

En tiempos de crisis puede ser necesario que recurras a la selección de nuevo personal, ya sea por cambio de integrantes o refuerzo del equipo de trabajo. Todo sea por mejorar la productividad...

El "pinocho" es parte de las personas que nunca debes de contratar.
El "pinocho" es parte de las personas que nunca debes de contratar. © Milk Chan en Unsplash

Hay 6 personas que nunca debes contratar.

Una de las cosas más positivas que suceden en las crisis, como la que se está viviendo a nivel mundial, es que el grado de mediocridad de las personas tiende a disminuir. Lo que es muy positivo, tanto por las personas mismas, como también es bueno para el pequeño empresario, que puede ver incrementada la efectividad de su equipo, gracias a un cambio de actitud.

El tema es muy simple. En épocas de crisis, cuando las cosas comienzan a no ser tan fáciles, las personas se preocupan más por ser útiles y rentables, para no ver afectados sus trabajos y fuentes de ingresos.

Sin embargo, a pesar de la situación actual, siguen existiendo millones de personas que actúan de forma mediocre. Siguen siendo “mercenarios laborales” que no se implican ni comprometen con la situación de la empresa.

Por ello, debes tener mucho cuidado al momento de realizar la selección de personal. Porque es necesario evitar el ingreso de los malos elementos a tu empresa.

Personas que nunca debes contratar

Existe una serie de personajes cuyas actitudes ante la entrevista de trabajo está lejos de ser la indicada. Lo que nos lleva a pensar fácilmente que esas actitudes negativas pueden extenderse al interior de tu negocio, si es que los contratas. Pon mucha atención… aquí te explicamos 6 tipos que nunca debes contratar.

1. El que nunca está disponible

Hay quienes tienen una agenda de lo más apretada y no tienen tiempo para la entrevista: todo un calvario para fijar un día y una hora. Se supone que las empresas también dan suficiente flexibilidad y avisan con tiempo suficiente. Si que es cierto que existen, las menos, que te convocan esa tarde para la mañana siguiente. Aunque no siempre la flexibilidad es suficiente para el candidato.

Cuanto más flexible se es, peor. Siempre hay un candidato que por alternativas le entregues para fijar la hora de encuentro, él te pedirá otra. Motivos habrá, está claro, sobretodo, si el candidato está en activo y el horario le coincide con su horario de trabajo. Es por eso, que siempre es recomendable intentar dar flexibilidad en cuanto a horarios, pues no todo el mundo puede salir fuera de horas de su trabajo. Pero si la oferta es atractiva, a veces, es preferible sacrificarse y sacar tiempo de donde sea, incluso, si fuera necesario, pidiendo un día de vacaciones/asuntos propios.

2. El “como Pedro por su casa”

La imagen es fundamental a la hora de presentarse en una empresa. Ya han pasado los tiempos en los que era necesario acudir con corbata y traje. El perfil del trabajo sigue siendo importante.

Sin embargo, suele ocurrir que lleguen candidatos vestidos en con pantalón corto, camiseta y chancletas, con combinaciones de colores un tanto… arriesgadas. También está la versión “Fiebre de Sábado por la Noche”, como si fuesen de copas con sus amigos, con una imagen excesivamente informal.

Esta situación obviamente será determinante ante la elección del candidato indicado, y que concurra un candidato así es motivo de un dolor de cabeza.

3. El “rumiante”

Aunque parezca mentira, muchos acuden a la entrevista mascando chicle durante toda la entrevista y hasta de vez en cuando hacen pompas pareciéndoles de lo más normal.

4. El celular-adicto

¿En cuántas entrevistas se lleva el teléfono móvil encendido, sonando en medio de una entrevista y respondiendo sin dudarlo? Vamos, viva la educación y el sentido común. Quien llame, puede perfectamente esperar. Este tipo de cosas dicen mucho de un candidato porque si se comporta así en el proceso de selección, ¿de qué serán capaces una vez incorporados?

5. El que aún “no sale del cascarón”

Suelen ser candidatos jóvenes, que acuden a las entrevistas de trabajo acompañados de sus padres y madres, que van hasta la puerta de la empresa e incluso, pretenden entrar también en la entrevista. Quizás sea la inexperiencia. Pero esa misma actitud es la que debería preocuparnos ante la elección, pues podría repetirla al trabajar en la empresa. Y esos postulantes no se han percatado de que estás buscando contratar a una sola persona y no a la familia entera.

6. El tipo “pinocho”

Las mentiras, piadosas o reales, están siempre en toda entrevista. Pero aun cuando se opta a una entrevista, algunos optan por mentir a la hora de inscribirse, contestando a las preguntas que se hacen en la inscripción de forma errónea, sin percatarse de que en su currículum pone todo lo contrario.

Para estos un comentario: estas candidaturas quedan inmediatamente desestimadas. Porque si se pide un Ingeniero técnico, se quiere un ingeniero técnico, no un psicólogo por decir algo. Y es algo más usual de lo que parece.

Contratación entrevista de trabajo
autor El equipo editorial de EMPRENDEDOR.com, que por más de 27 años ha trabajado en impulsar el emprendimiento.