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Las 11 personalidades más tóxicas en un equipo de trabajo y cómo manejarlas

Al abordar a estos empleados de manera comprensiva y estratégica, el líder puede optimizar la dinámica del equipo.

¿Te has topado con estas personalidades tóxicas en la oficina?
¿Te has topado con estas personalidades tóxicas en la oficina? © Vía Midjourney

¿Te has encontrado con personalidades tóxicas en el trabajo? Todo equipo de trabajo está integrado por una variedad de integrantes, con puntos fuertes y débiles. Y, son precisamente esas diferencias las que hacen que el trabajo sea interesante y que se construyan buenos resultados, al incluir las diferentes voces y perspectivas.

Sin embargo, algunas personalidades no son nada sencillas de manejar, por eso existen una amplia gama de investigaciones y teorías en el campo de la psicología y sociología organizacional, así como de gestión de recursos humanos, que buscan hacer más fluidos los procesos al interior de un equipo.

Construir y dirigir equipos de trabajo eficientes con ciertos perfiles, toma esfuerzo y dedicación, no se da por obra de magia o de manera espontánea. Es así que, abordar esas personalidades de manera comprensiva y estratégica, permite al líder optimizar la dinámica del equipo y trabajar hacia resultados exitosos, en tiempo y forma.

11 personalidades más tóxicas en un equipo

A continuación, algunas personalidades que es importante detectar:

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1. El Perfeccionista

Tiende a enfocarse intensamente en los detalles y busca alcanzar estándares extremadamente altos en su desempeño. Por lo tanto, tiene expectativas muy altas y dificultades para delegar.

Para manejarlo es necesario tener un enfoque delicado pero firme, por lo que es importante animar a la persona a reconocer sus propios límites y a practicar la autocompasión en caso de cometer errores o enfrente desafíos. Al adoptar un enfoque comprensivo pero práctico, puedes ayudar a canalizar su energía y la atención de una persona perfeccionista hacia un trabajo de alta calidad

2. El Lobo Solitario

Le gusta ser autónomos y disfrutan de la libertad para tomar decisiones y trabajar sin depender demasiado de otros. Prefieren trabajar a su propio ritmo y pueden sentirse frustrados por la necesidad de coordinar sus actividades con otros miembros del equipo.

Su líder debe dar instrucciones claras y compartir sus objetivos de manera clara para que la persona pueda entender claramente lo que se espera de ella. Es necesario identificar oportunidades en las que la persona pueda contribuir de manera única al equipo, se debe fomentar la colaboración en esas áreas específicas. Lo anterior puede ayudar a equilibrar su preferencia por el trabajo independiente con la necesidad de trabajar en equipo.

3. El Procrastinador

Pospone las tareas o proyectos importantes, lo que puede afectar negativamente el progreso del equipo y el logro de los objetivos. Generalmente carecen de motivación interna para completar las tareas, lo que lleva a una falta de compromiso y dedicación.

Ayuda al procrastinador a abordar las tareas de manera más manejable dividiéndolas en pasos más pequeños y alcanzables. Es necesario proporcionar fechas límite concretas para las tareas y proyectos, y comunicar claramente las expectativas de rendimiento.

4. El Conflictivo

Suele generar tensiones, confrontaciones y discordias entre los miembros del equipo. El líder debe abordar esos conflictos mediante la comunicación abierta, la resolución de conflictos constructiva y la colaboración en el equipo. Fomentar la empatía y el entendimiento mutuo entre los miembros del equipo es primordial, ya que puede ayudar a reducir los conflictos y promover una cultura de colaboración y respeto.

5. El Sabelotodo

Tiende a monopolizar las conversaciones, desestimar las opiniones de los demás y resistirse a recibir retroalimentación. El líder debe fomentar un ambiente de igualdad donde se valore la diversidad de ideas, también debe ofrecer oportunidades para que todos contribuyan y abordar el comportamiento del sabelotodo con empatía y diplomacia. Es necesario fomentar la participación equitativa dando turnos para hablar, reconociendo las contribuciones de todos y abordando en privado al sabelotodo para destacar la importancia de escuchar y valorar las ideas de los demás.

6. El Conformista

Generalmente acepta las ideas predominantes y evita el conflicto, aunque esto signifique seguir el status quo sin cuestionarlo. El líder debe fomentar un ambiente de confianza y espacios donde se pidan y valoren las opiniones diversas, alentando al conformista a expresar sus ideas y contribuciones, y destacando la importancia del pensamiento crítico y la innovación en el equipo.

7. El Negativo

Su visión pesimista ante las situaciones puede afectar la moral del equipo y la productividad. Aquí es necesario practicar el liderazgo positivo, reconociendo y celebrando los logros de todos los integrantes del equipo, alentando un enfoque constructivo hacia los desafíos y brindando apoyo emocional al negativo para ayudarlo a ver el lado positivo de las situaciones o una posible respuesta ante cualquier desafío.

8. El Inseguro

Carece de confianza en sí mismo y puede dudar de sus habilidades y contribuciones al equipo. Es importante brindarle apoyo y orientación individualizada, reconociendo los logros del inseguro y proporcionando oportunidades para el desarrollo personal y profesional. Hay que fomentar un ambiente de aprendizaje y crecimiento donde se sienta seguro para expresarse y contribuir, sin que sea interrumpido o criticado de forma destructiva.

9. El Distraído

Tiene dificultad para mantener el enfoque (muy común hoy en día en que los empleados pueden tener asignadas tareas muy diversas y debido a la cantidad de aparatos tecnológicos que hay) y puede perderse en detalles irrelevantes, lo que puede afectar la eficiencia y el cumplimiento de plazos. Un líder debe establecer expectativas claras y plazos concretos, así como proporcionar orientación sobre la priorización de tareas y ofrece apoyo para ayudar al distraído a mantenerse enfocado y organizado.

10. El Dramático

Por lo regular suele exagerar las situaciones y reaccionar de manera emocional, lo que puede generar tensiones y distracciones en el equipo. Se debe fomentar la comunicación efectiva y la resolución de conflictos constructiva, estableciendo límites claros sobre el comportamiento aceptable en un equipo y brindando apoyo emocional al dramático para ayudarlo a manejar sus emociones de manera más positiva y productiva.

11. El Desconectado

Muestra falta de compromiso o interés en el trabajo del equipo, lo que puede afectar la colaboración y el rendimiento general. Comunica claramente la importancia del trabajo del equipo y la contribución de cada miembro, busca comprender las motivaciones y preocupaciones del desconectado, y ofrece oportunidades para que se involucre y se sienta valorado en el equipo.

Entender que las personas pueden tener una variedad de rasgos de personalidad puede ayudar a fomentar la comprensión y la empatía dentro del equipo de trabajo. De esta forma, es importante propiciar la comunicación de manera más efectiva para aprovechar los puntos fuertes individuales y abordar los desafíos potenciales.

Al comprender y respetar las preferencias y habilidades individuales de cada miembro del equipo, puedes ayudar a crear un entorno de trabajo más inclusivo y productivo para todos.

¿Cómo manejarías a estas personalidades tóxicas en tus equipos?

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autor Con interés por descubrir el mundo y retratar sus diferentes realidades a través de la palabra.