Capptu es una plataforma que cuenta con más de 40,00 usuarios registrados y ofrece un catálogo de 100,000 imágenes reales.
Seguramente has tomado más de 10 fotografías con tu celular en la última semana. Incluso, hasta perteneces al grupo global de usuarios que llegan a tomar más de 10 fotografías al día, como lo reporta la consultora de mercados Info Trends. ¿Qué te parecería si en vez de solo publicarlas en redes sociales y obtener un “me gusta” pudieras ganar dinero con ellas? Con Capptu es posible.
Se trata de una plataforma desarrollada en 2013 por los mexicanos Manuel Villegas y Héctor León, que permite monetizar las imágenes capturadas a través de un dispositivo móvil con cámara. El proceso es muy simple: instalas la app de Capptu en tu teléfono, tomas tus fotografías y las pones a disposición de cualquier persona que esté en busca de una imagen con contenido local y con un fin comercial.
Cada fotografía tiene un precio de US$10 y la empresa te paga hasta el 40% de este monto, es decir, un 15% más de lo que comúnmente se le paga a un fotógrafo por una imagen (que es de tan sólo el 25%). El pago se realiza a través de PayPal.
Pero eso no es todo. Capptu también permite que las empresas y agencias de publicidad soliciten composiciones específicas y ofrezcan “recompensas” a través de lo que denominan Misiones. Por ejemplo, si quieren personas en motocicleta pero vestidas de rosa y sobre la explanada de Bellas Artes, la pueden solicitar.
En este caso, el solicitante establece un periodo y un costo por la foto (el valor mínimo es de US$100, dependiendo de la complejidad de la imagen), y a los usuarios les llega una alerta. Se paga por la foto que elija quien lanza el reto. El resto de las imágenes se queda en el banco de la startup y puede ser adquirida por algún otro comprador, explica Manuel, ingeniero industrial de profesión.
Foto: Nancy Granados
Adicionalmente, Capptu cuenta con un tercer esquema de negocios: lo denomina Retos, y tiene como objetivo que las marcas generen mayor interacción con sus usuarios. “La fotografía transmite un sentimiento genuino y genera engagement. Te permite crear un mensaje y mandarlo al resto del mundo”, considera el emprendedor. En esta modalidad, las imágenes se publican como anuncios y se le cobra directamente a la marca que lanza la campaña.
“Estamos hablando de marketing de experiencias”, aclara Manuel. A cada empresa se le arma una propuesta y se le ofrecen reportes de desempeño, mapas de color y sistemas espejo, entre otros. Las marcas pueden cotizar paquetes a partir de US$25,000. Algunas de las compañías que han solicitado este servicio son Telcel, Coca-Cola, Mondelez International, AT&T y Samsung.
Primer encuadre
Como les ocurre a muchas startups, no siempre la primera idea de negocio es la que prospera cuando uno se anima a empren- der. Eso lo tenía muy claro Manuel, quien había realizado una maestría en Dirección de Empresas en el IPADE Business School, del 2010 al 2012.
En el verano de 2012, el emprendedor sintió que era tiempo de poner en marcha lo aprendido en las aulas y buscó un socio con la pretensión de crear un software de gestión empresarial dirigido a Pymes. Durante el desarrollo del proyecto tuvo que acceder a bancos de fotos para adquirir algunas imágenes.
Fue cuando se dio cuenta de que era muy difícil conseguir contenido local. “No había fotos que hicieran alusión a México. Las modelos eran anglosajonas o asiáticas en su mayoría. Incluso, los diseñadores compraban fotos de bancos asiáticos y les agrandaban los ojos con programas de edición”, recuerda.
A principios de 2012 Facebook había comprado Instagram y ya para 2013 la mayoría de los celulares contaban con una cámara que permitía sacar imágenes de muy buena calidad, recuerda el cofundador. “Me quedé pensando que nadie tiene más fotos de México que los mexicanos y que todos en algún momento tenemos una foto genial”, dice Manuel.
Entonces, decidieron transformar el proyecto y crear una app que permitiera vender las fotografías que tomaban los amateurs con su smartphone. Se acercaron a las agencias de publicidad para preguntarles si estaban interesados en un banco de fotos con imágenes reales y contenido local. La respuesta era afirmativa en todos los casos.
En tres meses desarrollaron el prototipo, que se lanzó en febrero de 2014. En julio de ese mismo año fueron seleccionados por Wayra, aceleradora de Telefónica. De ésta recibieron US$50,000 en efectivo y US$50,000 en asistencia técnica y mentoría.
Capptu llegó a la App Store en enero de 2015 y a Google Play en marzo del mismo año. Ese verano, la startup fue elegida para participar en un programa de aceleración de Google de una semana y siguió con sus mejoras. Meses después, en septiembre, resultó entre las mejores propuestas de innovación que participaron en el Smart- Camp México 2015, un programa de IBM que apoya a emprendedores a llevar sus productos y servicios al mercado nacional e internacional con mayor rapidez.
Y pasaron a la final mundial. En marzo de 2016, Capptu fue elegida entre 300 proyectos a nivel global como uno de los 10 mejores.
“Somos la primera y única empresa mexicana que llega a esa instancia”, dice orgulloso el emprendedor.
Manuel Villegas
Actualmente, Manuel tiene seis colaboradores y está nominado como Emprendedor Endeavor. Más de 40,000 personas han des- cargado su aplicación, que cuenta ya con más de 100,000 fotos en su banco.
Es precisamente su liderazgo una de las fortalezas de esta startup. “Manuel es un empresario totalmente comprometido con el éxito de Capptu, su equipo e inversionistas. Como líder ha tenido que realizar diversos ajustes ante un entorno de constante cambio e incluso en situaciones de total estrés, ha sabido guiar a la compañía hacia un presente y futuro prometedores”, considera Carlos Flores, Head of Acceleration de Wayra México.
Capptu está cerrando una nueva ronda de inversión con el objetivo de robustecer el equipo y lanzar una campaña de difusión que consolide su presencia en México. Entre los planes a futuro está el exterior. “Nuestra visión es convertirnos en el banco de imágenes más grande de Latinoamérica y vemos un potencial de mercados locales en todo el mundo”, concluye Manuel.