Jaime Ibiza, el diseñador mexicano que subió, cayó, renació y ahora sus bolsos son una marca internacional

Muchas veces pensamos que las grandes marcas nacieron así, como grandes ideas. No hay nada más equivocado. Al final, los emprendedores son humanos que enfrentan retos, logros, tiempos de incertidumbre y momentos de claridad o ideas fascinantes. El punto es no rendirse, ser humilde y seguir tu pasión y sueños. Esta es la historia de Jaime Ibiza o, por su nombre real, Jaime Ruiz Velasco, la mente detrás de firma de bolsos para mujeres con el mismo nombre.

“Yo no conozco a nadie exitoso sin tropiezos. A nadie”, Jaime Ibiza.

Una tradición familiar que se convirtió en una marca internacional

En México existen distintos oficios que generación tras generación pasan sus conocimientos, algunas sobreviven, otras pasan a la historia. Mejor conocidas como empresas familiares, estas aportan experiencias e información sobre el negocio, sin embargo, a través de los años los miembros de la organización no siguen las mismas dinámicas.

Originario de Guadalajara, Jalisco, Jaime Ibiza nació y creció entre máquinas de marroquinería, un oficio artesanal que manejaba su familia desde su abuelo, hasta su padre. Por lo tanto, Jaime aprendió desde muy temprana edad sobre el tratamiento de las pieles y su diseño.

“Yo nací entre las máquinas en los talleres de mi padre. Esto viene desde mi abuelo. Pero, los marroquineros de antes manejaban todos los diseños muy básicos: en negro y café, no había más”, cuenta en entrevista Jaime Ibiza en exclusiva con Emprendedor.com.

“Ver a mi padre que se la pasaba tan padre trabajando, que me heredó esa parte también, no nomás el oficio. Siempre lo veía yo disfrutando, siendo entusiasta con muchos proyectos y cosas por hacer. Fue para mí algo natural”.

Jaime explica que le ha tocado ver casos en que las generaciones siguen el oficio familiar por inercia, sin embargo, para él no fue así. “No fue por inercia, sino por convencimiento y gusto”. Además, tres de sus cuatro hijos están en el negocio. “Jaime, tiene la Dirección Comercial; Maru, es un gran elemento dentro del equipo de diseño y administrativo; y Andrés también está involucrado en el área comercial”.

“Ahí estamos de toda la vida, lo que que sabemos hacer y nos gusta. Me divierto mucho y apasiona”, dijo el diseñador.

El primer proyecto que cambió todo

Todos recordamos el momento exacto donde nos enamoramos de nuestra profesión. Para Jaime, fue a la corta edad entre los 14 y 15 años, cuando decidió hacer su primera bolsa. Entonces, él le dijo a su papá sus planes, y con la ayuda de un maestro artesano empezó a aprender ‘bien’.

Jaime comenzó a trabajar con el jefe de taller desde cero, a sacar los moldes y todo el proceso de armar una pieza. “Para mí el tema de los moldes era algo que yo no entendía. Luego agarré el material, lo doblé, saqué el centro, lo básico. Pero cuando veo que logré un buen diseño, me toca prepararlo, es decir, empalmar los soportes y los tipos de pegamentos. Lo único que no hice fue el despunte. Ahí mi primer bolso”.

Posterior a su obra prima, su padre le encargó hacer toda una colección bajo la marca de Ruvel, claro con su ayuda, pero salió al mercado. “Yo creo que ese momento en el que dije: por aquí es”, mencionó con entusiasmo.

La preparación hace la diferencia

No obstante, el camino hacía el éxito de la marca Jaime Ibiza, tendría que pasar por varias etapas hasta llegar a donde hoy se encuentra.

Después de lanzar su colección, el padre de Jaime le dijo que estaba bien, pero ahora era tiempo de prepararse. Así que, se fue a Europa a estudiar la especialización en el Saint Martins, en Londres y en el AFRAM (Instituto de Formación Profesional de Peletería y Marroquinería), en Florencia, Italia, con el fin de perfeccionar su técnica.

Además, al final de sus estudios en Florencia, lograron invitar a dos maestros a capacitar en sus talleres aquí en México. “Nosotros sabíamos hacer bolsos bien, pero con procesos más rústicos. Ellos, pues son los magos, la cuna de la marroquinería en el mundo. Ahí pudimos capacitarnos y fortalecer esa parte. Fue un parteaguas para la marca en aquel entonces”, comenta Jaime.

Soltar las alas

Ciertamente, con una familia con tanta experiencia le dio las bases para crear un imperio, sin embargo, llegó el momento de desplegar las alas y volar por su cuenta.

“Te voy a decir literal como fue. Me corre mi padre, porque se me ocurrió decirle un día que me ‘estaba explotando’ y tenía ‘sudor barato'”, narra entre risas. Pero, su respuesta fue la más sorprendente: “me dijo, muy bien, sí estás tan picudo, pues empieza tú solo”.

“Así me aventé y empecé mi propio taller. Bueno, entre comillas”. Con todo, su padre no lo dejó solo, lo liquidó, pero en especie. Entonces, le dio maquinaría y él mismo le compraba, además le dio chance de trasladar a parte del personal. “Te puedes llevar dos o tres personas, los que tú quieras, es más si quieres llevarte a los mejores, llévatelos”, le dijo su papá.

Jaime explica que ahora viendo el panorama en perspectiva “El clásico: ¡Qué razón tenía el viejo!”, porque lo obligó a seguir de alguna manera en el oficio y lo pensó muy bien. “La verdad, fue un momento para impulsarme y tomar esas medidas de decir ‘¡va!’. Después saco mi marca que era Ibiza, solita”.

Tocar fondo es de emprendedores y humanos, lo importante es aprender

… Y levantarse. Todos los emprendedores han tenido un reto que ha cambiado su negocio en 180º, y Jaime Ibiza no es la excepción.

Como marca, Jaime Ibiza ya lleva 12 años en el mercado, pero antes se intentó hacer una línea premium con Ibiza, hasta que llegó el rediseño. “Veníamos muy mal, toqué fondo”, comenta Jaime a Emprendedor.com.

Ruiz explica que el peor momento en su carrera fue exactamente el 21 de febrero de 2011, cuando en una junta tomó la decisión de reorganizarse totalmente y cerrar para poder resurgir.

¿Cómo se toca fondo en un negocio? Se puede pensar simplemente que las cosas o los números no van bien, pero ¿qué pasa cuándo tú, como cabeza de una organización, eres tu peor enemigo?

“Ya todo estaba mal. Estábamos en el peor momento de la empresa, problemas con proveedores, producto de muy mal nivel. Tocamos fondo”, se sincera el diseñador.

Para Jaime, no fue un proceso simple y limpio sino que tuvo que tomar conciencia, aceptar el error y tener humildad para enfrentar la avalancha que ya traía encima. “Fue un rediseño desde la faceta personal, porque se habla en el lenguaje de tocar fondo mucho con los alcohólicos o el uso de sustancias. Pero yo toqué fondo en este tema porque el ego no me dejaba caminar, yo era mi peor enemigo“, narra.

Entonces, Jaime decidió cambiar, tener la apertura para escuchar y saber que no era la última salvación de la marca, vino el resurgimiento desde lo virtuoso.

El renacer de una marca y un emprendedor

Para volver a comenzar, Ruiz comenta que no hubo una inversión tan grande, sino que ese primer paso inicialmente fue con un catálogo muy pequeño. Sin embargo, él ya con todo el conocimiento de la industria, ya había colaborado con fabricantes en oriente y seguían con una muy buena relación. Así que, decidió hablarles.

“Obviamente, los niveles que iba a comprar no eran para mayoreo y me dijeron que pidiera el volumen que quisiera porque tenían mucha fe en mí. Es por ello que me hicieron el gran favor de vendernos poquita cantidad, y así fue cómo volvimos a empezar”, nos confiesa Jaime.

Pero ese solo fue el comienzo. El emprendedor también tocó puertas con grandes amigos a los que les pidió prestado. “Uno de ellos, al que yo decía ‘primero muerto antes que irle a pedir prestado’. Pero no me morí, todo salió muy bien, me prestó y luego le pagué. Para que vean cómo uno se pone sus propias telarañas mentales”.

Por otra parte, el resurgimiento se logró gracias a otras pequeñas acciones que marcaron la diferencia. A partir de la reestructuración, Jaime nos narra qué modificó para salir adelante. “Empezamos a responsabilizarnos por nuestros actos, a cumplir y subir el target de Ibiza a Jaime Ibiza, buscamos un mejor producto. Además, nace el consejo y cambiamos hasta la manera de pensar. Así como iba la bola de nieve para abajo, en ese instante empezó a girar pero para arriba“.

“En ese momento, también es donde nace el Stitch, con la necesidad de hacer las cosas bien. Fui con Pedro Palacios, que hoy en día es Director Creativo, le platiqué la situación en la que estaba y qué quería hacer. Peloteamos ideas y en varias reuniones surge nuestro símbolo”, explicó el empresario.

El Stitch, es el ícono de la firma como se conoce actualmente. Así que, este se compone de dos ochos engarzados con forma de infinito, los cuales significan ‘prosperidad y abundancia’ en la cultura oriental. Al último, se le suma el símbolo de ‘+’, que recuerda la necesidad de sumar en nuestras vidas. De esta forma, engloba a un entorno de positivismo y grandeza en donde el diseñador, Jaime Ibiza, invita a la frecuencia de llevar una vida plena y exitosa.

La filosofía de Jaime Ibiza

¿Qué sería de los seres humanos sino aprendemos de nuestros errores? Junto con el Stitch, la filosofía de la marca se basa en tres pilares: prosperidad, abundancia y sumar en nuestras vidas. Sin embargo, Jaime Ibiza no solo la adapta en el negocio, sino son parte de sus valores personales, los cuales aplica todos los días.

“La abundancia no es solo tener dinero, eso va implícito. Tienes que vivir y ganar bien. Más bien la abundancia es en las relaciones, la familia, los amigos. Un tema que hay que experimentarlo, vivirlo y compartir”.

El modelo de negocio y la marca Jaime Ibiza en la actualidad

La marca Jaime Ibiza, nace desde sus inicios para bolsos, la cual ‘olfatea’ lo que el mercado pide, además de ver en la calle qué se usa. También, la firma tiene mucha claridad sobre a quiénes quieren llegar, un target price.

“Somos una empresa que estamos dedicados en cuerpo y alma a ofrecer siempre la cereza del pastel de un outfit“, enfatiza Jaime.

Jaime ibiza lanza cinco colecciones al año, cada dos meses y medio, las cuales se componen de 18 familias. ¿Qué son las familias? Se refiere al concepto, es decir, cada una tiene una idea y dos estructuras o cajas para diferentes ocasiones que no compiten entre sí. Además, dentro de las cinco colecciones, hay dos que son las más importantes: la temporada del 10 de mayo y la de Navidad.

“El bolso hoy cobra una gran importancia, por eso digo que tiene que ser una cereza buenísima para que el mercado nos elija y se enamore”.

Por otra parte, Jaime lleva el liderazgo del diseño de las colecciones, pero forma parte de un equipo de 10 diseñadores, en el cual también está su hija Maru.

El proceso creativo

“Es muy sencillo, primero es una etapa de scouting (exploración) con tres canales: digital, presencial y de campo. Así que, es ver qué está pasando con las tendencias hoy. Después de allí, las diseñadoras presentan lo que vieron. Es realmente sorprendente, que aunque vayan al mismo lugar, a la misma hora y lo ven muy diferente. Es la visión y el enfoque de cada una, lo cual enriquece a la firma”, explica el empresario.

Luego, se buscan coincidencias para después trabajar con su base de datos, los cuales indican los modelos que ya son ganadores de las colecciones actuales. “Esos KPI (indicador clave de rendimiento) son los que nos dicen cuál es camino a recorrer. Más tarde, tomamos esa caja para crear un nuevo diseño o concepto. De esa forma cuidamos el ADN de la marca“.

Con todos los ingredientes en la canasta, se pasa al desarrollo conceptual, es decir, se decide cuál tendencia, idea y mercado apostar para el diseño. Cabe destacar, que desde los dosmiles Jaime ha usado ya pieles sintéticas en todos sus productos.

El ADN de Jaime Ibiza

La firma ha hecho muchos cobranding, por ejemplo, Disney, los Looney Tunes, Peanuts y Wonder Woman, de DC Comics, y diseñadores como Benitos Santos. Sin embargo, una que ha marcado a Jaime fue la de Iconos, donde invitó a siete celebridades que reprentan la moda en México como Beatriz Calles, Jannette Klein, Vale Aguilar, Ale Infante, Anna Fusoni, Lucy Lara y Pamela Cortes.

Pero, la bolsa que el emprendedor lleva en su corazón es Martina, ya que se llama así en honor a su nieta. “Se me ocurrió sacar un diseño con su nombre, pero su mamá, o sea, mi hija, Maru me preguntó ‘¿y yo qué?’. Entonces, hoy tenemos ya una con el nombre de Maru y otra Martina, para evitar problemas”.

Aunque la marca Jaime Ibiza vende bolsos principalmente, además de maletas, carteras, cosmetiqueras y hasta pañeleras para las mamás ‘cool’, por el momento no se va a pasar a otra línea de negocios.

“Estamos viendo una etapa de consolidación que no queremos descuidar. Vamos aprovecharla, han sido años de mucho trabajo y logros, y el tamaño del mercado en México de bolsos sigue siendo enorme, si bien tenemos una participación importante todavía tenemos mucho qué hacer”, comenta el diseñador.

Actualmente, Jaime Ibiza se encuentra en todas las tiendas Liverpool a nivel nacional, además de 600 distribuidores a lo largo del país, departamentales regionales y la página web. Allí se encuentran sus últimas colecciones que son Amanecer, Sueños y Aurora.

Consejos de Jaime Ibiza para emprendedores:

• No emprendan sino saben leer los financieros y los KPI. “A lo mejor suena duro y drástico, pero es mi experiencia”.
• Hay que ser perseverantes. “Las nuevas generaciones se palean rápido, es decir, huyen al primer enfrentamiento. Hay que luchar por lo que uno quiere”.

“La clave del éxito es la abundancia que nos rodea todos los días”, Jaime Ibiza.

Mariel Otero Periodista apasionada de la moda, el mundo beauty y la fuente de estilo de vida. Amante de las historias dignas de contar, las series, películas y sagas. Cursi y geek de clóset.