Hoy quiero platicarte un poco acerca de las industrias creativas y de la economía naranja; básicamente, se trata de productos y servicios creativos, culturales y artísticos.
Este concepto fue creado en 1997 en el Reino Unido. Entre algunas de las industrias que están consideradas en estas categorías, se encuentran la música, el arte visual, los medios impresos, los videojuegos, el marketing, la artesanías, e inclusive la gastronomía, entre otros que dan al usuario una experiencia más allá de poseer un objeto y brinda un beneficio aparentemente efímero o intangible.
Y es que el capital intelectual y el talento son cosas que no sólo tienen valor por lo que son en sí mismos, también pueden tasarse en dinero, pues quienes ejercen estos talentos también han invertido en prepararse y no todo el mundo puede hacer lo que ellos.
Quizá has escuchado que hay personas que cobran por lo que saben y no sólo por lo que hacen. Muchas veces vemos un trabajo creativo maravilloso que parece muy fácil y decimos: «¿Por qué cobra por eso, si se ve muy sencillo?». Ése es justo el punto, la gente creativa hace que las cosas parezcan poco complicadas, cuando, en realidad, no cualquiera puede hacerlas, y eso cuesta.
No cabe duda de que cada día las industrias creativas y de economía naranja adquieren mayor relevancia en el mundo de los negocios, ya que diferentes gobiernos han impulsado actividades en educación artística, patrimonio cultural, turismo y emprendimiento creativo, justo porque se han dado cuenta del valor que representan como patrimonio de una nación y los ven como otra manera de generar dinero, porque no hay que perder de vista que por más que una empresa esté basada en la creatividad, no deja de tener expectativas económicas.
Muchos emprendedores han incursionado en la apertura de empresas en estos ámbitos. Hoy en día, existen compañías muy exitosas, como Airbnb, Spotify, Cirque du Soleil y TED, entre otras, que se han instalado en nuestra cotidianeidad, y por eso mismo las trivializamos, pero son ideas increíblemente originales.
La mejor forma de hacer crecer un producto o servicio de este tipo se basa en diseñar o modificar la estrategia para el crecimiento del mercado y crear campañas exclusivas y novedosas que logren comunicar tu promesa básica al público meta.
Es muy importante que, si se trata de una empresa basada en la creatividad, la campaña que la impulse esté al nivel de ese talento. No puedes tener un producto supernovedosa con una campaña aburridísima.
Debido a que estas industrias se dirigen especialmente a segmentos pequeños, o nichos, y como se trata de ideas revolucionarias, en muchas ocasiones ese nicho en realidad no existe, hay que crearlo y, hasta cierto punto, lograr que las personas abran sus ojos y sus mentes para romper sus paradigmas y recibir de bueno manera ese punto de quiebre, por lo que resulta muy relevante el enfoque estratégico de las compañías para poder desarrollar un mercado exitoso. Pero hoy podemos ver cómo esas empresas se han vuelto masivas, o sea, que sí es posible que las musas se conviertan en millonarias.
El punto de partida está en dominar perfectamente el mundo en el que quieres entrar. Esto significa conocer al derecho y al revés la industria, los productos sustitutos, los usos, las aplicaciones, la forma de utilizarlo, la evolución de los servicios, la competencia y, sobre todo, estimar la tendencia del negocio. Es decir, construir un andamiaje alrededor de la estructura que estamos levantando, para que ésta no se venga abajo.
Es importante desarrollar una marca sólida que te permita transmitir la imagen de un producto creativo de manera creativa.
En este tipo de industrias también resulta relevante la forma en la que comunicas los beneficios de tus productos o servicios, considerando que dicha comunicación debe ser persuasiva y convincente con el fin de que tus clientes la perciban como real y verdadera, empática, que tiene que ver con ellos y que están dispuestos a hacerlo parte de su vida.
Una compañía creativa se enfoca principalmente en desarrollar experiencias y generar sensaciones positivas en sus clientes, aplicando estrategias en las que interactúen artistas y creativos para consolidar el mensaje. Es necesario apelar a ese punto emocional capaz de conmovernos como seres humanos, independientemente del contexto sociocultural.
Desde luego, este tipo de compañías utilizan en gran medida el marketing digital, ya sea a través de redes sociales, market place o distintos medios electrónicos para aumentar el alcance de su mensaje en el corto plazo.
Las empresas creativas tienen mucha interacción con su mercado meta a través de encuestas de servicio, focus group, levantamiento de información de boca en boca y retroalimentación del cliente a través de distintos medios.
Lo importante es la habilidad de estas compañías para moldear su estrategia de manera continua y facilitar con ello el crecimiento del negocio. El mundo moderno está construido, en gran manera, con una estructura de acción-reacción, es decir, generar un balazo en un momento determinado, y eso está bien cuando se trata de una campaña mediática, o de un asunto coyuntural, pero ¿dónde queda el futuro si seguimos viviendo de instantes?
Es necesario también pensar en el mañana, en una estructura que vele en un fin mayor, en una gran obra más allá del suspiro, más allá de tener dinero ahora y a ver qué pasa el año entrante.
Vivimos la cultura de lo inmediato, en donde los actos creativos duran 30 segundo en un video, pero la realidad en los negocios no es así, aquí hay que pensar también en lo tangible, en las finanzas.
No porque tu producto o servicio sea una experiencia basada en la inspiración te quedes en la poesía; piensa también en números, no sea que las musas se caigan de las nubes por falta de liquidez.
