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29-12-2021, 2:05:29 PM

¿Sabías que tu idea de negocio puede durar solo 5 minutos?

Seguramente ahora mismo tienes varios proyectos o ideas geniales flotando en tu cabeza. Pero ¿cuántas se harán realidad?

© Depositphotos.com

La semana pasada hablamos sobre “La Ilusión de Zuckerberg” y la diferencia entre una simple idea y un negocio con valor. Aunque es verdad que tu idea, por sí sola, no vale un peso, también es cierto que las ideas son las semillas de las que nacen los grandes proyectos.

Tú y yo tenemos todos los días muchas ideas; unas buenas, otras no tan buenas. Ocurrencias, nociones, inspiraciones y dudas de las que pueden, después, nacer soluciones y caminos inesperados.

Si las ideas son semillas ¡no las dejes morir! Concretamente, las ideas tienen una expectativa de vida de 5 minutos. Aquellas ideas sobre las que no actúas en algún sentido mueren en muy poco tiempo; se olvidan, se relegan, se traspapelan, se asfixian y mueren.

En gran medida, las personas con éxito son aquellas que viven la Ventana de los 5 minutos: que aprovechan esa pequeña ventana en que una idea está viva y latiendo para hacer algo al respecto. Si bien no cada vez que se nos ocurre una idea podemos dejar lo que estemos haciendo para emprenderla, sí podemos hacer ALGO para mantenerla viva.

Digamos, por ejemplo, que te topaste en una revista con un Congreso en Japón al que quizás te interesaría asistir. Es una idea interesante ¡tienes 5 minutos para que no se muera!

La forma más segura de matarla es decirte a ti mismo: “¡qué interesante! Ojalá sí pueda ir” y seguir leyendo la revista. Te aseguro con 99% de certeza que NO vas a ir a ese congreso.  También puedes decirte “¡No, seguramente es muy cara! Será para la próxima” y asesinar la idea antes siquiera de darle oportunidad de nacer.

La otra opción es vivir la Ventana de los 5 minutos.

En cuanto tengas la idea de ir al Congreso, antes de que pasen 5 minutos, haz ALGO, lo que sea, para darle energía y empezar a mover la maquinaria. Por ejemplo, puedes enviar un correo (te toma un minuto) al correo electrónico de información para preguntar costos, fechas, promociones o descuentos; incluso puedes preguntar si tienen becas o apoyos, o si puedes pagar tu viaje invitando a otras personas. ¡Listo! Has hecho ALGO en los primeros 5 minutos y ahora, aunque aún no es seguro que vayas a Japón, tus probabilidades se han aumentado exponencialmente. Esa idea aún no es una victoria o un negocio consumado, pero es un proyecto que tiene probabilidades de convertirse en algo real.

Y así es como los que logran cosas, logran cosas. No por suerte o talento (no se requiere de talento alguno para enviar un simple correo ¿o sí?) sino porque dan energía a sus propias ideas viviendo la Ventana de los 5 minutos.

Si lo piensas, poco a poco, algunas de esas ideas toman forma; otras no se concretan, pero las posibilidades surgen por cientos o miles. Así es como las oportunidades, en vez de dejarse pasar, se aprovechan, y así es como vamos forjando nuestro destino en pequeñas ventanas de 5 minutos.

La pequeña libreta negra

Verdaderamente los seres humanos somos muy malos para acordarnos de todo lo que hacemos en un día. ¡Ya ni se diga de todo lo que pensamos! Es por eso que la mayoría de los grandes hombres, aquellos que viven La Ventana de los 5 minutos , cargan consigo y a todas horas un medio en donde anotan sus ideas y ocurrencias.

Algunos, como sir Richard Branson, CEO de Grupo Virgin, o Bill Gates, fundador de Microsoft, o Stephen King, escritor serial, cargan consigo siempre y a todas horas, una pequeña libreta que cabe en su bolsillo, en la que apuntan las ideas durante los primeros 5 minutos , antes de que se asfixien. Lo mismo un problema con el que se topan que un pendiente; pero sobre todo estas ocurrencias y serendipias que a fuerza de hábito han aprendido a reconocer como valiosas. Richard Branson cuenta en su libro “Like a Virgin” que muchos de sus negocios han nacido de notas sobre cosas que le molestan cuando viaja. De una sola nota “¿Por qué me cobran el café?” en una visita en un hotel de negocios surgió el proyecto “Virgin Hotels” que hoy cuenta con docenas de locaciones en dos continentes y un valor de billones de dólares. “Las cosas que me molestan y que puedo solucionar son la mejor base para nuevos negocios –dice Branson- porque si a mí me molestan, probablemente a muchas otras personas, también”. Branson afirma que nunca sale de su casa sin su brillante y pequeña libreta negra.

Otros prefieren tomar notas de forma digital, y existen brillantes aplicaciones para hacerlo. El autor de “Where Good Ideas Come From”, Stephen Jonhnson, confesó a quienes estábamos en la audiencia de una de sus conferencias que él ponía todas sus ideas, anotaciones, fotografías relevantes y citas de libros en la aplicación Evernote, que te permite catalogar y referenciar las notas en carpetas por fecha o por tema. La misma aplicación de Kindle y otros lectores te permiten guardar y ordenar citas o pasajes interesantes para su uso futuro.

El asunto es este: cualquier cosa que te encuentres y que te pueda ser útil, ¡guárdala! Desde este artículo hasta una página web interesante; pasando por un libro, una imagen o una persona en la calle ¡Guarda todo! Porque de este cúmulo de ideas interconectadas saldrán otras mejores, más grandes y originales.

¿Qué cabe en cinco minutos?

Las buenas ideas, las buenas intenciones, las buenas decisiones carecen de valor. Solo funcionan, solo sirven de algo, si se ponen en práctica; si se hace “algo” al respecto dentro de La Ventana de los 5 minutos.

Te pregunto: ¿Cuántos proyectos o ideas geniales tienes flotando en tu cabeza ahora mismo ? ¿Cuántas veces has pensado en iniciar un hábito como comer bien, correr por las mañanas o empezar a ahorrar, pero al día siguiente las has olvidado?

Escucha lo que vas a hacer de ahora en adelante. Cuando te venga una nueva idea, decisión, proyecto o intención a la mente, las vas a tratar como una emergencia médica: tienes cinco minutos para salvarlas antes de que mueran. Cada gran idea debe ser tratada como una emergencia.

Cinco minutos, ni más ni menos, para dar el primer paso.

Solo el primer paso. Nada más que el primer paso. ¿De acuerdo?

Digamos, por ejemplo, que has tenido esta gran idea: vas a poner un carrito de helados afuera de la escuela por las tardes, porque necesitas dinero para tu viaje a Japón.

¡Gran idea! ¿Ahora qué?

Todo el proyecto implica muchos pasos: Conseguir un carro, comprar los ingredientes, hacer los helados, pedir permiso en el templo… todo eso lleva mucho tiempo, dinero y esfuerzo. Y además, ni siquiera sabes si de verdad es una idea que funcionará.

No importa, por ahora, en la Ventana de los 5 minutos, has de dar el primer paso, por pequeño que sea.

ALGO, lo que sea, que te ponga en camino a lograr tu gran idea.

En los primeros cinco minutos podrías:

  • Llamarle a tu mejor amigo para citarlo en un café mañana, en donde le compartirás tu gran plan, o
  • Buscar en internet un carrito usado en una página de subastas, y poner tu primera subasta, o
  • Inscribirte en un curso en línea de confección de helados, o
  • Llamar a la escuela para pedir informes, y anotarlos en tu libreta negra.

Nota que ninguna de estas opciones parece significar mucho. Has gastado poco o nada de dinero, no te has comprometido con nada aún, ni has invertido mucho tiempo. Pero has logrado una cosa: has dado un primer paso, y el primer paso te obligará a dar el segundo, y luego el tercero. La Ventana de los 5 minutos no es para lanzarse como loco a escalar la montaña; sino solo para dar energía a la idea para que ésta empiece a moverse. No se trata de ser apresurados o imprudentes; sino de ser proactivos y con iniciativa.

Tu “yo” de la noche y tu “yo” de la mañana

¡Aún puedes arrepentirte mañana! No digo que tomes decisiones de forma impulsiva. Recuerda que tu “yo” de la noche y tu “yo” de la mañana son personas distintas, y casi siempre enemigas.

  • Tu “yo” de la noche dice: mañana me levanto a correr.
  • Tu “yo” de la mañana dice: otros cinco minutos.
  • Tu “yo” de la noche dice: no vuelvo a tomar.
  • Tu “yo” de la mañana dice: no pasa nada, es solo una.
  • Tu “yo” de la noche dice: pondré un carrito de helados.
  • Tu “yo” de la mañana dice: qué flojera.

El poder de la Ventana de los 5 minutos consiste en obligar a tu “yo” de mañana a seguir con el plan. Es un pequeño contrato entre ambos. Y una vez que ambos están en el mismo barco, tienes tu 100% trabajando en un mismo objetivo.

Así que cuando la gran idea aparezca, tienes cinco minutos para salvarla. ¡Corre, hazlo ahora! Ese primer paso pondrá en movimiento las maquinarias en donde las cosas suceden, en donde los cambios ocurren, en donde los sueños toman forma.

Esos cinco minutos son también los más difíciles, no porque realmente sean difíciles, sino porque parecen insignificantes y los dejamos pasar. Aquí una lista de cosas que puedes hacer en los primeros cinco minutos.

  1. Levantar el teléfono y hacer esa llamada que te da tanta flojera.
  2. Involucrar a uno o dos amigos en el plan, para darle seguimiento.
  3. Inscribirte en ese curso gratuito.
  4. Inscribirte en ese gym.
  5. Hablarle a ese doctor.
  6. Comprar ese libro.
  7. Informar a tu pareja de tu decisión, y pedirle que no te deje auto sabotearte.
  8. Borrar esa app de tu celular, la que te está chupando el tiempo. Hazlo ahora.
  9. Escribir tu plan básico en una servilleta.
  10. Escribir los primeros tres renglones de tu novela.
  11. Enviar ese email que quizás no te contesten. Envíalo de todas formas.
  12. Conseguir ese contacto tan necesario.
  13. Sacar una cotización.
  14. Hablarle a esa chica. El no, ya lo tienes.

No lo olvides. Tu destino se construye de cinco minutos en cinco minutos. Y esta ventana es la ventana a través de la cual podrás alcanzar mucho más de lo que jamás has pensado. No como un pez beta, dando vueltas en tu pequeña pecera, sino como un pez en el agua o un tiburón en el océano, con las opciones de tu libertad esperando para ser atacadas.

Y ahora que sabes esto, te pregunto ¿qué vas a hacer ahora mismo, en esta Ventana de los 5 Minutos? ¿Por qué no empiezas por comprar una pequeña libreta negra?

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autor Dircom en Universidad Panamericana Aguascalientes. Oratoria, comunicación estratégica, storytelling. Creador de @Dibujomentarios. Socio en DiezLetras Comunicación. Autor de la saga de El Delegado Francés y algunos otros títulos, como Todos Hablan, Pocos Conectan y Como Pez en el Agua. Abogado y Doctorando en Comunicación. Sigue su podcast "Todos Hablan, Pocos Conectan" en Spotify y consigue sus libros en Amazon.