Si no has visto la nueva película animada de Disney, deberías. La cinta inspirada en la cultura colombiana no solo se ha llevado aplausos por parte del público y crítica especializada, también se llevó el Oscar 2022 como Mejor Película Animada del año. Fiel a su devoción por crear personajes, escenas y momentos entrañables, las frases de ‘Encanto’ son perlas de sabiduría que vale la pena recopilar. Estas palabras e ideas, escritas para que las entiendan hasta los niños más pequeños, son una inesperada fuente de inspiración y lecciones para los adultos, ya sea en la vida o los negocios.
‘Encanto’ se estrenó el pasado 25 de noviembre de 2021 en los cines de México, obteniendo gran éxito en taquilla. Y, como si fuera regalo de Navidad, debutó en Disney+ el 24 de diciembre, para disfrutarla desde casa.
La trama se desarrolla en Colombia y cuenta la historia de la familia Madrigal, un clan en el que cada miembro tiene un ‘don’ especial. Todos, excepto Mirabel Madrigal, la carismática protagonista. Eso hace que sea “especial por no ser especial”, como dicen claramente desde el inicio.
Aunque no tiene un ‘don’ como el resto de su familia, Mirabel sí tiene un propósito y una misión, dos elementos clave para emprender cualquier aventura, incluso la de abrir un negocio. Una profecía anuncia que los Madrigal están en riesgo de perder el “milagro” que les otorga poderes y (nadie lo vio venir) nuestra heroína está destinada a salvarlo.
Durante casi 100 minutos, esta cinta aborda temas muy sensibles de forma simple y natural: migración, inclusión, diversidad, autoestima, salud mental y manejo de emociones. Incluso hace una evidente referencia a los desplazamientos provocados por las guerrillas colombianas en las décadas de 1970 y 80.
En un flashback explican que “hace 50 años” la abuela Madrigal, el abuelo Pedro y sus trillizos recién nacidos (Julieta, Pepa y Bruno) tuvieron que huir de su hogar para escapar de grupos violentos. Fue entonces que se les concedió un “milagro” y surgió Encanto, una aldea protegida por altas montañas donde todos podrían vivir en paz. Justo el tipo de refugio que buscan millones de migrantes y personas desplazadas desde que el mundo es mundo.
Con una historia tan rica en todos los sentidos (¡la parte visual y el soundtrack son una delicia!), era de esperarse que también incluyera varias joyas en forma de palabras.
Mirabel tiene dos hermanas, Isabela y Luisa, ésta última fue dotada con el don de ser súper fuerte (físicamente, claro). Es esa persona que siempre está ahí para ayudar a todos y resolver cualquier problema, que nunca dice “no” cuando le piden un favor y da el máximo todo el tiempo. Luisa no solo cargaba muebles, animales y casas, también cargaba “el peso cruel de las expectativas”, tal como explica en una canción.
“¿Quién soy yo si no puedo cargar con todo? La imagen que yo infundo se cae en un segundo […] Creo que mi esfuerzo es nulo si no ayudo”, canta la superfuerte hermana. Por supuesto, esta sobre exigencia le pasa factura: todo comienza con un ‘tic’ en el ojo y acaba con una explosión de emociones contenidas, hasta que Luisa pierde su poder.
Lo que le ocurre a Luisa se llama burnout, algo con lo que muchos podemos identificarnos. ¿Alguna vez te has exigido hasta el límite para cumplir con las expectativas de otros, aún a costa de tu propio bienestar, hasta perder la capacidad de seguir adelante? Recuerda: siempre puedes decir “ahora no puedo” o “necesito descansar”, y eso no hace que tu ‘don’ valga menos.
Mirabel trataba de compensar la falta de un ‘don’ especial ocupándose de tareas que los otros no podían atender, así como organizando la vida familiar. A veces, en su afán por ayudar, la incomprendida protagonista terminaba provocando accidentes. Isabela, su hermana con el don de ser perfecta y crear ráfagas de flores a su paso, le lanza como dardo esa frase. Por si fuera poco, la abuela Madrigal secunda la moción y le dice a Mirabel que “a veces el mejor modo de apoyar a los demás es hacerse a un lado”. Auch…
Aquí hay dos lecciones muy importantes. La primera es un clásico: no hagas favores que nadie te ha pedido. Si bien es bueno tener iniciativa, a veces las personas no necesitan el tipo de ayuda que les quieres brindar desde tu perspectiva.
La segunda y más importante: el micromanagement es desgastante para todos, tanto en una familia como en una empresa. Un jefe que se la pasa supervisando, dirigiendo cada detalle y dando órdenes a diestra y siniestra no resulta eficiente, ni permite que los demás lo sean. De hecho, el micromanagement y poner demasiada presión sobre los miembros de tu equipo, puede entorpecer el flujo de trabajo y provocar estrés innecesario (volvemos al burnout de Luisa).
¿Cuántos malentendidos se podrían evitar si tan solo nos comunicáramos con claridad? El tío Bruno, quien tiene el don de adivinar el futuro, desapareció tras predecir una serie de desdichas y el destino de Mirabel. Desde entonces evitaban mencionarlo, por creer que su solo nombre traería mala suerte (si viste ‘Harry Potter’ entiendes el concepto).
Bruno es ese personaje ‘incómodo’ que hay en toda familia o empresa, el que quedó relegado por estar ‘fuera de la caja’. Pero también representa aquellos secretos que se guardan con las mejores intenciones, pero que terminan perjudicando más que la verdad.
Una regla básica para que una empresa (o familia, en este caso) funcione bien, es que todos los involucrados tengan toda a información en sus manos para tomar las mejores decisiones. Si “no se habla de Bruno”, nadie tendrá el panorama completo de una situación, habrá malentendidos y se desatarán problemas que se habrían evitado con solo ser transparentes.
¡Claro que hay que hablar de Bruno! Porque quizá alguien pueda ver algo nuevo y encontrar soluciones, o reivindicar a alguien incomprendido.
El sentimiento de frustración que puede generarse al no cumplir las expectativas de los demás, se resume en esta frase que muchos le hemos querido decir a más un jefe o a nuestros padres. Por lo general, la sobreexigencia de un líder proviene de su propio perfeccionismo y miedo a fallar, tal como le pasaba a la abuela Madrigal. Sin embargo, tal afán de perfección puede desmoronar hasta al mejor equipo de trabajo o a la familia más unida.
Todos los Madrigal vivían en un estado de ansiedad constante por la presión de mantener las apariencias y honrar sus dones. A pesar de las evidencias de que algo andaba mal, repetían una y otra vez que “la magia sigue fuerte, no pasa nada, estamos bien”. Pero en la soledad, la dura abuela reconoce: “Si la familia supiera cuán vulnerables somos en realidad…”. A veces, simplemente hay que aceptar que las cosas no están bien o incluso admitir el fracaso para poder superarlo y crecer.
– “¿Cuál es tu don?”.
– “Usarás tu don para honrar nuestro milagro, vas a servir a la comunidad y fortalecer nuestro hogar” – Alma ‘la abuela’ Madrigal.
– “Con o sin don, soy igual de especial que el resto de mi familia” – Mirabel Madrigal.
– “Ojalá pudieras verte como yo lo hago. Eres perfecta tal cual eres. Eres igual de especial que cualquier otro en esta familia… No tienes nada qué demostrar” – Julieta Madrigal (mamá de Mirabel).
– “A las personas raras de la familia a veces les hacen mala fama” – Mirabel Madrigal.
– “Se me ha exigido ser perfecta toda la vida… ¡solo lo hacía por la familia!” – Isabela Madrigal.
– “Se me concedió un milagro, otra oportunidad. Y tenía tanto miedo de perderla que acabé olvidando para quién debía ser ese milagro” – Alma ‘la abuela’ Madrigal.
– “No hay nada que se pueda derrumbar que no arreglemos juntos” – Mirabel Madrigal.
¿Qué otras frases de ‘Encanto’ te resonaron o te dejaron pensando? ¡Cuéntanos!
