Estos emprendedores quieren romper los mitos alrededor de la sexualidad
Buscando acelerar su expansión, meibi, un e-commerce de bienestar sexual se fusionó con el unicornio mexicano Merama. Conoce su historia.
En el año 2019, Roberto Levy y sus socios Julio Andrés Sojo, Alejandro Rivon y Javier Salaz se dieron cuenta de que seguía existiendo un tabú en torno de la sexualidad. Por tanto, decidieron crear una plataforma en la que pudiera compartir información al respecto a fin de romper los arraigos y perjuicios al respecto.
Esta comunidad comenzó a crecer y se transformó en 2020 en meibi, un e-commerce guanajuatense de juguetes sexuales que promueve el bienestar sexual y el uso de juguetes sexuales a través de información y avalado por su equipo de sexólogos.
Actualmente, meibi cuenta con una comunidad de más de 250,000 seguidores en redes sociales, y en su página web se encuentra una amplia gama de contenido educativo y erótico, además de una colección de más de 100 diferentes juguetes sexuales de nueva generación y de alta calidad. En junio pasado, la startup se fusionó con el unicornio mexicano Merama, a fin de reforzar la distribución de sus productos.
Del proyecto a una empresa
El proyecto de Roberto, sexólogo, cofundador y director de contenidos de meibi, comenzó en 2019 con la visión de tener una sociedad más informada sobre temas de sexualidad. “Internet permite este anonimato y consumir información sin que nadie te esté juzgando”, comenta Julio Andrés, CEO y cofundador de la startup. “Fue la misma comunidad quien nos pidió referencias sobre bienestar sexual y fue cuando comenzamos a construir el catálogo de juguetes sexuales, recuerda.
Julio había vivido unos años en China y al tener contacto directo con fabricantes, decidió desarrollar su propia línea de productos y hacerlas de alta calidad. Las operaciones iniciaron al inicio de 2020.
Primero se enfocaron a hacer seis pruebas y ver qué era lo que funcionaba. El boom del e-commerce a causa de la pandemia impulsó el negocio y ayudó a posicionar a la tienda, que busca ofrecer toda una experiencia de compra amigable, discreta y única. Quien compra en meibi recibe una caja de cartón y en los cargos no dice nada de “sex shop”.
Hacer comunidad
“Lo que hacemos muy bien es el tema de la comunicación y la comunidad”, sostiene Stefan Hromatka, quien se sumó al proyecto como director financiero y de comunicaciones. Y es que explica que primero se enfocan a crear contenido y luego los productos. “Cada producto lo introducimos con una historia que comunique al placer de manera digerible, objetiva y sin tantos rodeos. Entonces la gente lo disfruta, consume y recomienda”.
La clave para transformar el proyecto en un negocio ha sido siempre compartir contenido de calidad y hacer todo de manera profesional a fin de crear una comunidad sólida. En esa tarea es fundamental el papel de Roberto, quien tiene experiencia con educación sexual para adolescentes, madres y adultos.
Al hacer simple los contenidos, agregar diseño y desarrollar una marca la comunidad respondió y comenzó a crecer. Tanto que esperan cerrar el año con 300,000 miembros. Entonces decidieron dar el siguiente paso.
Alianza con un unicornio
“Nos dimos cuenta de que se trataba de una necesidad que no estaba presente solo en México y que podía escalarse y replicarse en Latinoamérica”, cuentan los emprendedores. Entonces se acercaron a Merama, el unicornio mexicano del comercio electrónico que hace alianzas con marcas de nicho a las que ve oportunidad de escalar de manera regional.
Con esta alianza, meibi reforzará la distribución de sus productos. en su tienda online, en los distintos marketplaces como MercadoLibre, Liverpool, JOKR y en tiendas físicas.
Con el apoyo de Merama, meibi continuará agrandando su catálogo de productos y expandiendo las oportunidades para nuevos consumidores. Se meten a la operación y son expertos en e-commerce. Con su ayuda lograremos objetivos que nos habrían tomado 10 año alcanzar.
Julio Andrés Sojo
Que el dinero no sea un obstáculo
Los emprendedores comparten que el negocio arrancó con un capital de 200,000 pesos y como modelo de medio tiempo. Tras la buena respuesta de los consumidores, se hizo un negocio de tiempo completo y levantaron capital semilla, luego se acercaron a los agregadores de e-commerce como Merama.
Los emprendedores comparten que el 20% son clientes recurrentes, incluso algunos adquirieron con meibi su primer juguete sexual, algo que se puede replicar en otros territorios. El 80% de sus consumidores son mujeres y personas de entre 20 y 35 años. “Es un nicho de buenos margenes y alto crecimiento. La industria en México debería crecer entre un 10 y 15% al año, no hay tantos jugadores”, dice Stefan.
Pero Julio aclara que no se trata solo de un ecommerce de juguetes, sino una plataforma de bienestar y salud sexual, por lo que incluirán a su oferta cursos y se contemplan alianzas con especialistas.
Tuppersex o cómo desarrollar una oportunidad de negocios
El principal reto en estos dos años de operación ha sido que todo el crecimiento ha tenido que ser orgánico, ya que no se permiten hacer pautas comerciales, dado la naturaleza del negocio.
Por eso la empresa ha realizado colaboraciones con líderes de opinión y desarrollaron un canal de venta directa a través de sus “Tuppersex”, una reunión o fiesta en la que distribuidoras independientes pueden ir a mostrar los productos de un catálogo a un grupo de personas.
Ya tenemos unos 50 distribuidores. Con ellos tratamos de llegar a lugares donde aún no hay tanta confianza en el ecommerce”, dice Stefan. “Es un ticket de alto valor (2,500 pesos en promedio) y las distribuidoras se llevan comisiones del 30%.
Julio Andrés Sojo
Julio dice que el negocio tiene bases sólidas. Recomienda a los emprendedores tener objetivos muy claros y seguirlos hasta alcanzarlos. “Este proyecto es mi sueño y si eres apasionado, tienes un MVP (producto mínimo viable) objetivos muy bien trazados no hay forma de que falles, hay que apostarle a buscar tus sueños, siempre y cuando tengas un plan”.