



Las empresas familiares representan en México más del 90 a 95% de los negocios. Su importancia es incuestionable. Se puede entonces decir que, prácticamente, todas las Empresas Pequeñas y Medianas (Pymes) son familiares.
Siempre hay la duda de cuándo una empresa se considera familiar. En IPADE hemos desarrollado esta definición. Una empresa se considera familiar cuando:
Evidentemente, cada empresa familiar es única debido al grado en el que una familia tiene control –patrimonialmente hablando–, el número de familiares involucrados, y la intención de toda la familia de ser parte de un proyecto empresarial; lo que genera una infinidad de combinaciones posibles.
La parte relevante que quiero destacar es que el involucramiento de la familia en la empresa la vuelve familiar y lo que pasa en la empresa afecta a la familia y viceversa.
¿Una empresa nace siendo familiar? Esto puede variar mucho y ser opinable. En ocasiones, claramente sí nace con características que la hacen familiar: cuando el dinero para iniciar el negocio es puesto desde la familia y varios de sus miembros trabajan en la misma, por ejemplo.
De hecho, se habla de la invasión de ámbitos. En una época, toda la dinámica de la familia gira alrededor de lo que necesita la empresa: manos, apoyo económico, que en ocasiones se da en la forma de trabajo por un sueldo bajo, porque “esto será tuyo” algún día.
Con el tiempo, esto se invierte y la dinámica de la empresa gira alrededor de lo que necesita la familia: recursos para vivir “bien”, pagar educación, dar trabajo y entonces los recursos que genera la empresa se destinan a cubrir necesidades familiares.
Pero en otras ocasiones es discutible eso de “ser familiar”, ya que el emprendimiento es personal.
Quizá el negocio se inicia con el ánimo de hacerlo crecer y vender en un mediano plazo. En todo caso, la pregunta importante es si, ¿conviene que la empresa sea familiar?, ya sea que esto se dé desde un inicio, o en un momento dado ese emprendedor se cuestione la conveniencia de involucrar a la familia en su empresa.
Conoce más: 4 trampas de las empresas familiares y cómo evitar caer en ellas
Para responder a la pregunta con la que titulamos estas reflexiones, creo que convendría entender qué aporta una familia empresaria. Eso lo he platicado con cientos de miembros de empresas familiares en las aulas del IPADE. La realidad es que puede aportar mucho: dedicación, cariño, orgullo, oficio, confianza, cuidado de colaboradores, activos y clientes, así como visión de largo plazo, resiliencia para superar situaciones o entornos adversos, motivación a los colaboradores y la lista sigue. Una familia empresaria le da a su empresa una serie de ventajas de forma casi natural.
Pero la clave es que la familia logre una dinámica interna funcional que permita trasladar lo que se vive en su interior a su empresa.
Ser una familia empresaria implica estar cohesionados y alineados a un proyecto empresarial común, en el cual todos sus miembros aportan y se preocupan por el éxito de la empresa y contribuir a la armonía familiar.
Lograr lo anterior implica mucha comunicación y dedicación. Hay que invertir tiempo y esfuerzo para lograr acuerdos, tener foros de diálogo, educar a la familia, organizar espacios de convivencia, tener mecanismos para asegurar que todos se estén desarrollando, apoyar en los momentos de crisis personales y familiares, y la lista continúa.
En síntesis, las empresas no nacen siendo familiares en sentido estricto, pero tarde o temprano, a veces más temprano que tarde, el involucramiento de los miembros de la familia será un tema que abordar, ya sea porque: un hijo se gradúa y lo “convencen” de trabajar en la empresa; un hijo o hija prefirió trabajar a estudiar; la empresa necesita manos; algún familiar necesita trabajo o alguna otra razón por la cual uno o varios familiares se vinculan con la empresa, como cliente, proveedor o inversionista.
Para saber más: Institucionalización de empresas familiares, cómo lograrla
Es importante tener claro que, dado que la familia influirá en la empresa, es necesario trabajar desde la familia para que sea un factor de éxito. La tarea relevante es tener una familia empresaria que sea efectivamente ese factor diferenciador.