Estoy parado en una sabana en Sudáfrica, rodeado por aproximadamente 25 elefantes tranquilizados. Es 2018, y solo unos minutos antes, un veterinario había lanzado a las enormes criaturas desde un helicóptero. ¿Ambiente para un emprendedor?
La reserva natural en la que residen estos elefantes tiene demasiados ejemplares para manejar en su hábitat. Un parque nacional de Mozambique, al que pronto se dirigirán estos elefantes, tiene muy pocos ejemplares. Mover a los animales de un lado a otro es parte de una técnica de conservación innovadora (translocación) que puede ayudar a salvar ambos ecosistemas.
Mientras los elefantes sedados se cargan en vehículos de transporte para el viaje de 1,000 millas (unos 1,600 kilómetros) a Mozambique, me pregunto, y no por primera vez, ¿cómo llegué aquí, cómo me volví emprendedor?
Me gustaría decir que fue porque tomé la valiente decisión de comenzar mi propia empresa. Pero la decisión fue menos ‘valiente’ que práctica. Simplemente era demasiado difícil encontrar trabajo.
Había trabajado durante las últimas décadas en puestos de liderazgo en salas de redacción de varias empresas de medios, desde grandes (New York Daily News, AOL, Huffington Post) hasta boutique (Boston Phoenix, revista Spy), con toneladas de trabajo independiente enmedio.
Pero en 2016, después de una carrera de siete años en AOL / HuffPost, me despidieron durante un recorte de personal de 500 empleados, luego de la fusión de la compañía con Yahoo!.
Entonces tenía 51 años y a duras penas estaba listo para jubilarme. Pero el mercado de trabajo para periodistas en mi rango demográfico de edad no estaba exactamente lleno de oportunidades.
Después de reorganizarme por un par de semanas, comencé la búsqueda de empleo. Al principio, surgieron varias posibilidades; 2 incluso progresaron a una quinta ronda de entrevistas. Por desgracia, no obtuve ninguno de los trabajos y me preguntaba cómo podría costear quedarme en Nueva York con mi familia.
En ese momento, volví a ponerme en contacto con un querido amigo, Giovanni Rodríguez, alguien con quien había trabajado antes en Nueva York en proyectos sin fines de lucro.
Él había tenido su propio negocio de marketing y consultoría durante varios años, y pintó un panorama emocionante, en el que unimos fuerzas y lanzamos nuestra propia empresa de medios.
Si bien la idea de ser emprendedor era ciertamente tentadora, estaba aterrorizado. Sabía en lo que era bueno y eso no incluía administrar mi propio negocio.
Pero Giovanni sabía cómo hacer una buena historia. Varios años antes, se había mudado al área de la bahía con su familia y había establecido conexiones profundas en Silicon Valley, desde nuevas empresas tecnológicas hasta universidades como Stanford y Singular.
Entonces, en 2017, con otros dos socios, lanzamos Silicon Valley Story Lab (SVSL) , una compañía de medios para una nueva era. En ese punto, las organizaciones confiaban en la cobertura de los medios establecidas para informar sobre su trabajo o logros. Pero cada vez más, las marcas, las organizaciones sin fines de lucro y las personas comenzaron a ofrecer ese contenido directamente a una audiencia. El problema para muchos de ellos era que carecían de la habilidad o capacidad para contar o promover esas historias de manera efectiva.
Con SVSL, utilizamos nuestra experiencia periodística para ayudar a los clientes y socios a contar mejor sus propias historias.
Internamente, creamos una gran carpa, bajo la cual cada emprendedor podía desarrollar sus propios proyectos. Identifiqué un espacio en el mercado para la narración orientada al bien social, utilizando los principios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Los ODS fueron adoptados por la ONU en 2015 y son, esencialmente, un plan para salvar el planeta para el 2030. Hay 17 objetivos, los primeros 16 están asignados a causas de bienestar social fácilmente identificables: hambre, pobreza, educación, género igualdad, clima, etc. El último, sin embargo, el ODS 17, se llama Alianzas’ y, en mi opinión, es un reconocimiento por parte de la ONU de que el sector público nunca podrá recaudar los billones de dólares necesarios cada año para lograr los primeros 16 objetivos sin asociarse con el sector privado.
Entonces, si una marca está haciendo prácticamente cualquier cosa bajo el paraguas del bien social, desde trabajar mano a mano con organizaciones sin fines de lucro hasta esfuerzos de RSE, esta estrategia de vincular su trabajo a un marco internacional como los ODS podría ayudar a obtener 1) más visibilidad y 2) más impacto por sus esfuerzos.
(Decidimos desde el principio que esta estrategia definitivamente no se aplicaría al ‘greenwashing’, por ejemplo, a los esfuerzos de British Petroleum para limpiar el Golfo de México, que solo necesitaba limpieza gracias a la irresponsabilidad de BP).
El proyecto del elefante, por ejemplo, fue una asociación entre una entidad del sector privado, dos gobiernos nacionales y una ONG que estableció corredores transnacionales para la vida silvestre. Sugerimos llamar al esfuerzo Moving Giants, y nuestro trabajo “capturó la captura”, por así decirlo, en una serie de videos documentales que se pueden encontrar en el sitio web que creamos. Ese sitio web también incluía blogs diarios y artículos informativos semanales sobre elefantes y esfuerzos de conservación en todo el mundo. En otras palabras, lanzamos un destino de periodismo centrado en los elefantes.
Ahora la historia sigue evolucionando. Esta semana (junio de 2021), estoy lanzando Brooklyn Story Lab. Mientras que Giovanni seguirá haciendo grandes cosas con SVSL y su nueva pasión, una compañía de teatro virtual para la era Zoom (Remote Theater), Brooklyn Story Lab estará enfocado en iniciativas sociales, desde un nuevo proyecto con elefantes hasta el liderazgo intelectual consultando con innumerables ganadores del Premio Nobel de la Paz para trabajar con jóvenes emprendedores de más de 150 países.
Los cambios tectónicos en el panorama de los medios han sido comprensiblemente atemorizantes para los veteranos del periodismo (como yo). Pero la buena narración siempre será un producto muy solicitado, y no es tan difícil como mover 200 elefantes a 1,000 millas a través de fronteras nacionales.
Lance Gould is el fundador y CEO de Brooklyn Story Lab. Puedes contactarlo en [email protected].
¿Qué te parece la historia de este emprendedor? Si quieres inspirarte en otras historias del ecosistema emprendedor, te compartimos la historia de mi mamá, su marca Bico y cómo inició su negocio a los 57 años.
Por Lance Guld.
