La noticia de las últimas semanas ha tenido dos nombres como protagonistas: Twitter y Elon Musk.
Desde que el hombre más rico del mundo y principal accionista de Tesla anunciara su intención de adquirir la red social fundada en 2006, y tras su agresiva adquisición, las especulaciones sobre el futuro de Twitter no han parado.
En cuanto a lo que redes sociales respecta, se dice que Musk, un avezado ingeniero y probablemente el emprendedor más exitoso del mundo, tiene dos tareas urgentes: eliminar los usuarios falsos y el spam.
Twitter tiene 229 millones de usuarios diarios en todo el mundo, sin embargo, muchísimos de sus usuarios son falsos. Lamentablemente la red social se ha convertido en un espacio donde pululan grupos o grupúsculos que lanzan miles de mensajes falsos, retuits, etc. que perturban la conversación y responden a intereses particulares para desvirtuar la información.
Si Musk ataca estos dos problemas, vamos a ganar todos los usuarios porque mejorará la calidad de las conversaciones y quizás recupere a esa audiencia que sí le gusta informarse correctamente o participar de un buen debate.
Recordemos que Elon Musk es el hombre más rico del mundo ha comprado no un medio de comunicación sino el espacio digital con más poder de difusión, es decir, lo que ha comprado es influencia.
Hace 5 años los influencers estaban en Twitter y se hacían muchas campañas de marketing de ellos. Actualmente, se han reducido mucho y si preguntamos a cualquier influencer menor de 30 años, casi ninguno tiene una cuenta o es activo en Twitter.
En mi experiencia personal como CEO de una agencia de marketing de influencers puedo decir que menos del 10% de las campañas que hacemos para marcas con influencers se hacen en Twitter.
La plataforma estrella para trabajar con influencers sigue siendo Instagram donde ocurren la inmensa mayoría de todo lo relacionado con el marketing de influencers. En los últimos meses, seguido de TikTok y hasta redes como Whatsapp y LinkedIn que van ganando terreno.
Con esto no quiero decir que los anunciantes no se decanten por Twitter para ciertas campañas, sino que comparado con la cantidad de usuarios que tiene la plataforma, éstas son proporcionalmente muy pocas.
Como dije anteriormente, Musk ha comprado un espacio de influencia que se puede recuperar si la plataforma soluciona el gran problema del ambiente negativo con los mensajes falsos y los mensajes de odio. Las marcas no quieren aparecer en un ambiente que no sea brand safety y que sin buscarlo se vean envueltas en polémicas.
Twitter no solo fue de las primeras redes sociales, sino que tiene de positivo que los mensajes son breves, concretos y directos. En 140 caracteres originalmente se podía decir mucho. Cuando lo ampliaron a 280 hubo polémicas y temor a que se pierda la esencia de Twitter. Se dice ahora que uno de los cambios podría ser extender la longitud del mensaje.
Espero que no lo hagan porque atentarían contra la esencia de la red y al final no se diferenciaría de esos foros de internet en los que todos hablan y pocos se entienden.
Musk ha dicho públicamente que Twitter es una “plaza pública de facto…. por lo que es realmente importante que las personas tengan tanto la realidad como la percepción de que pueden hablar libremente dentro de los límites de la ley”.
Lo que me queda claro es que Elon Musk es un innovador y ha demostrado con PayPal, SpaceX y Tesla que el futuro es el límite. Veremos qué hace con la plaza pública en la que la influencia lo es todo.
