El camino que hemos emprendido las mujeres para ser parte activa de la vida política, social y económica de nuestro país ha sido largo y nada sencillo. Poco a poco, se ha ganado terreno para alzar la voz en diferentes contextos, en aras del ejercicio pleno de nuestros derechos.
El papel de la mujer dentro de la economía mexicana está lleno de retos. Pero uno de ellos es visualizar esfuerzos en tener un beneficio monetario a futuro, fruto de nuestra etapa económicamente más productiva.
Hay que tener una visión de nuestra calidad de vida a futuro y pensar en el retiro. Esa es una de las tareas más difíciles a la que nos enfrentamos. Estamos muy enfocadas haciendo nuestro mejor esfuerzo en ser excelentes profesionistas, madres, esposas, amas de casa. En la exigencia que nos auto imponemos, se nos olvida la importancia de nuestra estabilidad económica futura.
Las grandes empresas se han dedicado en los últimos años a generar estudios con enfoque antropológico y de campo que analizan a las mujeres con el fin de entendernos mejor desde nuestra percepción de nosotras mismas. Estos estudios permiten que las empresas puedan influir en el comportamiento de compra y evalúan a la mujer en sus diferentes roles.
La mayoría de las mujeres estamos enfocadas en demostrar que en cada actividad que realizamos somos exitosas. Esto en definitivo es un arma de dos filo. Por un lado, estamos abriendo camino hacia mejores oportunidades, pero por otro, esta carga puede mermar con el paso del tiempo en nuestra salud física y emocional, aspectos que debemos tomar en cuenta para nuestra etapa de retiro.
Se espera que en 37 años la mujer a nivel mundial herede el 70% de la riqueza mundial. Estos son datos que nos hacen ejercer acción y comenzar a tomar las riendas desde la base. Es decir, enfocarnos en el tema de nuestras finanzas personales. Ser herederas del 70% de la riqueza a nivel global es un gran dato. Sin embargo, como todo, si el dinero y los bienes no se saben administrar o enfocar correctamente, se puede provocar errores en las etapas de productividad más importantes.
Sin duda, es de vital importancia hacer buen uso de nuestras finanzas, administrándolas correctamente y fortaleciéndolas a través de un correcto enfoque que nos respalde económicamente. Este enfoque debe ir dirigido a diversificar nuestras estrategias de inversión y reconocer la importancia de contar con un Plan Personal de Retiro
En México, los datos de ahorro para el retiro son alarmantes. Si bien la mujer tiene en sus manos grandes oportunidades y la fuerza para ejercer autoridad sobre su dinero, aún no ha reconocido la importancia de generar en su etapa productiva, un fondo de ahorro que le permita vivir con plenitud económica su vejez.
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) identifica que hay una brecha pensionaria de género. La diferencia que existe entre el ahorro para el retiro entre el hombre y la mujer se debe a varios factores, entre ellos a la diferencia de salarios. Por otro lado, la mujer es más longeva que el hombre y eso determina que debe ahorrar más para el retiro. Los datos de la CONSAR también mencionan que la mujer deberá ahorrar entre un 13% y un 40% más. Esto no es así, de hecho las cuentas de ahorro de la mujer son las que menos reciben aportaciones.
En México al cierre de 2022 datos del INEGI arrojan que somos 98,880,864 personas mayores de 15 años de edad. El 52.98% son mujeres. Nuestra esperanza de vida es de 78 años; si nos apegamos a la edad de retiro que son 65 años, tendremos al menos 13 años que cubrir nuestras necesidades más importantes: la salud, la alimentación y la vivienda.
Estos datos merecen atención y acción inmediata, que nos ayuden a recuperar el tiempo y enfocar esfuerzos para contar con los recursos suficientes para futuro. Esto independiente de cuál sea la actividad económica que realicemos, ya sea como persona física asalariada, como persona física con actividad empresarial o dueña de negocio o empresa. Es relevante que la mujer sepa consolidar un plan de retiro que la respalde económicamente.
El reto será que exista la necesidad no solo de encontrar equidad para ella a los ojos del mundo, sino que ella misma se voltee a ver y salvaguarde su estabilidad financiera y emocional. Hoy más que nunca, y sobre todo las nuevas generaciones, deben de tener en cuenta que ya no recibirán una pensión, como seguro recibieron nuestras abuelas y nuestras madres. Hoy es responsabilidad de nosotras generar, desde nuestro presente, el futuro que económicamente deseamos tener.
La trascendencia de generar un Plan Personal de Retiro lleva consigo bienestar emocional. Tener la certeza que en nuestra última etapa de vida contaremos los recursos suficientes para enfrentar complicaciones médicas, viajar por el mundo o simple y sencillamente darnos el gusto que deseemos, representa una tranquilidad para nuestro presente. Por fortuna actualmente se cuenta en el mercado con varios instrumentos financieros que pueden garantizar a la mujer avanzar en la consolidación de un plan.
La invitación es responsabilizarnos de nosotras mismas. A construir en el presente nuestro futuro económico. Es la tarea que hoy tenemos y sí o sí debemos realizar.
