El panorama del open finance en México ha alcanzado una serie de hitos significativos en términos de innovación, expansión e inclusión financiera. La necesidad de promulgar las regulaciones secundarias de la Ley Fintech, especialmente en lo que respecta a las finanzas abiertas, sigue siendo el tema dominante en el ecosistema financiero mexicano.
Aunque naciones como el Reino Unido, Australia y Brasil han liderado la revolución financiera en este sentido, México ha optado por un enfoque más cauteloso. Sin embargo, desarrollos recientes indican que nuestro país está preparado para aprovechar plenamente el potencial del modelo.
El viaje de México hacia el open finance nos remonta a los años previos a 2018. En ese año el país dio sus primeros pasos en este terreno con la promulgación de la Ley Fintech mexicana. Ésta que surgió a partir de la colaboración de distintos jugadores dentro del ecosistema, tales como la Embajada Británica o las universidades.
El resultado de estos esfuerzos fue el Artículo 76 de la Ley Fintech, que sentó las bases para el open finance en México. No obstante, el progreso en los años posteriores ha sido gradual, con las regulaciones secundarias aún en proceso de desarrollo. En un principio, los bancos desempeñaron un papel más periférico en este proceso. No obstante, a medida que el sector privado se movilizó para explorar estos nuevos modelos, el interés creció y el enfoque se desplazó de la infraestructura tecnológica pura hacia casos de uso práctico en el mercado.
Además de esto, varios factores dentro del medio han demostrado que los avances en las finanzas abiertas en nuestro país serán rápidos y sentarán las bases para una adopción generalizada y segura.
Los reguladores aportan certeza sobre el futuro
Desde hace unas semanas, las entidades públicas y los reguladores han dejado claras sus posiciones respecto a los modelos de open finance a través de distintos eventos públicos.
Durante la Semana Fintech en México, tanto la Secretaría de Hacienda como la CNBV mencionaron que el sector fintech es un motor clave para el crecimiento del país. Ambos organismo son conscientes de la necesidad de avanzar en las regulaciones secundarias que aún están pendientes. También anunciaron que, en conjunto con las asociaciones del sector, se pondría en marcha el Grupo de Innovación Financiera. Éste establecerá la hoja de ruta para los diversos niveles de operaciones fintech y seguirá un enfoque gradual para implementar cambios en el marco legal existente.
Además, personal de la CNBV mencionó que están colaborando estrechamente con diversos actores relevantes en el sector y buscan que las reglas secundarias del open finance sean más inclusivas para todo el sector financiero.
Todas estas son señales de gran importancia para todos los actores participantes en las finanzas abiertas, ya que el gobierno se está involucrando activamente en impulsar este modelo de manera colaborativa. Además, brinda la certeza de que también puede reducir las brechas en la inclusión financiera en México.
La cooperación activa de una variedad de actores dentro del ecosistema, tanto del ámbito privado como público, desempeña un papel fundamental para el crecimiento y la promoción de una amplia adopción de las finanzas abiertas en México. Por fortuna, esta colaboración está tomando forma y convirtiéndose en una realidad palpable.
Los bancos han comenzado a hablar abiertamente sobre el potencial que esta solución aportará al sistema financiero mexicano. Un ejemplo claro es Banorte, una entidad para la que el open banking representa una oportunidad de oro para los bancos para avanzar en el ámbito digital.
Por su parte, BBVA México ha expresado abiertamente su intención de adoptar este modelo e incluso ha creado una división interna para su desarrollo.
Y no solo los bancos están demostrando apertura. Las gigantes tecnológicas latinoamericanas ya están utilizando estos modelos para impulsar su crecimiento y posicionar sus productos entre los consumidores. El ejemplo más claro es Mercado Libre. A través de su división financiera, Mercado Pago, está utilizando las capacidades del open finance para ofrecer y mejorar ofertas de crédito en México y Brasil.
El uso de datos bancarios y laborales extraídos y enriquecidos mediante las finanzas abiertas han abierto la puerta para que cada vez más empresas se consoliden y crezcan de manera exponencial.
Aunque México pudo haber avanzado de manera gradual, ahora está listo para dar pasos significativos. Con las bases establecidas por la Ley Fintech mexicana y los esfuerzos colaborativos de diversas partes interesadas, México está preparando el terreno para un ecosistema financiero transformador.
El camino de México hacia las finanzas abiertas ha evolucionado, pero ahora está cobrando impulso. Con un mercado enérgico, una infraestructura robusta y un talento abundante, México se encuentra en una posición privilegiada para consolidarse como líder global en el ámbito de las finanzas abiertas. Nos encontramos al borde de presenciar cómo el intercambio de datos no solo estimula el crecimiento económico, sino que también otorga un poder sin precedentes a los consumidores, al tiempo que sitúa a México en la cúspide de la innovación financiera a nivel mundial.
