



El ojo en la bola es más que una frase deportiva. En manos de Eugenio Perea, es una apuesta por el futuro digital de América Latina. Se trata de una plataforma que busca algo tan urgente como olvidado: educar en tecnología a los millones de hispanohablantes que no crecieron en la era digital, pero aún tienen décadas por delante de vida productiva y social. En resumen: la inclusión digital para adultos.
“Descubrí que hay decenas de millones de personas en el mundo hispanoparlante que no saben nada de tecnología. Pero sí quieren saber. Sienten que la vida digital los está dejando atrás y se los está comiendo vivos”, dice Eugenio, emprendedor, inversionista y apasionado por los libros, la ciencia y la tecnología.
La propuesta es simple, pero poderosa: todos los sábados a las 8:00 a.m., cada suscriptor recibe una carta digital de cinco páginas sobre un tema clave de la vida tecnológica. Puede ser un riesgo a evitar, como la suplantación de identidad; una oportunidad a aprovechar, como la inteligencia artificial; o un fenómeno que deben entender, como el efecto de TikTok en la cirugía estética. Las cartas se entregan en tres formatos: PDF, enlace web y un mini podcast de siete a 12 minutos donde Eugenio lee el contenido.
“Me di cuenta de que disfruto profundamente hacer estas cartas. Toda mi vida me ha llevado a esto: leer, analizar y compartir lo que importa”, comenta.
La segunda parte del servicio es un foro privado, un espacio seguro para preguntar lo que da pena preguntar en redes sociales. Allí, los miembros discuten, aprenden y aportan desde sus áreas de experiencia. Médicos, abogados, consultores, diseñadores: todos en igualdad.
“Es un lugar donde puedes decir sin miedo: ‘No entiendo esto del blockchain’ y no te van a juzgar. Al contrario, te van a explicar”, dice el emprendedor.
Pero lo que más destaca de El ojo en la bola es su enfoque humano. Perea no se dirige a expertos ni a nativos digitales. Su público son los olvidados por el boom tecnológico: mayores de 35, personas fuera de la burbuja tech, gente brillante que siente que ya no participa en las conversaciones, ni en la mesa del desayuno ni en la sala de juntas.
El contexto lo exige. Según datos de la CEPAL, para 2050, más del 50% de la población latinoamericana tendrá más de 50 años. Y el 54% seguirá en edad laboral. Sin alfabetización digital, estas personas quedarán marginadas en economías cada vez más tecnológicas. Y no solo es un problema social: es una pérdida económica enorme.
“Hay trillones de dólares de productividad no generados porque millones no están incluidos digitalmente. América Latina no puede alcanzar al primer mundo por el camino del siglo XX. Pero sí puede por el digital, si incluimos a todos”, Eugenio Perea, Fundador El ojo en la bola.
El modelo de negocio también tiene un giro interesante. En lugar de venderlo como otra suscripción, Eugenio lo presenta como una “copa de vino al mes”.
“Si digo que cuesta $190 al mes, me comparan con Netflix o Spotify y pierdo. Pero si les pido que me inviten una copa de vino al mes por crear las cartas y sostener la comunidad, lo aceptan encantados.”
Funciona. Su tasa de conversión es del 44%, algo que ni plataformas globales logran. La mitad opta por los niveles más altos de pago, incluyendo el plan de membresía de por vida. La comunidad está creciendo de boca en boca, y ya incluye desde diseñadoras analógicas de 28 años hasta señoras de 75 años con curiosidad imparable.
Perea no pretende competir con YouTube ni con plataformas como White Paper. Su audiencia es otra: personas que no saben lo que no saben.
“La mayoría no tiene ni idea de lo que significa la inteligencia artificial, ni cómo se come el bitcoin, ni cómo usar ChatGPT. Pero no es que no puedan aprender. Es que nadie les ha hablado bien, en su idioma, sin condescendencia.”
Por eso, los planes a futuro incluyen sesiones en vivo, más niveles de profundidad según el interés de los usuarios y, eventualmente, eventos presenciales. También trabaja en alianzas con organizaciones como la Fundación David Vélez para llevar el contenido a sectores con menos acceso económico.
“Cualquier persona tiene derecho a participar en la economía digital. No se vale que AI o blockchain sean territorios exclusivos de la élite digital. No me parece ético, ni inteligente.”
En un mundo cada vez más polarizado y fragmentado por algoritmos, El ojo en la bola quiere lograr algo radical: que más personas entiendan el mundo en que viven. Que dejen de temerle a la tecnología y empiecen a usarla. Que no se queden callados en la mesa. Que vuelvan a participar.
Eugenio es contundente: “Quiero una comunidad hispanohablante con pensamiento de futuro, más libre, más democrática. Que aprenda y enseñe. Porque el futuro digital tiene que ser para todos.” Te invitamos a probar la plataforma por un mes sin costo. Visita El ojo en la bola para unirte a la comunidad.