



En la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) exhortamos a las empresas a eliminar prácticas limitantes en procesos de selección y desarrollo profesional. La discriminación por edad,-“edadismo”-, se ha convertido en un importante obstáculo para millones de personas que buscan o desean mantener un empleo digno.
Aunque en México se han dado importantes pasos en inclusión, la realidad muestra que hoy en día muchas personas son excluidas únicamente por su edad. Desde AMECH trabajamos y fomentamos la equidad en todas sus formas; hacemos un llamado a las empresas y sociedad en general a tener presentes los principios de igualdad y equidad establecidos en la legislación mexicana.
Fenómenos como el “edadismo” no solo limitan el desarrollo profesional, sino que también representan una pérdida de talento valioso para las empresas.
De acuerdo con una encuesta de Robert Walters México, el 73% de profesionistas de más de 50 años considera que han sido ignorados para ascensos en la empresa para la que trabajan debido a su edad. Además, 59% de estos trabajadores siente que su edad les impide ser considerados para cursos de actualización o nuevos aprendizajes, en tanto que el 65% de los encuestados de todas las edades prefiere omitir su edad en sus CV. Esto muestra que el “edadismo” ha sido una forma de discriminación “normalizada” que suele pasar desapercibida.
El talento no debe tener sesgos de ningún tipo y promueve fuertemente el “reclutamiento inclusivo” en la iniciativa privada y en el gobierno, apoyando las iniciativas legislativas que buscan prohibir los límites de edad en vacantes.
Asimismo, impulsa las iniciativas de sus asociados, diseñadas para tener un impacto significativo y perdurable, fomentando una cultura de inclusión y diversidad que les permita atraer y retener talento de alta calidad, además de mejorar la satisfacción y el compromiso de sus trabajadores.
En este contexto, recomendamos:
La inclusión no es una tendencia, es una necesidad. Reafirmamos así nuestro compromiso con el impulso de políticas laborales justas, diversas y equitativas, pues el talento no tiene edad, y México no puede permitirse desaprovecharlo.