



Cuando Nike lanzó su campaña “Just Do It” durante los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, no estaban simplemente comprando espacios publicitarios: estaban construyendo una conexión emocional que perduraría por décadas. Hoy, los marketers tenemos una oportunidad similar pero exponencialmente mayor: la FIFA 2026. Sin embargo, las marcas más inteligentes ya no esperan hasta el evento para comenzar su estrategia, pues reconocen que el verdadero valor radica en identificar y nutrir audiencias meses antes del primer silbatazo, cuando las señales de intención son sutiles pero extraordinariamente predictivas. Eso es el marketing predictivo.
En el reino de los deportes, los grandes eventos se convierten en minas de oro para los marketers y las marcas. Sin duda, la Copa del Mundo FIFA 2026 será una de las plataformas de marketing más grandes de la historia gracias a los números masivos que implica: un total de 104 partidos, 48 equipos distribuidos en 26 estadios y, por primera vez, con tres países como coanfitriones. Este evento masivo está programado para llevarse a cabo del 11 de junio al 19 de julio con una audiencia estimada de 6 mil millones de fanáticos que seguirán el torneo a través de CTV, televisión, dispositivos móviles y redes sociales.
Con tantos ojos y oídos prestando atención a los partidos, esta Copa del Mundo está preparada para ser un evento de marketing récord que ofrecerá retornos masivos para los anunciantes, debido al seguimiento constante de fanáticos que no solo estarán pegados a sus televisores, sino que también estarán activos en redes sociales y otros canales para seguir el recorrido y expresar sus opiniones incluso meses antes de que comiencen los juegos.
Ante este desborde previo de interacciones, las métricas tradicionales a menudo reducen la complejidad del recorrido de los fans y pasan por alto formas más amplias y matizadas en que los usuarios interactúan con los equipos a lo largo del tiempo. Aunque los modelos clásicos siguen siendo útiles para cuantificar las contribuciones monetarias, no logran capturar la naturaleza holística de las relaciones con los fanáticos, moldeadas por factores comportamentales, emocionales y financieros.
El desarrollo de modelos predictivos permite a las marcas de diferentes industrias abordar proactivamente las necesidades de los fanáticos. Al comprender cuándo y cómo es probable que se involucren, las marcas pueden crear campañas personalizadas, optimizar experiencias previas al juego y fomentar la lealtad a largo plazo, con hasta un 83% de precisión en respuestas, de acuerdo con Predictive Modeling of Customer Response to Marketing Campaigns publicado en MDPI.
Estos modelos algorítmicos usan tecnología avanzada para analizar patrones históricos y predecir acciones futuras con alta precisión, elevando la respuesta positiva en un 66.34 por ciento. Incorporan múltiples variables: engagement digital, historiales de compra, interacciones sociales, comportamientos estacionales y microseñales contextuales previas a decisiones de conversión.
Plataformas han desarrollado capacidades avanzadas en este ámbito, integrando más de 600 fuentes de datos para crear modelos predictivos optimizados para eventos deportivos masivos.
La granularidad de los datos en los distintos puntos de contacto permite segmentar a los fanáticos en clústeres dinámicos: ocasionales, enfocados en mercancía o principales. La clave ya no es segmentar por demografía básica, sino por arquetipos de comportamiento que predicen valor futuro.
Mientras muchas marcas reservan esfuerzos para 2026, este segundo semestre de 2025 ofrece una ventana estratégica para capitalizar un escenario con menor saturación publicitaria. Identificar a los usuarios que mantendrán engagement más allá del torneo es la verdadera oportunidad.