La presencia de los videojuegos en nuestras vidas cotidianas se ha vuelto tan importante que desde hace años se volvió necesario regularlos dentro del marco legal. Evidentemente esto se hace para el bien de los consumidores y de las compañías de gaming, pero también limita a la industria. Un ejemplo claro de estas limitaciones son las consecuencias que ha causado el gobierno de China en la industria de su país.
El año pasado el gobierno chino comenzó a presionar a varios mercados nacionales, incluyendo al negocio del gaming. Se congelaron por completo las aprobaciones de nuevos videojuegos, desde julio del 2021 no ha podido salir a la venta ningún título nuevo. Es por esto que 14 mil estudios de desarrolladores se han ido a la quiebra en los últimos meses.
Además de frenar la creación de nuevos juegos, el gobierno ha implementado una ley que limita el consumo de éstos en los niños. Según una ley reciente, los menores de edad no pueden jugar de lunes a jueves, y en los fines de semana sólo pueden disfrutar de este entretenimiento por una hora.
Estas restricciones han llevado a que varias compañías apuesten por los mercados Occidentales. Tencent, una de las compañías más importantes de la industria está en lista de las que prefieren salir al mercado internacional.
