El joven de Chihuahua que, a sus 20 años, se convirtió en el fundador de LTH, empresa que con cerca de un siglo de historia.
Un joven de Chihuahua con apenas 20 años se convirtió en fundador de LTH, empresa que, a casi 100 años de su nacimiento, sigue vigente y posicionada en el mercado. Sus conocimientos técnicos, adquiridos mediante estudios por correspondencia, así como su espíritu visionario, lo llevaron a crear una solución adelantada a su época.
Esta es la historia del chihuahuense que dejó atrás su ciudad natal para experimentar y poder desarrollar un producto que eventualmente se volvería indispensable para millones de personas.
¿Quién fue Luis Terrazas Hernández, el joven de Chihuahua fundador de LTH?
Por mucho tiempo las siglas LTH desataron una serie de teorías sobre si se asociaban a palabras como luz o tecnología. Sin embargo, éstas hacen referencia a Luis Terrazas Hernández, un joven de Chihuahua quien fue fundador de la hoy legendaria empresa mexicana de baterías para autos.
Luis Terrazas era un visionario, pues a pesar de que en su época y en su ciudad natal el transporte principal seguía siendo la carreta, se propuso encontrar una mejor solución al sistema de arranque del motor que hasta entonces funcionaba con una manivela.
Sabedor de que en Chihuahua no habría tantas oportunidades por la misma naturaleza del mercado, decidió mudarse a una ciudad más industrializada y desarrollada como Monterrey. Ahí, montó un taller eléctrico en donde comenzó a hacer pruebas para crear su propia batería para autos.
Durante mucho tiempo y con instrumentos rudimentarios, Luis hizo varios experimentos hasta que logró su cometido de desarrollar su propio acumulador eléctrico.
El nacimiento de LTH
En 1928 el joven Luis Terrazas Hernández fundó su negocio, uno que tendría un prometedor futuro. Y es que con la industria automovilística creciendo, la necesidad de refacciones también incrementó.
LTH y sus baterías rápidamente se posicionaron en el mercado debido a su calidad, pero, sobre todo, a sus precios, pues los productos importados eran considerablemente más caras.
Fue el reconocimiento logrado lo que le permitió que su pequeño taller se transformara en un negocio más grande. Debido a la alta demanda, también se vio obligado a contratar más personal para la fabricación e instalación de su producto, llevando incluso su servicio a domicilio.
Luis Terrazas Hernández, un visionario publicista
Para seguir haciendo crecer su emprendimiento, colocó su marca en las unidades de servicio a domicilio, e instaló una cartelera panorámica con luces neón a las afueras de su negocio, algo totalmente disruptivo para la época.
Además, fue de los primeros en patrocinar equipos de béisbol y básquetbol, a quienes “marcaba” con sus logotipos en los uniformes, incrementando así su visibilidad.
También, su fama llegó a otros lugares fuera de Monterrey pues comenzó a enviar sus baterías por medio de locomotora.
Venta de LTH y su regreso a Chihuahua
A pocos años de su lanzamiento, la empresa ya era conocida a nivel nacional, lo que sin duda atrajo la atención. Uno de los que voltearon a ver a LTH fue Romualdo Cantú Leal, mejor conocido como Ricardo Cantú, quien hizo una oferta al fundador oriundo de Chihuahua para comprarle el negocio.
Alejado de su familia, decidió vender su empresa para regresar a su ciudad de origen, con lo que Ricardo Cantú se convirtió en el nuevo dueño. Debido a las condiciones del mercado, el negocio no paró de crecer por lo que la producción fue trasladada a una fábrica más grande.
Desde entonces, la empresa no ha dejado de innovar, factor clave para que, a casi un siglo de su fundación, siga presente en nuestros días. LTH ha sabido adaptarse a los cambios en todos los sentidos: tecnología, servicios, imagen y publicidad.