



Todos esperamos con expectativa las vacaciones , pero la ansiedad puede jugarnos una mala pasada, ya que existe lo que se llama el estrés pre-vacacional . Según estadísticas del centro español Nascia, especializado en trastornos de ansiedad, tres de cada 10 personas sufren de estrés pre-vacaciones.
Esto ocurre porque, en vez de disminuir la tensión y las preocupaciones diarias, aumentan justo en el tiempo previo a salir de descanso. Algunos de los motivos más frecuentes son:
Para prepararte mejor ante el próximo descanso aquí van estas sugerencias prácticas:
1. D esconecta del trabajo durante las vacaciones
Por más responsabilidades que tengas necesitas descansar. Establece una única persona de contacto contigo en casos de extrema necesidad, y un horario fijo para chequear correos o responder mensajes. Fuera de esa media hora cada dos o tres días, dedícate a disfrutar. Haz todos los arreglos en la oficina para que puedas concretarlo sin sorpresas.
2. Baja tu impaciencia ante las vacaciones
Es importante reconocer el tiempo de descanso como fundamental para cargar las pilas, relajar la mente, el cuerpo y el espíritu, y volver renovado. Desde una semana antes incorpora algún hábito que luego repetirás en tus vacaciones -por ejemplo, leer un material que te saque del mundo laboral habitual, una caminata de media hora, o preparar la comida en familia-. Esto hará más fluido tu paso del ritmo habitual al modo vacaciones.
3. Planifica y fluye
Hay muchos aspectos que sí o sí necesitan ser planificados. La sugerencia es que empieces a hacerlo dos o tres meses antes y que compartas la tarea con otras personas que te acompañarán; o, si lo haces solo, busca ayuda y referencias en aquellos que ya conocen el lugar adonde vas, y recaba testimonios en Internet que resulten de apoyo para serenarte y disfrutar. Luego, suelta toda la planificación y sólo queda disponerse a pasarlo bien.
4. Delega con tiempo
El proceso del delegar no es simplemente asignar tareas, sino explicar el propósito de por qué eso es importante para la empresa y equipo en cuanto a los resultados esperados. Busca a las personas claves, esas que sabes que se harán cargo y podrán solucionar desvíos o problemas. Haz un tracking los días previos, ajusta detalles… y dedícate a descansar.
5. Comunica tus vacaciones
Dependiendo de la actividad que desempeñes, es importante que comuniques interna y externamente tus vacaciones: lo podrás hacer con un mail breve o un mensaje de texto el último día de oficina, y avisarás que regresarás en tal fecha (que será justo un día después de tu efectivo reintegro a la oficina). Así, podrás aterrizar en esa primera jornada para ponerte al día y volver de a poco a las actividades.
6. Reduce el uso del celular
En tiempo de vacaciones la sugerencia es que restrinjas lo máximo posible. Claro que puedes conectarte y chequear todo lo que quieras, aunque estar pendiente minuto a minuto -como posiblemente lo haces en tiempo de trabajo- no es lo más conveniente. Sólo con pensar que seguirán entrando los mails o mensajes aumentarás la ansiedad. Por eso es conveniente colocar un anuncio automático de vacaciones, derivar los llamados y entrenarte en no recaer en la tentación de querer controlar todo a distancia. Una buena idea es sólo encender el móvil una o dos veces al día por períodos cortos. Si tienes un celular personal y otro profesional, mejor aún.
7. Entrena tus hábitos saludables desde uno o dos meses antes
Para entrar en ritmo más rápidamente y lograr desconectar en vacaciones la idea es que bajes los niveles de estrés que arrastras durante el año. Duerme al menos 8 horas diarias; haz una buena siesta; consume abundante agua diariamente; camina en la naturaleza; dedícate unos minutos diarios de contemplación y meditación en silencio; sigue una alimentación equilibrada y algo de ejercicio físico, lectura y relax al ritmo que pida tu cuerpo y tu espíritu: con esta fórmula alcanzarás un descanso más placentero y una desconexión de la rutina.
8. Si sigues tratamientos médicos, haz un chequeo antes de viajar
Para finalizar sería recomendable que visites a tu médico antes de las vacaciones y que hagas un chequeo de rutina. Así como calibras tu automóvil ante viajes en la ruta, lo mismo necesitamos cuidar nuestra máquina más increíble: el cuerpo. Es nuestra casa en este plano físico. Cuídalo.