



Un joven de 27 años, Kevin George Aziz Riad, se encontraba conduciendo en el suburbio de Gardena en Los Ángeles en diciembre del 2019. El Tesla Model S que manejaba estaba utilizando la función de piloto automático cuando pasó el semáforo en rojo a una alta velocidad y chocó contra un Honda Civic. Ambos pasajeros del Honda murieron en el lugar del accidente, mientras que Aziz Riad y su pasajero sufrieron heridas menores.
Los fiscales de California presentaron los cargos de homicidio vehicular involuntario hace poco. El conductor es el primero en enfrentarse a estos tipos de cargos por un accidente ocasionado por un coche en la función de conducción automática. Riad está libre bajo fianza en lo que se resuelve el caso que comenzó en octubre del 2021, aunque apenas se haya hecho público la semana pasada.
A pesar de que es un hecho conocido que el piloto automático haya estado prendido al momento del accidente, el conductor no pierde responsabilidad ya que debe estar atento siempre y cuando se encuentre detrás del volante.
Tesla le advierte a sus clientes que la conducción automática de sus vehículos debe ser supervisada en todo momento por el piloto. La compañía también podría enfrentarse a cargos si se encuentra que la tecnología no cumple con las medidas de seguridad necesarias.
La familia de las víctimas Gilberto Alcázar López, de 40 años, y María Guadalupe Nieves-López, de 39 demandaron a Riad y a Tesla en procesos separados. En documentos judiciales alegaron que el automóvil “aceleró de repente y sin querer a una velocidad excesiva, insegura e incontrolable”. Además aseguran que Riad era un conductor inseguro, con múltiples infracciones de movimiento en su historial y que no podía manejar el Tesla de alto rendimiento.
La audiencia preliminar del conductor, quien se declaró inocente, está programada para el 23 de febrero.