Estados Unidos y China encabezan la batalla por ver quién desarrolla la mejor computadora cuántica.
Parecía que Estados Unidos había ganado al presentar en 2019 el procesador cuántico Sycamore de Google, que con sus 54 cúbits resolvió en 200 segundos un problema de generación de números pseudoaleatorios que a un ordenador clásico le habría llevado más de 10 mil años.
Pero a finales de 2020 el equipo de China liderado por Jian-Wei-Pan, considerado el padre de lo cuántico, presentó la computadora Jiuzhang 2, de 66 cúbits que logró resolver en poco más de 3 minutos un problema en el que las super computadoras más potentes del mundo se habrían llevado 600 millones de años.
Pan estima que estas computadoras cuánticas se hayan perfeccionado dentro de 5 años o 10, entonces ¿qué va a pasar si estos procesadores alcanzan el potencial estimado?
Pan piensa que serán capaces de descrifrar la criptografía pública, lo que llevaría a un caos en el mundo de las criptomonedas si no se actuara rápido. ¿Por qué sucedería esto?
La criptografía de clave pública es la tecnología que protege a las criptomonedas. Este sistema, que hasta ahora ha resultado ultraseguro, funciona al combinar una clave pública que cualquiera puede ver con una clave privada que solo puede ver el usuario.
Pero si las computadoras cuánticas alcanzan el potencial que se prevee, podrán descifrar la criptografía de clave pública, lo que implicaría quebrantar el sistema de las criptomonedas.
En este momento, hay varias discusiones sobre las criptomonedas: que si se pueden volver ecológicas para mitigar el cambio climático, que si se podrían pagar el salario en cripromonedas en las empresas.
Mientras tanto, empresas e instituciones gubernamentales de Estados Unidos están trabajando en encontrar las herramientas de seguridad que les permitan contraatacar el gran poder de las computadoras cuánticas.
Ante la amenaza de un ciberataque entre naciones, varias instituciones estadounidendes trabajan en mantener seguras las actuales redes de Blockchain.
Uno de los factores que complica mantener la seguridad de las criptomonedas es su descentralización, pues sería un obstáculo al momento de actualizar su seguridad rápidamente en caso de un ataque.
Este tipo de escenarios forman parte de las potenciales acciones de espionaje, ataque y desestabilización que podrían realizar los gobiernos en su reñida lucha por tener el dominio de los diversos aspectos de la vida de los ciudadanos.
