



En lo que va de su gira mundial Las Mujeres Ya No Lloran, Shakira ha demostrado que sus presentaciones son un éxito económico que no se puede explicar sin una estratégica campaña en redes sociales que ha elevado el llamado fenómeno fandom a niveles nunca vistos.
Ya Taylor Swift lo hizo con su exitosa gira mundial Eras. Ahora lo está haciendo Shakira con un fenómeno de ventas y llenos totales que le ha valido récords mundiales.
Según Billboard, solo en el mes de marzo la gira de Shakira obtuvo el ingreso neto más alto de las listas mensuales de la revista: 46.6 millones de dólares. También, en el mismo mes, su gira mundial se convirtió en el concierto musical en vivo más taquillero de la historia.
El impacto económico es impresionante: Colombia registró 50 millones de dólares en ingresos por sus conciertos, mientras que México alcanzó los 257 millones. Pero más impresionante aún es la velocidad de conversión: entradas agotadas en 40 minutos en Buenos Aires y en menos de 2 horas en Brasil.
En lo que a mí me toca, no puedo dejar de destacar que el fenómeno de Shakira no se puede explicar sin su magnífico trabajo en las redes sociales.
El ambiente se empezó a calentar con el anuncio de la gira en octubre del año pasado, y en solo ocho meses, la reina del pop latino ha sumado más de 2 millones de nuevos fans en Instagram y TikTok, con lo que ha logrado acumular más de 92 millones y 41 millones de seguidores, respectivamente.
Según un análisis reciente, los posts de la colombiana en Instagram tienen un alcance promedio de más de 9.4 millones de personas, con una tasa de engagement de 0.71%. En TikTok, el alcance promedio es de más de 11.4 millones y un engagement de 6.41%.
@shakira A Colombian mermaid in Puerto Rico 🥰 #CopaVacia ♬ Copa Vacía – Shakira & Manuel Turizo
Cada parada del tour se convirtió en contenido multiplataforma: historias de Instagram mostrando el backstage, videos de TikTok con fragmentos de ensayos, reels de coreografías que se hacían virales. El hashtag #LMYNL alcanzó trending topic en varios países y en TikTok fue mencionado en 14,400 posts. Cada coreografía imitada, cada cover casero, cada meme derivado de sus letras se convirtió en publicidad gratuita que alimentaba un ciclo de visibilidad y engagement.
También es importante destacar la ampliación del storytelling de la gira con la creación de una playlist oficial en la plataforma Spotify que incluye clásicos como “Pies Descalzos” y “Hips Don’t Lie”, la cual ha sido guardada por más de 105,000 usuarios.
La canción “BZRP Music Sessions Vol. 53“ se convirtió en un himno del tour. Un fenómeno que desde su lanzamiento recogió la narrativa de empoderamiento femenino que trascendió idiomas, culturas y demografías.
Con más de 4 millones de videos en TikTok utilizando esta canción y sus coreografías, Shakira logró algo que pocas marcas consiguen: hacer que su audiencia se convirtiera en sus embajadores de marca orgánicos.
Lo que estamos presenciando con Shakira es la consolidación de un nuevo modelo de negocio donde el fandom ya no es solo una consecuencia del éxito, sino su motor principal.
Las redes sociales han permitido que las audiencias se organicen, se movilicen y consuman, creando picos de demanda que pueden colapsar plataformas de venta de entradas en minutos.
Este fenómeno redefine las reglas del ticketing tradicional. Ya no se trata de construir audiencias gradualmente, sino de crear momentos de intensidad emocional que se traduzcan en acciones económicas inmediatas. Shakira entendió que su historia personal era su activo más valioso y supo monetizarla.
Para marcas y artistas, la lección es clara: las redes sociales son ecosistemas de construcción de narrativas que pueden traducirse en resultados económicos tangibles.
Pero para que sean exitosas, requieren autenticidad, consistencia y, sobre todo, saber interactuar con las emociones de los fans, entender qué mueve las viralizaciones en el mundo digital. Esa es la verdadera magia del marketing de influencers en 2024: la capacidad de convertir lo personal en universal, lo emocional en económico, y la influencia en poder.