



En el año 2008, la cadena de taquerías El Fogoncito ganó fama por ser una de las primeras marcas mexicanas en incursionar en China. Tenía planes de abrir 15 unidades, pero sólo logró tres. Al cabo de 36 meses, su director general, Carlos Roberts, decidió pasar la estafeta a un socio local y concentrarse en expandir la marca en México y Latinoamérica. ¿Fracaso? No. En realidad para Carlos significó un aprendizaje, fortaleció su carácter como cabeza de una organización y le dio un nuevo empuje para hacer crecer su empresa. Y todo esto lo ha conseguido con un liderazgo que se pone en el timón como ejemplo, observa las necesidades del mercado e impulsa a su equipo de trabajo para juntos alcanzar nuevas metas.
Se trata de tres estilos de liderazgo (de timonel, coaching y afiliativo) que se conjuntan en una persona, Carlos Roberts, y que ha ganado con base en la preparación y retroalimentación constante. Es como dice Derek Lidow, autor del libro Startup Leadership: How Savvy Entrepreneurs Turn Their Ideas Into Successful Enterprises (2014), “para convertirte en un líder emprendedor necesitas el desarrollo de habilidades específicas. No hay que nacer con un talento especial”.
Derek Lidow también sostiene que los emprendedores fracasan porque se concentran en la idea en vez de enfocarse en la gente que les va a ayudar a hacerla exitosa. “Cuando empiezas una empresa estás tú solo y no puedes hacer mucho por ti mismo, todo recae en la gente. El liderazgo es esencial porque es lo que te permitirá establecer las relaciones entre clientes o las personas que vas a reclutar para convertir tu idea en realidad. Si no eres capaz de liderar a la gente, poco podrás hacer por ti mismo”, advierte.
Si bien es fundamental desarrollar tus habilidades como líder cuando inicias un negocio, no se trata de una tarea que concluya cuando tu empresa es auto sostenible, advierten los especialistas. Por ejemplo, Ryan Allis, director y cofundador de Hive, una red global de líderes, emprendedores, innovadores y filántropos que buscan crear un mejor mundo y resolver los grandes desafíos de la humanidad, considera este tema como proyecto de vida. Esto es así porque “al final del día tus habilidades como líder junto con tus habilidades como comunicador terminan impactando en tu capacidad de hacer un cambio en el mundo e inspirar a otros a hacer grandes cosas contigo”, sostiene el también autor del libro Zero to One Million (2008).
“El liderazgo se convierte en un tema medular porque asegura la permanencia de una organización y permite alcanzar objetivos estratégicos”, explica Gema Moreno, socia directora de Talento en Deloitte México. Por lo tanto, es un aspecto tan importante que en Tendencias Globales en Capital Humano 2015, una investigación realizada por la firma a 3,300 líderes empresariales y de recursos humanos en 106 países, el liderazgo por tercer año consecutivo se posicionó como una de las preocupaciones más apremiantes (la segunda) dentro de las organizaciones (nueve de cada 10 lo consideran como uno de los principales retos).
Ahora bien, ¿qué hacer si te pasa como a un gran número de emprendedores que se pierden en el maremágnum de la operación diaria y no saben cómo desarrollar su liderazgo? Moreno, de Deloitte, sugiere que una vez que empieces a estabilizar tu negocio, identifiques los recursos en los que puedes comenzar a delegar.
Esto es esencial porque además de empoderar a tu equipo de trabajo, podrás concentrarte en ser un líder transformador que hará madurar a su organización. Lo anterior, porque una empresa debe funcionar con o sin tu presencia; para conseguirlo, una de las claves es hacer que tu equipo tome decisiones y asumir que puede haber algunos errores, señala Osiel Cruz, trainer certificado de Dale Carnegie Training, una empresa de capacitación empresarial con presencia en más de 80 países.
Él aconseja que desde los primeros años de operaciones y sin importar el tamaño de tu negocio, planifiques y establezcas metas y notas de desempeño. Y para tener éxito en esta tarea, como cabeza de la organización debes asegurarte de que tú y tu equipo tengan completamente claro lo que se trata de lograr. Es decir, comunicarte de forma correcta y determinar el cuándo del cumplimiento de una meta, cuál es tu definición de éxito, así como fijar objetivos numéricos.
Las prácticas descritas anteriormente se ejecutan con un estilo de liderazgo particular, que puede efectuarse dependiendo de la situación en que se encuentre tu organización. En este sentido, Daniel Goleman, psicólogo y autor del libro Inteligencia Emocional (1995) señala en su artículo Leadership That Gets Results (revista HBR marzo-abril 2000), que la verdadera función que define a un líder efectivo es su capacidad para obtener resultados.
El experto identifica seis estilos de liderazgo que tienen su origen en un componente de la inteligencia emocional y advierte que los líderes más efectivos no solamente se conforman con seguir uno de ellos, sino que son capaces de adaptarse según lo requiera su empresa. Los estilos son los siguientes.?