De unos años para acá, hemos escuchado cómo la tecnología 5G, la quinta generación de redes móviles, cambiará nuestras vidas. Y ya lo está haciendo. Una de sus aplicaciones más importantes actualmente y a futuro, está en el campo de la salud, es decir, en la llamada telemedicina.
La telemedicina es tecnología aplicada a la salud humana. Consiste en la implementación de Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) para brindar y recibir atención médica, especialmente a distancia. Ocupa un papel muy importante en la asistencia sanitaria y es un complemento ideal para mejorar la atención a los pacientes.
Su desarrollo está vinculado a innovaciones como la inteligencia artificial, el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), la industria 4.0, la robótica y, por supuesto, las mejoras en conectividad de las nuevas redes 5G. La suma de tales innovaciones da paso a una nueva era de cambios en la medicina, al vincular a médicos y pacientes de formas antes impensables.
Este nuevo nivel de conectividad 5G, con más ancho de banda, permite intercambiar gran volumen de datos a mayor velocidad y menor tiempo de respuesta de la red (tiempo de latencia). Aunque se ha cuestionado si tiene efectos negativos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que no hay estudios concluyentes que respalden dichos temores. Por el contrario, ha resultado ser un aliado en la revolución tech de la medicina.
Si con la tecnología disponible hasta ahora se han conseguido grandes avances en telemedicina, imagina las posibilidades cuando se integre de lleno la tecnología 5G. Aquí algunos ejemplos de los campos en que tendrá mayor impacto.
La posibilidad de realizar operaciones quirúrgicas a distancia es una de las partes más emocionantes de la telemedicina. En los últimos años se han realizado varias cirugías en remoto, pero la inestabilidad de comunicación y la baja capacidad de las redes han sido una limitante.
Las capacidades de la tecnología 5G promete impulsar exponencialmente este campo. En especial, porque permite compartir grandes cantidades de información en un tiempo de latencia mínimo, y ofrecer una respuesta en tiempo real. Lo que repercute en dos áreas principales:
– Colaboración y asistencia entre profesionales médicos a distancia. Los diversos especialistas podrán conectarse desde cualquier parte del mundo sin desfases temporales para intervenir en los procedimientos quirúrgicos.
– Compartir imágenes y vídeos en ultra alta definición en tiempo real. La realidad aumentada requiere el envío de datos en tiempo real, para obtener información mediante gafas especiales que ayuden al cirujano durante su intervención. Esto facilita la práctica de cirugías delicadas que requieren alta precisión.
Por ejemplo, es 2019 se llevó a cabo con éxito la primera intervención quirúrgica teleasistida en el Hospital Clínic de Barcelona, España. El proyecto, bautizado como ‘Cirujano Remoto 5G’, consistió en que un médico situado en el Mobile World Congress (MWC), pudiera colaborar en una operación que se estaba realizando en el quirófano inteligente ‘Óptimus del hospital, uno de los más avanzados tecnológicamente del mundo. Gracias a la conexión 5G, la operación se pudo registrar en formato audiovisual desde todos los ángulos posibles, y transmitirla en tiempo real hasta el recinto ferial, según explica National Geographic.
La teleconsulta es una de las aplicaciones más comunes de la telemedicina actualmente y se está convirtiendo en una verdadera alternativa a las consultas presenciales. Esto gracias a las ventajas del 5G, que ayuda a eliminar barreras como los fallos de conexión o la lentitud en la transmisión audiovisual, haciendo que las teleconsultas sean mucho más rápidas y efectivas.
Muchos pacientes crónicos prefieren ser atendidos a distancia, en vez de trasladarse a un consultorio u hospital. También pueden contribuir a la atención médica de quienes viven lejos de los núcleos urbanos, donde se concentran los servicios de salud.
A la par, el uso de wearables o prendas inteligentes, permiten tanto a médicos como a pacientes monitorear su estado clínico en tiempo real. Además, pueden mantener una comunicación directa y sin fallos, e intercambiar imágenes en altísima calidad mediante plataformas online, e incluso facilitar la administración de medicamentos.
Todas las ramas de la telemedicina requieren la transmisión y manejo de un inmenso volumen de datos médicos y archivos pesados (como imágenes de escáner), con la mayor rapidez posible. Para que esta información sea útil, debe estar centralizada, ordenada, estructurada y actualizada constantemente. También es vital que esté disponible en tiempo real, lo que hace necesario contar con una conexión estable en todo momento.
Las redes 5G contribuirán a mantener una gran cantidad de dispositivos conectados enviando datos de forma constante a una base central. Desde ahí, los médicos, especialistas, investigadores o los propios pacientes tendrán acceso de forma inmediata a una base de datos completa.
Podrán consultar, por ejemplo, diagnósticos, resultados de análisis o ensayos clínicos, detalles sobre el comportamiento de un fármaco en los pacientes, revisar la evolución de una enfermedad o realizar investigaciones a partir de los datos.
El uso de brazos robóticos accionados de forma remota, que parecía ciencia ficción hasta hace unos años, ahora es una realidad en muchos hospitales del mundo. Sin embargo, la limitada capacidad de las redes actuales ha frenado la adopción masiva de la cirugía robótica.
Para que esta tecnología sea más efectiva, funcional y precisa, se necesita el respaldo de redes que garanticen una conexión estable y con gran capacidad. Además de asegurar la funcionalidad de los robots médicos, eliminando el riesgo de que se desconecten en plena operación, el 5G hará posible un mayor uso de estos dispositivos y su automatización.
Más allá de la necesaria evolución en la robótica quirúrgica, cabe recordar que la inteligencia artificial demanda el intercambio de grandes volúmenes de datos. Y su vez, el acceso a las bases de archivos clínicos es clave para el éxito de los procedimientos.
El Hospital Clínic de Barcelona fue el primero en incluir tecnología robótica en sus quirófanos en 2014, con el uso del robot quirúrgico Da Vinci Xi, el cual siguen utilizando hasta ahora para diversas cirugías. También el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona realizó con éxito una operación de cáncer de pulmón con el mismo robot en 2018.
Los videojuegos, la realidad virtual y las experiencias inmersivas que ofrece el metaverso, podrían facilitar a los pacientes una mejor rehabilitación física o mental. Por supuesto, enviar datos, procesarlos y devolver una solución en segundos, requiere de las ventajas del 5G para trabajar con los pacientes a distancia y brindarles una atención adecuada y personalizada.
En el caso de la salud mental, las consultas virtuales ya son algo común para los especialistas y sus pacientes. Sin embargo, la telepsiquiatría podría beneficiarse mucho de elementos como los mencionados wearables. Por ejemplo, para monitorear cambios emocionales o la reacción a los medicamentos recetados. También las experiencias virtuales pueden ayudar a recuperarse de traumas, manejar la depresión o ansiedad y combatir el aislamiento en casos de autismo, tanto en pacientes adultos como infantiles.
En el ámbito de la salud física, la realidad virtual facilitaría la rehabilitación en pacientes con esclerosis múltiple y lesiones leves o severas. Esto mediante ejercicios guiados de forma remota o acompañados por tecnologías de inteligencia artificial. Aquí también, la realidad virtual o aumentada puede incidir en la motivación del paciente para seguir adelante, gracias a las posibilidades que ofrece.
Estos son solo algunos ejemplos tangibles de la revolución 5G, pero esta tecnología permitirá el desarrollo de muchas más aplicaciones en materia de salud. Como vimos, es un recurso extremadamente valioso para todas las ramas de la telemedicina.
Las compañías de tecnología médica (MedTech) y las empresas de telecomunicaciones que están apostando por la conectividad 5G, son clave para que todo esto suceda y crezca. Los operadores de estas redes son y serán parte fundamental de la cadena de valor de esta industria y un gran aliado para hospitales o aseguradoras; pero sobre todo, para los pacientes.
