¿Alguna vez has pensado cómo el coaching puede impulsar tu camino emprendedor?
Aprender una secuencia de pasos, aún con sus posibles tomas de decisiones, no representa mayor reto para una persona, y si te pagan por realizarla qué mejor; es posible que muchos trabajos, tengan o no mapeados sus procesos, estén acotados a un número finito de posibles pasos o actividades a realizar, hasta que se presentan problemas inesperados que requieren de una solución innovadora o creativa, sobre todo cuando no hay muchas referencias o antecedentes, porque si ya ha sucedido, entonces es un tema técnico que ya cuenta con una posible solución, como lo plantea Ronald Heifetz en su liderazgo adaptativo.
El mundo del emprendimiento, por lo general, busca brindar nuevas soluciones o soluciones creativas o innovadoras a estos nuevos problemas que surgen, y que incluso a veces las organizaciones o las personas no han identificado con claridad; ahora bien, crear una solución, como parte de tu negocio como emprendedor, sin duda va más allá de seguir una secuencia de pasos, pues desafortunadamente no hay recetas para el éxito, mucho menos para tener disponible una solución universal.
Así que en tu diario devenir como emprendedor seguramente te encontrarás con altas dosis de incertidumbre ya sea por la pertinencia de tus productos o servicios, o por el modelo de negocio que buscas sustentar; si a eso agregamos las influencias del contexto, con sus vaivenes económicos, sociales, de salud, de seguridad o de confianza de los consumidores o clientes, lo realmente extraordinario sería que te encontrarás en un ambiente de alta certidumbre.
Por otra parte, están tus propias creencias y la influencia de las creencias de quienes te son cercanos, o lo han sido en algún momento de tu vida, y en donde, por ejemplo, se puede suponer que tener un empleo sea más seguro que emprender, porque el emprendimiento conlleva riesgos (como también los hay al salir a la calle a trabajar), probablemente tu confianza se vea desafiada en lo que haces, o en tu propia persona, y que de alguna manera, estas creencias, hagan mella en tu estado de ánimo, que en combinación con la falta de resultados esperados, porque las cosas no salieron como querías, atraviesen por tu mente sentimientos o pensamientos que te cuestionen si debas seguir o si sería preferible renunciar.
Ya vimos con la pandemia, y en especial en países con grandes polos de desarrollo, este fenómeno de la “gran renuncia”, porque simplemente las personas que trabajaban para las empresas se dieron cuenta de que no podían seguir en el mismo modelo de trabajo lo que ha llevado a que las empresas diseñen nuevos modelos, más flexibles, para poder adaptarse a las nuevas circunstancias. Así que, si esas personas han renunciado, por qué no habrías de renunciar tú si ves que las cosas no están funcionando.
Las posibilidades en el emprendimiento son más amplias que seguir o renunciar. Los proyectos pueden cambiar, así como los productos o servicios, e incluso los nichos de mercado o los propios clientes, pues después de todo, el mundo cambia y seguirá cambiando. Sin embargo, un estado de ánimo adverso, una baja en tu confianza, o peor aún, en tu autoestima, podría hacer más difícil y problemática tu situación ante los desafíos propios de tu emprendimiento, el entorno y las creencias que te “zumban en los oídos”.
La toma de decisiones, la ejecución de acciones estratégicas o el enfoque a resultados, puede verse afectados si no hay una gestión adecuada del estrés o la presión que genera la incertidumbre a través de sus diversas circunstancias, que se agudiza cuando el diálogo interno se torna más autocrítico e implacable con las fallas, en lugar de adoptar un ánimo de crecimiento y aprendizaje, de abrirse a nuevas oportunidades y alimentar una actitud mental que permita enfrentar los desafíos que se están presentando.
Renunciar es una reacción instintiva de nuestro cerebro que busca preservar nuestra integridad, porque pensamos que los problemas o desafíos nos llevarán al fracaso y por tanto a la destrucción, sin embargo, debiéramos preguntarnos si nuestra integridad física, nuestra vida, corre verdaderamente peligro, cuando quizás, solo se trata de la vida del proyecto, producto o servicio.
Así que, poner las cosas en su lugar y trabajar en la perspectiva y la actitud mental, son algunas de las claves para evitar caer en estas sensaciones de querer renunciar a tu emprendimiento porque de repente el panorama se oscureció y no resultó como esperabas. Y es aquí en donde el coaching profesional ofrece amplias posibilidades para enfocarse en lo que realmente quieres lograr para establecer planes y acciones que, de manera continua, con disciplina y paciencia, te permitan avanzar hacia donde realmente quieres.
El coaching, como un proceso creativo y estimulante, promueve un trabajo interno, pues en tus creencias y valores, en tu fortaleza de convicciones, visión de futuro clara, autoconfianza, autoestima, habilidades de liderazgo, actitud de vida e inspiración propia, están los puntos de apoyo para hacer prevalecer una forma de actuar, que sea congruente, que te lleve de manera continua y paulatina, hacia donde realmente deseas ir, lo que reducirá los posibles impactos negativos de lo que opinen o crean los demás, marginando cualquier sentimiento o pensamiento que pudiera desviarte de tu verdadera meta.
Así también, una fortaleza interior en todos esos aspectos relevantes para ti como líder emprendedor, te permitirá mantener la atención, toma de decisiones y acciones, en tu círculo de influencia, es decir, en donde si eres protagonista y puedes influir para que las cosas sucedan, y entender que es lo que está fuera de tu área de influencia, lo que llamamos círculo de preocupación, en donde no tiene caso gastar energía porque no está en tus manos; claro está, trabajar en expandir el círculo de influencia te permitirá incidir en donde quizás hoy día aún no tienes influencia, entendiendo que es un proceso paulatino que requiere dedicación y mucha constancia.
Y ahí entra otra de las bondades del coaching: los hábitos. Hemos comentado en el inicio que puede ser fácil memorizar una secuencia de pasos o actividades, pues bien, el reto es adoptar hábitos que te permitan avanzar hacia donde quieres; que te permitan alimentar tu confianza, tu creatividad, tu inspiración, para que de manera continua puedas lograr seguir aprendiendo, tanto de lo que resulta como de lo que no resulta, y así lograr el crecimiento personal que te facilite el éxito de tu propio emprendimiento o negocio.
Estas, y otras posibilidades, que brinda el coaching profesional, pueden impulsar de manera definitiva tu trayectoria como emprendedor, por lo que te recomiendo considerar un Coach profesional de la International coaching Federation (ICF), pues además de contar con las competencias mínimas que requiera la ICF, también estará en la obligación de conducirse de manera ética, de acuerdo con el Código de Ética de la ICF, la organización de coaches con mayor presencia en el mundo y miembros de 99 países y territorios.
El acompañamiento de un Coach propicia que generes aprendizaje de tu propia persona para aprovechar al máximo tus talentos y potencial personal y profesional, a tu ritmo y basándose en la responsabilidad y compromiso que asumas ante tus propios retos, no será una tarea sencilla, sin embargo, empieza por crear un tiempo y espacio para trabajar con tu propia persona, con tu propio ser, lo cual a veces no es común porque te dedicas a tus proyectos o a tus clientes, y en términos reales no necesariamente, en ocasiones, te dedicas a ti para buscar ser un mejor emprendedor, desde tu interior.
La exploración a conciencia de tus pensamientos, a la luz de tus metas, la valoración de tus aprendizajes con lo que has realizado y el entendimiento de dónde vienen las emociones y tu estado de ánimo, te ayudarán a tomar decisiones y pasar a la acción, y quizás, incluso, esa idea de renunciar te revele algo más, como por ejemplo, darle un giro a lo que estás haciendo, establecer una alianza con otro emprendedor, moverte a otro mercado, en fin, las posibilidades, como seguro ya estarás apreciando, pueden ser infinitas y dependerán de cada caso en lo particular, y aquí está otra de las claves del coaching, pues se trata de un proceso personal y único, para ti.
Entonces, mi recomendación es que cuando la idea de “renunciar” pase por tu cabeza, inmediatamente pongas en la discusión la de idea de aprovechar las bondades del coaching, de la mano de un coach profesional, para que puedas entender y aprovechar otras posibilidades que seguramente tendrás para enriquecer y beneficiar tu carrera como emprendedor.
