El ómicron dio un vuelco a los planes de retomar al 100% actividades presenciales en la oficina y fortaleció la decisión de operación con el trabajo híbrido, haciendo cada vez más urgente la toma de decisiones para asegurar un ambiente colaborativo, eficiente e incluyente, que disminuya las inequidades potenciales.
¿A qué nos referimos con inequidades potenciales? A las posibles brechas en que las empresas puedan incurrir al informar, dar seguimiento, medir resultados de los colaboradores, dependiendo si están de manera presencial en la oficina o trabajan de manera remota, y que son aspectos que pueden tener un impacto en el corto y mediano plazo que favorezcan duplicidad de trabajo, métricas poco claras que afecten las evaluaciones trimestrales o salariales, y eventualmente, aumenten los casos de burn out.
En este sentido, los responsables tanto del negocio, equipo y recursos humanos deben considerar continuamente que la tecnología es un auxiliar, aunque no un sustituto del compromiso, liderazgo y acompañamiento de todos los niveles que conforman la organización, por eso es importante evaluar:
Si la empresa está bajo la promesa de ser incluyente, lo ideal es contar con herramientas que favorezcan esta promesa de cercanía, disposición, intercambio de información y hasta actividades de team building que pueden ser tan diversas como los propios equipos.
No podemos olvidar que el gran diferenciador de las empresas, sin importar su tamaño o la industria donde operen, será el cuidado del bienestar de sus equipos. Si ya era importante en los pasados dos años, ahora es fundamental: apoyar a que los colaboradores tengan derecho a la desconexión, cuenten con opciones de realizar ejercicio de manera constante, ya sea en gimnasios o de manera virtual hasta la posibilidad de apoyar el cuidado de la salud emocional con aplicaciones de meditación.
Nuestra experiencia en Gympass muestra que el bienestar tiene que ser transversal y tiene mayor impacto cuando el liderazgo de negocio y de recursos humanos unen esfuerzos en un compromiso real. El liderazgo también tiene que asegurar su bienestar para evitar el burn out, que inevitablemente, tendrá consecuencias directas sobre el equipo.
Las empresas deben capitalizar su experiencia de los años pasados para construir mejores planes, acciones y estrategias de negocio que favorezcan el equilibrio entre las actividades remotas y presenciales, sean capaces de detectar cuando haya brechas y brindar las herramientas para fomentar la resiliencia, adaptación y mejor comunicación entre equipos.
