El concepto de “economía verde” rápidamente está ganando relevancia con la creciente atención hacia el calentamiento global y sus consecuencias. En términos generales, la economía verde se refiere a un sistema en el cual empresas y gobiernos invierten en reducir emisiones contaminantes, mejorar la eficiencia energética, proteger la biodiversidad u otras medidas para producir crecimiento económico.

Esto es relevante para las empresas del país debido a que los mexicanos, en general, parecen estar más convencidos de los riesgos del calentamiento global y sus consecuencias. Desde 2020, a través de nuestra herramienta YouGov Surveys, regularmente le hemos preguntado a personas en 17 mercados internacionales qué piensan respecto al cambio climático.

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Para mayo pasado, el 66.8% de todos los encuestados decía estar preocupado por el cambio climático. En México, uno de los países analizados, el porcentaje fue mucho más alto: de 79.6%. Esto representa una diferencia estadísticamente significativa, de 12.8 puntos porcentuales.

A la vez, nuestros esfuerzos de investigación revelan que los mexicanos son un público más complejo de lo que refleja esta única encuesta.

La complejidad del consumidor “verde” mexicano

Otro estudio hecho por YouGov Surveys en diciembre de 2023 refuerza esta imagen de los mexicanos como consumidores ambientalmente conscientes. Entonces, se encontró que entre el 45.1% y hasta el 73.3% de los entrevistados en México estarían dispuestos a pagar al menos un poco más por productos sustentables, según la categoría. Los porcentajes para el conjunto de todos los encuestados por la herramienta en los 17 mercados analizados fueron de entre 31.3% y hasta 59.8%, significativamente menores.

Sin embargo, datos de YouGov Global Profiles, un repositorio de información que abarca 48 mercados globales y miles de variables de comportamiento, revelan otro aspecto de los mexicanos. De acuerdo con la herramienta, México está entre los países donde menos personas se consideran ambientalistas. Comparado con todos los encuestados a nivel internacional, es también menos probable que los mexicanos solo compren a empresas con valores y ética similares a los suyos.

Pero en otra encuesta realizada por YouGov Surveys en febrero de este año, los mexicanos resultaron un poco menos propensos a castigar a las compañías por dañar el medio ambiente. Solo 37.1% boicotearía (o había boicoteado) a una marca por tener productos o procesos contaminantes. Para el conjunto de los 17 mercados encuestados el porcentaje fue más alto, de 39.7%.

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En resumen, por un lado vemos que los consumidores mexicanos sí están preocupados por el medio ambiente. Por otro lado, los datos muestran que el público del país no está tan dispuesto a expresar estos intereses en su relación con las empresas. Esta paradoja tiene varias posibles explicaciones.

A menudo, simplemente ocurre que las preocupaciones más inmediatas, como la seguridad laboral o la atención médica, eclipsan las preocupaciones sobre la “economía verde”. Este comportamiento también podría ser resultado de una disponibilidad limitada (o alto costo) de productos ecológicos. O bien, que el público mexicano solo no confía en los corporativos cuando dicen que estos productos o servicios son legítimamente amigables con el medio ambiente.

¿Cambio climático o bolsillo? La paradoja del consumidor verde mexicano

A eso se debe sumar que la participación pública y corporativa muchas veces se ve influenciada por la efectividad de las políticas gubernamentales. La actual administración federal ha sido criticada por revertir medidas de energía limpia y su inversión en combustibles fósiles. El próximo gobierno está en posición para cambiar la marcha y promover iniciativas corporativas en pro de la sustentabilidad, que a su vez se reflejen en el comportamiento de los consumidores.

Sea cual sea el caso, es claro que los mexicanos están más preocupados por el cambio climático que los consumidores de otras geografías. Y aunque no sean activistas ni “castiguen” activamente a las marcas por no tener productos o iniciativas amigables con el medio ambiente, sí desean tener un impacto a través de compras específicas, pagando un extra para ser consumidores más verdes.

Por cuáles productos verdes están dispuestos a pagar más los mexicanos

No parece haber una regla clara que determine las categorías de productos donde los consumidores del país gastarían extra por un producto más amigable con el medio ambiente.

Según YouGov Surveys, aproximadamente siete de cada 10 mexicanos entrevistados dicen que pagarían al menos un poco más por alimentos frescos o procesados. Pero no existe la misma disposición con otras categorías de consumo: en comparación, solo 61.5% haría lo mismo con productos de belleza.

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Por otro lado, menos de la mitad de los consumidores entrevistados pagarían más por consolas de videojuegos que tuvieran una garantía de bajo impacto medioambiental. Esto no significa que no haya apetito por productos tecnológicos verdes: 68.9% de los encuestados en México estarían dispuestos a pagar más por una laptop, celular u otro dispositivo similar con estas características.

Economía verde en México: ¿cómo atraer a los consumidores ecológicos?

Es importante mencionar que los mexicanos no pagarían lo mismo por todas las categorías. En general, solo una tercera parte de todos los encuestados por YouGov Surveys en el país pagaría hasta un 10% extra por productos verdes. Entre una cuarta y una décima parte pagarían entre 11% y 49% más por una versión sustentable. Solo unos cuantos pagarían 50% (o más) adicional.

Pero en las categorías de alimentos y bebidas (frescos o empaquetados) y ropa y accesorios, los mexicanos son ligeramente más propensos a decir que pagarían hasta 10% más por productos verdes. En el caso de vehículos, los porcentajes de mexicanos que no pagaría arriba del 10% extra y de quienes pagarían un premium de entre 11% y 49% son prácticamente iguales.

David Eastman Experto en investigación, especialista de desarrollo de negocios, comercializador con conocimiento experto de transacciones locales y extranjeras. Totalmente bilingüe y culturalmente en sintonía con una amplia experiencia global que abarca América Latina, EE. UU., Europa y Asia.