A medida que 2023 se acerca a su fin, los propietarios de micronegocios tienen una oportunidad única para reflexionar sobre los logros y aprendizajes que les dejó este año, pero también es el momento perfecto para establecer nuevos objetivos para futuro y prepararse para un 2024 altamente retador y competitivo. Para lograrlo su mejor arma es la planeación financiera.
La planeación financiera es crucial para el éxito a largo plazo de cualquier micronegocio, ya que asegura la continuidad de este, a través de procesos de autoanálisis del negocio que permiten tomar acción para corregir las áreas de oportunidad y establecer nuevas metas. Y, llevar a cabo estos procesos al finalizar el año, se convierte en una buena práctica para tener un buen cierre de año e inicio del año que viene.
Desarrollar un presupuesto pensando en el próximo año te permitirá plantear objetivos de ingresos, costos y gastos para el próximo año, así como asignar recursos de manera efectiva. Un presupuesto puede ser tan detallado como desees y no necesita volverse en un dolor de cabeza para un emprendedor ocupado. Para hacerlo, recomiendo empezar por evaluar tus ingresos y gastos del año actual. Esto te permitirá identificar tendencias y determinar si hay áreas donde puedas incrementar ingresos o reducir costos, o incluso identificar si vas a requerir un crédito para invertir en el crecimiento de tu negocio.
Una gran práctica para finalizar el año para los emprendedores dueños de micronegocios es revisar el inventario para hacer ajustes, reducir cualquier exceso mediante promociones o liquidación de existencias, pero también para incrementar el inventario con los productos que los clientes requieren para las fiestas de fin de año.
Otro consejo importante, que además tiene un impacto en el flujo de efectivo al cierre de año es mejorar la cobranza. Realiza un esfuerzo para cobrar las cuentas pendientes antes de finalizar el año. Puedes ofrecer descuentos por pronto pago o establecer planes de pago para incentivar a los clientes a saldar sus deudas.
Una de las estrategias para mejorar tus costos está en negociar con tus proveedores para obtener mejores condiciones de pago o descuentos por compras anticipadas. Si tienes conocimiento de lo que planeas vender el próximo año y el volumen que has representado para los proveedores, tienes armas para lograr buenas negociaciones en términos de precios y de días de pago. Esto puede ayudarte a mejorar tu flujo de efectivo.
Uno de los grandes beneficios de la planeación financiera a final de año es que te dará muchísima visibilidad sobre tus necesidades de financiamiento para el próximo año. Tener claridad sobre los momentos donde el negocio requerirá de flujo de efectivo adicional podrá ahorrar muchos dolores de cabeza a los dueños de negocio. El uso de créditos productivos de negocio puede ser un catalizador para lograr tus objetivos de crecimiento y la mejor práctica es saber para qué lo necesitas y el impacto que tendrá en tu negocio.
Llevar a cabo al final de cada año un proceso de planificación financiera permitirá a los dueños de micronegocios tener objetivos claros y el camino para lograrlos. Sin embargo, estos procesos no solo deben de suceder una vez al año, son prácticas que deben de ser constantes en la administración de negocios.
