Cada año, el tercer lunes de enero es considerado el día más triste. El Blue Monday, como se ha nombrado, nada tiene que ver con el entorno financiero por el que atraviesa México. Se trata, más bien, de una estrategia publicitaria.
La razón por la que este día se ha establecido como el más triste tiene que ver con el intento del psicólogo Cliff Arnall de diseñar una fórmula para calcular cuál es el peor día del año. Fue en 2015 cuando Arnall, que trabajó en la Universidad de Cardiff (Gales), aseguró que el clima, sobre todo en el Hemisferio Norte, la cuesta de enero y la presión por cumplir los propósitos de Año Nuevo, son algunos de los factores que hacen que el ánimo decaiga justo cada tercer lunes de enero.
En realidad no hay bases sólidas para afirmar con pruebas científicas que el Blue Monday de verdad afecta a las personas. Sin embargo, cada año desde ya hace una década se discute sobre este tema que en realidad surgió como parte de una campaña publicitaria de la agencia de viajes Sky Travel, ya desaparecida. Esta compañía contrató a Arnall y gracias al éxito de esta estrategia, el psicólogo ahora imparte cursos sobre felicidad y el bienestar personal.
Sky Travel no fue la única marca que usó este truco publicitario para vender felicidad a sus clientes. El año pasado, la página de la Industria de Turismo de Florida, Estados Unidos, patrocinó en Twitter el hashtag #BlueMonday al tiempo que promocionaba el mensaje “Visit Florida” para alegrar a los viajeros con buen clima en la playa.
